Constitución vigente
En carta publicada el 25 de abril en este medio periodístico, bajo el título "Constitución", su remitente, don Rodrigo Sepúlveda Úbeda, hace referencia al texto constitucional vigente hoy en nuestro país. Al respecto, es necesario puntualizar: la Constitución que hoy rige en nuestro país es la promulgada por el expresidente Ricardo Lagos el año 2005, por Decreto Supremo N° 100 publicado en el Diario Oficial de 22 de septiembre del año 2005, con su firma y la de todos sus ministros. Esta Constitución derogó tácitamente la del año 1980, que ha pasado a ser parte de nuestra historia constitucional. Se comprenderá con facilidad que un país no puede tener dos constituciones vigentes al mismo tiempo.
En cuanto a su contenido, este se elaboró a través de sucesivos presidentes, congresos y parlamentarios a partir del año 1989 hasta el año 2005, en que se promulgó. Así, su carácter democrático, su vigencia y su modernidad son innegables.
Por otra parte, que la Constitución del año 2005 mantenga disposiciones o principios de la del año 1980, como nos recuerda el autor de la carta en comento, es de toda lógica; también mantiene disposiciones y principios de las constituciones de los años 1833 y 1925. Se trata de "continuidad constitucional".
En fin, Chile tiene una sola y única Constitución que lo rige, la del año 2005, la que seguirá rigiendo de obtener la opción rechazo la preferencia ciudadana en el plebiscito de salida.
Francisco Bartolucci Johnston
Funa
La funa aplicada contra algunos socialistas en la Convención Constitucional no solamente es una acción violenta, también, a mi parecer, podría demostrar en los hechos que muchas votaciones dentro de las comisiones o en el pleno estarían viciadas en razón que muchos convencionales no votan con libertad. Estarían amenazados de acciones violentas como las vistas en TV. La colusión ideológica se instaló en la Convención desde un comienzo, pero no se vio con tanta fuerza hasta hace unos días cuando se lee en voz alta los nombres de los amenazados y se les califica de "traidores". Esto quiere decir que muchos estaban de acuerdo en cómo votar, pero finalmente algunos se arrepintieron, generando la funa a los "traidores" y mostrado como ejemplo para que otros no se salgan del acuerdo.
Octavio Quiroz
Pensiones
Mucho se ha hablado y publicado últimamente acerca de las pensiones. Se habla de una eventual estatización de los fondos, del peligro que acecha a la propiedad de éstos y un largo etcétera. Soy pensionada del IPS y puedo decir con absoluta certeza que personas pensionadas en la misma fecha que yo, tienen una pensión equivalente a un 40% de la que yo recibo. La pensión del IPS se calcula por el promedio de sueldos de los últimos tres años y no por los fondos acumulados. Si yo hubiese cotizado en la AFP, tendría una pensión que no me permitiría tener un mínimo de comodidades en mi vejez.
La propiedad de los fondos ha permitido que los cotizantes saquen el 10% y nadie ha pensado en cómo será su vejez, tendrán pensiones de miseria pagadas por el Estado a costa de los impuestos.
No pretendo hacer ninguna propaganda, sino aclarar hechos de los que se habla sin conocimiento. Lo mismo que sucede cuando se habla de la Constitución de 1980, que ya no existe porque nos regimos por la Constitución del 2005, firmada por el Presidente Ricardo Lagos, que contiene cerca de 200 reformas con respecto a la anterior.
María-Rosa Vidal
Valores
En tiempos donde reina la desconfianza, es primordial propiciar la colaboración y facilitar avances conjuntos. Eliminar los obstáculos, salvar las diferencias y avanzar hacia el futuro es una carrera a contrarreloj.
Hoy, a las empresas, al gobierno y a los organismos públicos en genérico, se les demanda mayor empatía, compromiso, experticia y transparencia. Y si esos valores van anclados a una política de Responsabilidad Social Corporativa, la marca ya no solo aumentará su notoriedad y reputación, sino que empezará a ser vista como una institución con alma y corazón. Por consiguiente, se empezará a dedicar a todos sus públicos metas, quienes, en definitiva, le dan el pulso a la institución.
Hoy, las decisiones de compra o adhesión a una institución se toman por aspectos como el consumo responsable, de respeto al medioambiente o que garantizan que se ha producido en condiciones laborales justas. Las organizaciones que se preocupan por comprometerse y transmitir esos valores se acercarán con fuerza a sus ciudadanos. La integridad es más importante que la oferta.
Nicolás Ward Edwards