Castillo propone constituyente y la líder del Parlamento peruano dice que busca cerrar el Congreso
CRISIS. Gobierno propuso reforma para realizar consulta el próximo 2 de octubre.
El Gobierno peruano envió ayer al Congreso un proyecto de reforma constitucional que puede abrir el camino para la convocatoria de una asamblea que redacte una nueva Carta Magna, lo que obliga a las fuerzas políticas parlamentarias a posicionarse en este asunto y llegó a su líder, María del Carmen Alva, afirmó que lo que pretende el presidente Pedro Castillo es "cerrar" el Parlamento (ver recuadro).
Tres días después de anunciarlo en la ciudad andina de Cusco, Castillo presentó a Alva la iniciativa legislativa que busca modificar el artículo 207 de la Constitución para dar luz verde a la convocatoria de una asamblea constituyente.
El documento, aprobado en un Consejo de ministros extraordinario, plantea también incluir en las elecciones locales que el país celebrará el 2 de octubre próximo una consulta a los ciudadanos sobre si desean una nueva Carta Magna que sustituya la vigente, implementada en 1993 durante el régimen de Alberto Fujimori.
Así Castillo aterrizó una de sus principales banderas en campaña electoral y emplazó al Congreso, dominado por la oposición política, a tomar partido.
Petición de los suyos
El planteamiento no es inesperado, pero su vuelta a la palestra parece motivada por las protestas que han ido creciendo fuera de Lima desde hace cerca de un mes ante el incremento de precios y el aumento del combustible, donde se han escuchado, incluso, voces próximas al discurso de Castillo.
Estas voces reclamaban la convocatoria de una asamblea constituyente, una promesa electoral del gobernante que caló especialmente en regiones como Junín, donde se vivieron algunas de las protestas más violentas y tradicional bastión de Perú Libre, el partido que llevó al presidente a su cargo.
Las tímidas propuestas de avanzar en esta dirección que hizo el jefe de Estado el pasado viernes fueron ensalzadas en las redes sociales por el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, que llegó a enzarzarse en agresivas discusiones el fin de semana.
También el primer ministro, Aníbal Torres, reconoció ayer que la propuesta de la constituyente ha emanado de las protestas de la población que, al contrario de lo proclamado en algunos ámbitos, no estaban dirigidas exclusivamente contra Castillo, sino contra buena parte de la clase política en general.
Frente a esa clase política, parte de la sociedad peruana ha levantado la bandera de la constituyente como una suerte de solución mágica que termine con problemas enraizados en el país y que incluyen la inestabilidad perenne.
Ahora, todo queda en manos del Legislativo, al que Castillo instó a "tratar con preferencia" el proyecto porque, dice, "tiene carácter de urgencia".
Pero el proceso se vislumbra largo, pues primero debe pasar por la Comisión de Constitución, que preside la congresista fujimorista Patricia Juárez, donde se podría archivar o aprobar y, solo en este último caso, la propuesta podría someterse a debate y votación en el pleno.