Aprovechar el impulso regional
Los problemas y necesidades en nuestra zona tienen una salida más beneficiosa si se unen los esfuerzos de las nueve comunas. En el caso de Ricardo Díaz, ha demostrado interés en todo el territorio e inició acercamientos con los alcaldes para conocer sus prioridades y definir un plan de trabajo en conjunto.
La evaluación en la Región de Antofagasta es clara: de las nueve comunas que la componen sólo la capital regional, no sin reparos, logra ingresar al espectro de ciudades modernas. El resto sigue muy al debe, de hecho Calama, que es la segunda en cuanto a población, está muy lejos de los estándares que definen a las urbes que están en el camino del progreso y desarrollo.
Y uno de los defectos es que no existe sinergia que sirva para que las características de cada una de ellas sean utilizadas en pos de un mejoramiento regional armónico. Hay problemas, proyectos y necesidades que tienen una solución común la que no se logra porque los esfuerzos son individuales y no se fortalecen con lo que pueda llegar de los distintos rincones de la región.
Esta es una realidad que viene operando desde los albores de la regionalización. Lejos de un involucramiento se generaron separaciones, divisiones y se olvidó de afrontar en bloque los desafíos de la modernidad. Tal vez las distancias entre cada una de ellas hace que se pierda ese nexo que puede ser virtuoso para el fortalecimiento de las ciudades.
La comunicación entre sus autoridades no ha sido muy fluida y quien debía liderar ese ordenamiento, los antiguos intendentes o intendentas miraron muy poco a las zonas menos pobladas y despreocuparon sus necesidades. De otro modo no se entiende que comunas aún no tengan resuelto problemas básicos como electricidad y agua potable.
Entonces se requiere de otra mirada y esta puede surgir de la actual figura del gobernador regional. En el caso de Ricardo Díaz, ha demostrado interés en todo el territorio e inició acercamientos con los alcaldes para conocer sus prioridades y definir un plan de trabajo en conjunto.
Ya se dan los primeros pasos en ese sentido y se nota otro modo de gobernar, de integrar a los desafíos regionales los de las distintas comunas. Si a ello se suma la participación los alcaldes y alcaldesas la tarea puede ser más efectiva y beneficiosa.
Hace un par de días se notó la solidaridad de varios ediles de la región con su similar de Calama, tras el paso de un temporal que ocasionó serios daños. Se unieron bajo un fin y si bien no tuvo el éxito esperado fue una muestra que es posible actuar en conjunto.
Si esa unidad se mantiene se entenderá que muchas de soluciones pueden ser complementarias y que el desarrollo requiere de una aspiración regional.