Abracemos el cambio
"El galpón es un símbolo latente de la mala forma de entender el desarrollo, por lo mismo no puede ni debe seguir en la ciudad". Ricardo Díaz Cortés, Gobernador regional de Antofagasta
El mundo cambió y quien quiera rechazar esa idea está negando el curso de la historia, ésta va avanzando con actos que van ejecutando un conjunto de personas en distintas circunstancias y que determinan una manera de entender la realidad y relacionarse con el entorno. Este cambio de paradigma, no surge de forma espontánea, sino que ha sido la suma de acciones y esfuerzos conjuntos que han ido tomando fuerza en la última década. Aquí en Antofagasta, hace algunos años, un grupo de personas comenzamos a levantar demandas, que en su momento causaron mucha incomodidad en los grupos de poder, quienes miraban con recelo que ciudadanos exigieran a las empresas mineras y al Estado algo tan evidente como dejar de contaminar. No era lícito ni bien visto levantarse y decir que no era normal que las casas estuvieran llenas de un polvo negro, ni que empresas siguieran lucrando a costa de la salud de las personas.
En ese momento fuimos unos pocos los que dijimos con fuerza y logramos instalar una verdad que era evidente, pero que nadie se atrevía a denunciar, hoy nadie puede negar que la contaminación y el cáncer tienen una correlación directa y que la ciudadanía tiene derecho a ser escuchada y a exigir un nuevo trato, ya no podemos entender el desarrollo ni la generación de riqueza sin que ésta vaya en concordancia con los intereses ciudadanos.
Es por eso que, desde el Gobierno Regional hemos insistido en un eje que debe ser transversal a todas las acciones que desarrollemos que es la participación ciudadana, en este sentido, invertimos tiempo y recursos para conformar el Consejo de la Sociedad Civil, que nos permita conocer la opinión de la ciudadanía para diseñar las propuestas que surjan desde el Gobierno regional, a su vez, hemos gestionado mesas de trabajo en la que invitamos a muchas organizaciones para actuar en conjunto. Estas acciones, nos permite levantar la mirada y comenzar a construir con una visión de futuro. Si hoy estamos levantando con fuerza la demanda de un Corredor Bioceánico Vial (CBV) es porque tenemos la convicción, luego de trabajar con la comunidad, que es el camino y la forma de avanzar hacia el desarrollo con una mirada de moderna y de integración.
Estamos proyectando el CBV para que la ciudadanía participe y sean parte de este desarrollo, con un criterio de justicia territorial, como ejemplo Tocopilla, que tanto sufrido producto de decisiones centralistas, pueda empezar a recuperar el empleo, y por qué no, convertirse en un nuevo gran puerto que permita transportar las riquezas de países vecinos.
Este mundo que cambió requiere que empecemos a transitar por él, no que lo bloqueemos. Hoy no se justifica, ni se explica que existan símbolos como el galpón que se construyó en Antofagasta a espaldas de la ciudadanía y que no beneficia ni genera mayor desarrollo a la ciudad. El galpón es un símbolo latente de la mala forma de entender el desarrollo, por lo mismo no puede ni debe seguir en la ciudad, de ahí nuestra insistencia en que se programe su retiro.
Estamos transitando a una nueva época, por lo que tanto el mundo público y privado tienen que caminar en complicidad con la ciudadanía, debemos abrazar el cambio sin miedo, pensando en plural y valorando el sentido de lo colectivo.