Axel Pizarro: el relato de uno de los absueltos por quema de locomotora
JUSTICIA. En julio de 2020, el en ese entonces menor de edad (17), fue detenido por su supuesta participación en un ataque incendiario a un tren del FCAB. Tras siete meses en prisión preventiva todos los cargos en su contra fueron desestimados.
"Soy completamente inocente, y se demostró en el juicio", asevera Axel Pizarro (19), absuelto en marzo pasado por el Tribunal de Juicio Oral de Antofagasta como uno de los tres imputados por un ataque incendiario contra la locomotora del FCAB y por desórdenes públicos ocurridos en el contexto del estallido social.
La resolución del Juzgado de Antofagasta también exculpó a S.A.P. En cambio, el tribunal dio a conocer un veredicto condenatorio en contra de C.A.Q.R., como autor de los delitos consumados de incendio y desórdenes públicos ocurridos en febrero de 2020 en la ciudad.
Aquel mes, según antecedentes expuestos por la Fiscalía de Antofagasta durante la audiencia de preparación de juicios oral por esta causa, los tres inicialmente imputados habrían atacado "deliberadamente" la locomotora Nº 1456 del ferrocarril de Antofagasta, entre las calles 21 de Mayo y Orella. Según la investigación de la fiscalía y relatos de los tripulantes del ferrocarril, los atacantes incluso lanzaron agua hervida al conductor del convoy contenido en un hervidor. "Con un encendedor le prendieron fuego a los asientos de la locomotora, para que luego se incendiara", sostuvo el Ministerio Público, durante el juicio, en que también se revelaron golpes con un objeto contundente a uno de los maquinistas del ferrocarril.
Al momento de su detención, ocurrida en un almuerzo familiar de domingo que alborotó el hogar de sus padres en julio de 2020, Pizarro figuraba como menor de edad (17). Debido a esa condición, se le trasladó a un centro de detención de menores.
El viernes pasado en el piso 21 de un departamento del sector centro sur de Antofagasta, que pertenece a una profesional que ha apoyado a las denominadas "Madres de la Plaza Colón" que se organizaron para lograr la libertad de sus hijos detenidos durante el estallido social, Pizarro en conversación con El Mercurio de Antofagasta por primera vez enfrenta a la prensa para abordar las causas de un proceso que lo mantuvo durante siete meses en un centro de internación para menores de edad.
Su detención cortó abruptamente su anhelo de llegar al fútbol profesional como cadete del CDA de Antofagasta. "Ya es difícil intentarlo nuevamente. Se perdió mucho tiempo", dice con resignación.
Sobre los antecedentes que eventualmente lo inculpaban como atacante del FCAB, Pizarro, cuestiona la validez de estos medios de prueba.
"Se decía que yo me había subido (al ferrocarril) con pruebas de declaraciones de otros menores imputados por otras causas", afirma. Su madre Karen Tello (39), presente en la entrevista junto a la polola de su hijo, interviene para señalar que las declaraciones de esos menores de edad ocurrieron sin abogados presentes. La Fiscalía de Antofagasta solicitaba contra su hijo una pena de seis años de internación en régimen cerrado con programa de reinserción social, y por el delito de porte de elementos incendiarios, a la pena de tres años de internación en régimen semicerrado con programa de reinserción social.
¿Qué ocurrió ese día, Axel, por qué finalmente se termina involucrando en el ataque al ferrocarril?
-En el contexto en que ellos me involucraron fue que yo participaba en las manifestaciones; y sí, lo hacía, pero de manera pacífica.
¿Pertenecías a la denominada Primera Línea?
-No, y tampoco nunca participé en destrozos. Tampoco podría acusarlos a ellos de algo (Primera Línea), porque lo que hacían era defenderse. Porque varios de los policías reprimían a gente que estaba manifestándose de manera tranquila. Yo participaba, como creo lo hacía la mayoría de los chilenos, para lograr un país justo, con menor desigualdad, y no solo de género porque aún existe entre hombres y mujeres; sino una menor desigualdad en pensiones, en el acceso a la educación, la universidad. Como fueron muchas de las demandas del estallido social (…) En nuestro caso, somos una familia humilde, siempre hemos buscado salir adelante de buena forma y nos hemos esforzado juntos. También en mi familia sufrimos un percance grave en tema salud". Karen Tello precisa que Pizarro se refiere a su tía, quien en una atención de urgencia debió aguardar desde las once de la mañana hasta horas las tres de la madrugada debió aguardar por un diagnóstico por un temor cerebral mientras desfallecía en la sala de esperas.
