Correo
Adiós, Qatar
Y no fuimos a Qatar... Comenzamos pinchando "rueda" y "macheteando" no íbamos a llegar nunca. Luis Enrique Soler Milla
Efectos en el marco tributario
En respuesta a los desafíos fiscales de la digitalización de la economía, cuyo crecimiento ha acentuado prácticas tributarias dañinas, provocando pérdidas estimadas en US$200 billones anuales de recaudación en el mundo, en diciembre pasado, 136 países -incluyendo Chile- acordaron un impuesto mínimo mundial. Se busca que los grupos empresariales -con ingresos superiores a los 750 millones de euros- tengan una tasa mínima efectiva de un 15% sobre sus utilidades mundiales, pudiendo recaudar US$150 mil millones, tras una implementación gradual a 10 años, según cifras de la OECD.
En Chile, incluso si no se adopta cabalmente, su aplicación tendrá efectos en el marco tributario, sobre la tributación de la renta de las operaciones internacionales; en las operaciones con jurisdicciones sin tratado tributario con Chile; en los incentivos fiscales vigentes; en las fuentes de información y mecanismos de colaboración con diferentes administraciones tributarias; en los métodos de fiscalización de grupos empresariales y esquemas tributarios, en las reglas de precios de transferencia; y en el cumplimiento tributario voluntario, por nombrar algunos.
Resultará fundamental que este escenario único en la historia tributaria mundial sea considerado en el diseño de la anunciada reforma tributaria. El objetivo es poder armonizarla con este nuevo estándar global, asegurando los objetivos de largo plazo del sistema tributario chileno, junto a la recaudación esperada.
Víctor Villalón Académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información, Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile
Polémicas declaraciones
Hasta hace poco, la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, era una de las menos conocidas del Gobierno, lo que habría cambiado después de los incidentes del viernes pasado en Santiago, cuando emitió por Twitter declaraciones como si fuera la vocera del Gobierno.
Calificó de "gravísimo" que un carabinero hubiera utilizado su arma de servicio. Es decir, que un carabinero hubiera sido asesinado ese día no habría sido más grave. Quizás la ministra estima que la vida de los chilenos con uniforme policial no vale nada. Habló de "refundar Carabineros", lo que fue corregido después por sus pares: la idea correcta es "reformar". Pero el error más grave de la ministra fue lo que no dijo: no mencionó los daños a los bienes nacionales producto de los incidentes y no hizo una fuerte crítica a los vándalos responsables. Con tantos traspiés en un solo día, seguro que la ministra logró mejorar su posición y ahora debe estar entre las más conocidas del Gobierno.
José Luis Hernández Vidal
Estado y gobierno
La mayoría de las personas tiende a confundir los conceptos Estado y gobierno. Los considera sinónimos, pero hay diferencias fundamentales. El Estado lo conforman la población, el territorio y el gobierno de un país.
El gobierno es un conjunto de instituciones e individuos que, habiendo llegado al poder por vía determinada, se encarga de administrar y dirigir un Estado.
Insisto en la importancia que se retome la asignatura de educación cívica. Es la única manera de que se pueda debatir con fundamentos cualquier inquietud política y que "no se nos meta el dedo en la boca" o nos pasen "gatos por liebres".
Jorge Valenzuela Araya
Cultura laboral
Queda la sensación de que la pandemia y el arribo del teletrabajo no fueron suficientes para instalar esta tendencia a nivel general -no obstante hay empresas que sí la aplican- ni menos para mover el cambio de nuestra cultura laboral.
Es decir, el teletrabajo obligó a hacer un acto de fe, de confiar en que las personas estaban realmente ejecutando sus tareas a distancia. Por otro lado, el debate respecto de la productividad de los chilenos es de larga data. Basta recordar los estudios internacionales que nos sitúan como uno de los países en los que más se trabaja, aunque los niveles de productividad nacional no sean directamente proporcionales.
Entonces, ¿qué falta para cambiar nuestra cultura laboral? El teletrabajo demostró que las personas pueden enfocarse en objetivos, rendir de buena manera, disponer mejor de su tiempo, disminuir costos de traslado y equilibrar los tiempos familiares, solo por mencionar algunos aspectos. Eso puede traducirse en una fuerza laboral más activa, productiva e, incluso, más leal a su empleador.
Tal vez haga falta un ejercicio de confianza, pero también de capacitación, de autodisciplina y de flexibilidad, donde se involucren actores públicos y privados. La pandemia apresuró un cambio de paradigma, pero eso pareció no ser suficiente para instalar una nueva cultura laboral en Chile.
Catalina Maluk Abusleme Directora Escuela de Economía y Negocios Universidad Central de Chile