El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció tras reunirse en Kiev con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que el Reino Unido entregará a las fuerzas armadas ucranianas 120 vehículos blindados y sistemas de misiles antibuque para enfrentar la embestida militar que inició Rusia hace 46 días.
Durante el encuentro, del que Downing Street decidió no informar con antelación, el jefe de Gobierno mantuvo un "diálogo en profundidad" con Zelenski "sobre ayuda económica y militar", indicó uno de sus voceros en un comunicado.
Londres anunció asimismo una nueva partida de 500 millones de dólares para Ucrania a través del Banco Mundial, lo que eleva el monto total de los fondos comprometidos por esa vía a 1.000 millones de dólares.
La ayuda económica, sujeta todavía al visto bueno del Parlamento británico, contribuirá a "continuar manteniendo en funcionamiento servicios humanitarios vitales".
Por motivos de seguridad, el despacho oficial de Johnson rehusó ofrecer más detalles sobre el viaje, que se hizo público cuando la embajada de Ucrania en el Reino Unido divulgó en Twitter una fotografía de ambos mandatarios ya reunidos.
"Ucrania ha desafiado a la probabilidad y ha hecho retroceder a las fuerzas rusas de las puertas de Kiev", dijo Johnson, que calificó la resistencia ucraniana como "la mayor hazaña bélica del siglo XXI".
Ejército ruso
Rusia mientras tanto reorganizó la cúpula militar que dirige las operaciones en Ucrania para tratar de mejorar la coordinación de sus unidades sobre el terreno, según informó una fuente occidental a la BBC.
El Kremlin designó al general Alexander Dvornikov, con experiencia previa en Siria, como primer eslabón de la cadena de mando para dirigir la invasión, indicó la fuente.
El Ejército ruso ha mantenido hasta ahora diversos grupos operativos con mandos independientes y 45 días después de comenzar los ataques en Ucrania no habían logrado, hasta el cierre de esta edición, cumplir sus objetivos ni tomar grandes ciudades como Kiev.
Destrucción
A pesar de la disminución de la intensidad militar rusa, el ministro ucraniano de Salud, Viktor Lyashko, informó que los bombardeos enemigos han dañado un total de 307 instalaciones sanitarias, con 21 hospitales destruidos por completo, y subrayó la necesidad de desplegar hospitales de campaña.
"Esta cifra incluye los centros de atención primaria. Veintiún hospitales han quedado completamente destruidos, no pueden ser reconstruidos. Habrá que construir otros nuevos en su lugar", dijo en declaraciones a la televisión, recogidas por la agencia Ukrinform.
Según el grado de destrucción en los hospitales, los médicos son trasladados frecuentemente de un edificio a otro intacto para no detener el proceso de prestación médica, agregó.
Refugiados
Además de la ayuda británica y de la Unión Europea recibida por Kiev en las últimas 48 horas, la campaña mundial de donación de fondos para los refugiados de Ucrania, hasta anoche, había logrado recaudar un total de 10.100 millones de euros.
"Hemos recaudado 9.100 millones para las personas que huyen de la invasión, dentro y fuera de Ucrania, y llegarán más. Seguiremos prestando apoyo y una vez que las bombas hayan dejado de caer, ayudaremos al pueblo de Ucrania a reconstruir su país", anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Twitter.
A estos fondos de la iniciativa "Stand Up For Ukraine", la CE, junto con el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, aportan otros mil millones.
Día de la victoria
Mientras tanto, en Moscú se vive un impensado ambiente. "El Día de la Victoria está cerca", señalan los carteles en las calles de la capital rusa de cara al desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja. Con todo, a falta de un mes, se desconoce si el Kremlin tendrá algo que celebrar.
El vocero del Gobierno, Dmitri Peskov, expresó su confianza en que en "un futuro próximo" -a tiempo para el 9 de mayo- la operación logre sus objetivos o, en su defecto, se llegue a un acuerdo de paz.