"Con la estatización de la propiedad minera y el problema territorial, la región puede sufrir"
El senador por la séptima circunscripción metropolitana, Luciano Cruz-Coke, visitó la Región de Antofagasta para reunirse con los miembros locales de Evópoli, dialogando sobre las necesidades internas del partido político y también, en lo referente a los asuntos de interés de los partidarios en la región.
En su recorrido, el legislador conversó con El Mercurio de Antofagasta, respecto a las dificultades del primer mes como oposición en el Senado y sobre la gestión del Gobierno en este mismo periodo. Además, de materias de especial importancia para las regiones del norte, como la crisis migratoria y humanitaria.
¿Cuál es el motivo de la visita a Antofagasta?
-El propósito del viaje es escuchar las bases de Evópoli y ver claramente cómo les están afectando los cambios institucionales que vienen y cómo hay que enfrentarlos. Además de conocer cuáles son las necesidades locales y los temas principales de cada una de las comunas. Cómo está funcionando el sistema de emprendedores y servicios que se prestan en minería. Temas propios de la región, que es la locomotora del desarrollo de Chile.
¿Cómo evalúa el primer mes de la oposición en el Senado?
-Durante este primer mes, dado que hubo que llegar al acuerdo administrativo del Senado, he encontrado buena disposición tanto del oficialismo como de la oposición. La urgencia y la pauta la va marcando el Gobierno, pero ha habido disposición de los senadores nuevos de hacer un trabajo colaborativo.
¿Cómo definiría la situación interna en la oposición?
-Claramente hubo una disonancia con Renovación Nacional al momento de elegir la presidencia, pero siento que se ha ido superando, por el hecho de que el pacto administrativo con el partido socialista y la oposición, nos permite que hoy pueda presidir la Comisión de Trabajo y que Chile Vamos pueda decidir Hacienda. Estando en un empate, lo que tienes que hacer, es llegar a los mismos acuerdos para que pueda funcionar y dar cuenta de cuál fue el pedido democrático de la ciudadanía.
¿Cuál es la evaluación que realiza de estos primeros días de Gobierno?
-Creo que están pagando el pecado de soberbia que tuvieron ellos como oposición. Tuvieron 11 acusaciones constitucionales en el Gobierno del Presidente Piñera, que es la herramienta más fuerte que tiene el Congreso para destituir ministros y eventualmente al Presidente de la República. Dos veces lo acusaron, lo que significaba descabezar el régimen democrático. Fueron extremadamente críticos y establecieron un estándar de tal magnitud, que lo mínimo que uno esperaba es que propusieran una mejor solución, pero lo que hemos visto hasta el momento, es una falta de profesionalismo.
Sobre el mismo estándar crítico. También desde la oposición se pidió la renuncia de la ministra Izkia Siches o e incluso se sugirió acusarla constitucionalmente por sus recientes dichos. ¿Qué le parece? ¿Es muy pronto todavía?
-Nosotros no podemos estar en la misma bajeza que ellos estuvieron permanentemente. Creo que hay que tratar que enmiende los errores. No soy partidario de una acusación constitucional hoy, pero creo que hay pocas posibilidades de que ante un nuevo error de la ministra Siches, no se produzca. Esta fue la última oportunidad.
Región
Por otro lado, ¿cómo ve el avance del trabajo de la Convención Constitucional?
-Yo voté rechazo. Nunca pensé que el problema de Chile fuera constitucional, pero aparentemente muchos sí pensaron que habiendo un cambio en el origen de la Constitución, se podía llegar a una solución política (...) Resulta que vamos a tener un territorio plurinacional acá en el norte y va a haber un problema enorme. Se los digo particularmente por Antofagasta, porque además las concesiones mineras se van a estatizar completamente. En estas materias, de estatización de la propiedad minera y el problema territorial, esta región puede sufrir mucho y es importante que tengan mucho ojo.
En lo referente a la crisis migratoria, ¿cómo ve las acciones que está tomando el Gobierno?
-Primero, en el norte siempre ha sido afectado por las migraciones, recuerdo que en 2010 o 2012, habían problemas con la migración colombiana (...) Ahora la crisis migratoria se ha acentuado con la dictadura de Maduro que ha hecho migrar a cerca de 6 millones de personas y naturalmente cuando tienes un país que ha prosperado en Latinoamérica y a nivel mundial. Era natural que la migración viniera para acá.
Recién en el gobierno anterior se pudo modificar la ley de migraciones, pero todavía falta dictar el reglamento y eso va a permitir que las personas pasen por un sistema más estricto para migrar al país y tener un poco más de control. Quiero ser enfático en esto, Estados Unidos y países en Europa, son sociedades que se han construido en una base de una suerte de inter fecundación cultural. Eso está bien, pero debe ser razonado y bajo un marco legal. Debe ser con orden, porque el Estado debe ajustar todos sus servicios sociales, sin que signifique un desmedro para los chilenos que los ocupan.
¿Cree que antes de bajar el estado de excepción en la zona norte debería haber un plan?
-Ojalá que se pongan de acuerdo y que presenten efectivamente un plan. Lo decía el senador Huenchumilla, el diálogo está bien, todos lo queremos, pero es una herramienta. Uno dialoga para algo, eso es lo que no hay, no hay plan; tengo la idea (...) No se puede gobernar así, primero hay que ordenar y segundo decir: esto vamos a hacer. Ojalá que esto lo hagan expertos y personas que saben.
"Resulta que vamos a tener un territorio plurinacional acá en el norte y va a haber un problema enorme. Se los digo particularmente por Antofagasta, porque además las concesiones mineras se van a estatizar completamente".