¿Qué ocurrió ese día, entonces, para que la Fiscalía llegara a acusarte de haber participado en el incendio del ferrocarril?
-Ese día yo iba a juntarme con un amigo, un poco más allá de donde ocurrieron los hechos. Cuando me dirigía hacia allá me encontré con mi primo, nos pusimos a conversar. En ese momento vimos que venía el tren de sur a norte. En el lugar había varios manifestantes intentando detenerlo; muchos se pararon en la línea férrea y comenzaron a atacarlo. Luego se subió un grupo de cuatro a cinco (manifestantes) y comenzaron a bajar a los conductores. Yo fui testigo de ese ataque, incluso pasaron cerca de nosotros (maquinistas del tren), incluso un vecino los ayudó. De un momento a otro comenzó a salir humo y llamas de la locomotora (…) Luego de eso nos retiramos".
La acusación del Ministerio Público sostenía que en tu poder hallaron tres cartuchos de escopeta, tres lacrimógenas percutidas, una máscara de color blanco y un escudo de confección artesanal que habrían sido incautadas desde tu hogar, además de fotografías que habrían servido como medios de prueba en tu contra ¿Cómo explica la posesión de estos elementos?
-Eso sí estaba en mi casa; pero yo los recogía por lo que estaba pasando, para tener un recuerdo de algo histórico de lo que sucedía en el país. Ese material estaba botado en todos lados, y ese tal escudo también lo había recogido de la calle. Nunca lo usé. En el caso de las fotografías, mostraban que estaba participando en las manifestaciones. El ataque al ferrocarril ocurrió en febrero y a mí me detuvieron en julio, por las dos dudosas declaraciones de testigos. Luego ellos en otra declaración dijeron que en ningún momento habían estado ahí. Solo uno me conocía, por el tema de que juego fútbol, pero no tenía contacto hace años. A ellos les hicieron firmar un papel, sin saber lo que estaban firmando.
¿Con la perspectiva del tiempo cómo evalúas todo lo que ocurrió?
-Impotencia y rabia, porque perdí un tiempo que pude aprovechar de mejor manera. Porque estaba haciendo cosas buenas, nunca había hecho algo malo. Estaba estudiando en el Liceo Comercial de Antofagasta (ISCA)… Logré titularme dentro (centro de internación). Lo más complicado fue cuando me dijeron que me iban a enviar a la cárcel de menores, además de la misma detención, porque nunca me había ocurrido. Aunque en el fondo estaba tranquilo, porque sabía que era inocente; incluso los mismos PDI me decían que sabía que yo no era (responsable). Eso era lo más difícil, saber que injustamente estaba detenido.
¿Hubo maltrato dentro de ese centro de internación?
-Sufrí amenazas de chicos de otras casas, porque así es el sistema de los presos, por decirlo de alguna manera. También sufrí la agresión de un funcionario (en centro de internación), y eso está en un proceso de investigación y con una demanda en curso. Por parte de la policía no hubo maltrato, pero sí de alguna manera en la Comisaría te hacían sentir que tú los había estado atacando a ellos.
¿Volverías a salir a la calle a manifestarte? luego de todo lo que has vivido.
-Si no hubiera pasado esto, volvería a participar; pero después de esto. Uno se queda con el miedo de que te puedan inculpar nuevamente por algo que nunca hiciste. En estos momentos no volvería a participar, pero si apoyaría. Creo que si ellos dicen que son la llamada Justicia, con una Policía de Investigaciones, deberían hacer bien su trabajo. Yo tampoco acuso a nadie, porque cualquiera se puede equivocar, pero ellos deberían darse cuenta en el momento y no llegar hasta el final, en el momento en que se miden abogados, jueces y fiscales.