Salud y nueva Constitución
La salud que tenemos nos habilita para desarrollar nuestros proyectos vitales. Cuando se afecta o francamente se pierde, nuestra vida sufre un cambio de distinta magnitud que muchas veces altera o detiene este proyecto que estaba en curso.
Hace varias décadas se ha documentado la importancia de factores externos al control individual, sobre el nivel de salud de una determinada comunidad: los denominados determinantes sociales y ambientales de la salud, que interactúan con otras variables (genéticas, infecciosas y de estilos de vida), definiendo finalmente la realidad de salud de cada persona.
La nueva Constitución es una oportunidad para intervenir en los aspectos relacionados con los determinantes sociales y ambientales de la salud. En la medida en que todos comprendamos la interacción entre la alimentación, el acceso al agua, la contaminación, el desarrollo económico sostenible, la educación, la vivienda, el medio ambiente y cómo inciden en la salud o enfermedad de las personas de una comunidad, podremos avanzar hacia unas condiciones que posibiliten un país, una región, una ciudad, más o menos saludable.
La organización del sistema sanitario y su financiamiento, es una arista práctica dentro del amplio tema de la salud, que debiera tener entre sus principios fundamentales la equidad y la universalidad, de tal modo que la asistencia sanitaria no dependa de la capacidad económica de las personas, sino que esté garantizada con un nivel de calidad, para todos los ciudadanos por parte del Estado, reconociendo la dignidad y la igualdad.
El trabajo de la Convención Constitucional puede permitirnos avanzar hacia un Estado garante de derechos. Lograrlo será responsabilidad de todos.
Pamela Schellman Jaramillo Pdta. Consejo Regional Antofagasta Colegio Médico de Chile A.G.
Volviendo al origen
En el recuerdo de las personas que nacieron en los 80-90 están los platos tradicionales chilenos. Habitual es en una conversación sobre las comidas, recordar con los seres queridos de aquella cazuela, porotos con riendas, pastel de choclo o preparaciones típicas de la zona en donde se creció o donde se vivieron las vacaciones.
En un mundo cada vez más acelerado, en el que los ritmos y el estilo de vida nos dificulta tener más tiempo para dedicarlo a la cocina, se han ido perdiendo poco a poco las tradiciones de preparar alimentos caseros con ingredientes frescos u orgánicos, propios de la cocina chilena.
Decir que se deberían preparar platos más saludables o volver al origen es un lindo discurso, pero requiere de un cambio de ritmo de la sociedad para ponerlo en marcha.
Por eso, el llamado es a que recordemos e intentemos volver, siempre que sea posible, a esas recetas de nuestras abuelas, madres, familiares, a esos alimentos y sabores de casa con los que crecimos que son sanos, nutritivos y respetuosos con los recursos de las zonas del país.
Pero más allá de la cocina chilena, debemos comenzar a tener una nutrición consciente, conocer y entender qué es lo que estamos consumiendo, qué ingredientes son los mejores para nuestro día a día y encontrar un equilibrio sano. Es momento de volver a lo natural, a lo propio, sin prohibirnos alimentos (salvo que exista una condición médica), pero concientizar cuándo es el momento ideal de consumirlos y en porciones adecuadas.
Eduardo Font, Universidad Autónoma
Desafíos en vialidad
Realmente el parque vehicular y las carreteras no se conjugan en el presente, creándose las congestiones que hemos conocido, lo que se agrava aún más cuando hay un accidente y, no existe la capacidad de las concesionarias para retirar un camión. Una solución es reactivar el transporte ferroviario de carga y pasajeros. Con ello disminuiría enormemente la presencia de camiones, entre otros factores, mejorando la seguridad y el desplazamiento. Otra solución a más largo plazo seria que las carreteras tengan tres pistas en ambos sentidos.
Julián Jorge Requena Sepulveda
Cachureos
A veces, una buena forma de hacer caridad es regalar esas cosas que se acumulan en los patios y bodegas innecesariamente. De paso, ayudamos a mejorar la imagen del barrio, evitar la presencia de ratones y efectuar una acción que beneficia la salud mental de la familia.
Ya no es sorpresa ver casas perdidas entre sus autos viejos y montones de cosas en deterioro, muchas de gran valor, pero inabarcables en una vida para dar reparo.
Juan Luis Menares Rodríguez