Redacción

Psiquiatra de destacada trayectoria, experta en temas de salud mental adolescente, e investigadora asociada del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP). Vania Martínez llegará a Antofagasta para participar del Festival de Ciencia Puerto de Ideas, que se realizará entre el 18 y el 24 de abril, donde abordará las características, mitos, cuestionamientos y estudios sobre de la denominada "generación de cristal".

En un escenario donde recientemente han ocurrido algunos problemas de convivencia escolar, tras el regreso a las clases presenciales, Vania Martínez discutirá la evidencia científica en torno a la salud mental de jóvenes y adolescentes, considerando los problemas más frecuentes, sus causas, la influencia que ha tenido la pandemia y presentará algunas propuestas para abordar este problema de salud pública. Bajo el título de "Jóvenes de hoy, ¿generación de cristal?", la conversación será ideal para madres, padres y educadores.

Popularmente se usa el término "generación de cristal" para hacer alusión a una supuesta fragilidad en las nuevas generaciones de jóvenes y adolescentes, ¿estamos frente a un término peyorativo que hay que desmitificar o hay algo cierto en esa caracterización?

-Es un término bastante peyorativo que pretende aludir a una supuesta debilidad en los jóvenes. Muchas veces también se nombra "copitos de nieve" y vemos cómo los medios de comunicación también refuerzan esta idea presentándolos desde la fragilidad o la violencia. Sabemos que hay una diversidad de jóvenes, que gran parte de ellos tienen muchos recursos y aportan a nuestra sociedad, hacen cuestionarnos a creencias que tenemos, nos cuestionan al mundo adulto, lo que nos puede ayudar a crecer como sociedad.

¿Será que el término "generación de cristal" minimiza un problema más de fondo sobre salud mental en adolescentes?

-Parte de los jóvenes están afectados en su salud mental. Esto no significa que ellos sean débiles o que esto sea equivalente a una generación de cristal. Tener un problema de salud mental no es sinónimo de debilidad. Los mayores problemas que tenemos en este grupo etario son de depresión y ansiedad y esto no ha sido correctamente abordado desde la salud pública. Las políticas para prevención de problemas de salud mental, o para promoción de un mejor bienestar, son insuficientes, así como los recursos destinados a ello. Nuestro país invierte un 2,5% de todo el presupuesto de salud en salud mental, lo cual está muy por debajo de lo recomendado por organizaciones internacionales como la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda un 6%.

En las últimas semanas se han visto protestas y problemas de convivencia escolar que algunos lo han asociado al regreso a clases presenciales, ¿hubo una despreocupación durante la pandemia en torno a la salud mental de estudiantes que hoy está dando señales?

-La relación que hay entre convivencia escolar y violencia con salud mental no es lineal. No hay que pensar, por ejemplo, que las personas que tienen problemas de salud mental o incluso diagnósticos, patologías o trastornos mentales, van a ser violentas. Muy por el contrario. Gran parte de las personas que tienen problemas de salud mental son víctimas de violencia. Tampoco hay que pensar que las personas violentas tienen algún problema de salud mental. No es una relación lineal. Es verdad que parte de la explicación, o un factor más que influye, es que las personas están con mayor dificultad para regular sus emociones, tienen menor tolerancia a la frustración, han perdido espacios de socialización en estos dos años y no hubo una adecuada transición entre lo que estaba ocurriendo en el medio online hacia el medio presencial. Así que ahora sí es importante considerar como un factor más cómo la pandemia pudo haber influido en la pérdida o no ganancia de habilidades sociales en este grupo etario.

¿Qué consejos prácticos deberían considerar profesores y apoderados ante esta situación?

-Por una parte, escuchar bastante a los jóvenes, lo que ellos tienen que decir; hacerlos participar en las tomas de decisiones, buscar soluciones a los problemas que existen y ayudarlos a que vayan adquiriendo estas habilidades sociales, para eso hay algunos programas que son basados en la evidencia y que podríamos capacitar a las familias y a los profesores para poder ir apoyando a los jóvenes.

Usted participará en un festival que busca acercar la ciencia al gran público, ¿qué valor le entrega a la divulgación de temas asociados a la salud mental?

-Una de las labores más importantes que tenemos quienes participamos de instancias académicas y dirigimos centros de investigación, es acercar nuestro conocimiento al público en general y también a las políticas públicas. Uno de los objetivos del centro que yo dirijo, el MIDAP, es justamente generar evidencia que tenga un impacto en nuestra realidad local. Sabemos que la evidencia internacional es un buen antecedente en el cual nos podemos basar, pero también necesitamos evidencia propia. Un programa que pudo haber sido exitoso en Finlandia no tiene porqué serlo en la Araucanía. Es por eso que debemos tener una mirada que acoja nuestras diferencias culturales y que incluya la participación de los destinatarios de estas intervenciones, por ello, es un gran desafío presentar nuestros avances en el conocimiento con un lenguaje asequible, pero también una gran oportunidad para generar una buena respuesta cuando queremos impactar en nuestra sociedad.

El Festival de Ciencia Puerto de Ideas Antofagasta 2022, presentado junto a Escondida BHP, se realizará entre el 18 y el 24 de abril, con 50 invitados y 30 actividades entre conferencias, diálogos y espectáculos. La venta de entradas ($2.000) está disponible en ticketplus.cl y los detalles del programa en puertodeideas.cl.

"Las políticas para prevención de problemas de salud mental, o para promoción de un mejor bienestar, son insuficientes, así como los recursos destinados a ello".