Lan Lan, la poeta que no barrió la tumba de su madre
En "El trabajo del poeta" se tradujeron los versos que la escritora anotó en tiempos de pandemia. Allí se lee el dolor de no poder salir de Beijing por las cuarentenas que impuso el Covid-19.
La historia de vida de la poeta china Lan Lan (seudónimo de Hu Lanlan, nacida en 1967) es de novela. Nació en la provincia de Shandong y tuvo que entrar a una fábrica a trabajar a los 15 años. Sin embargo, eso no apagó su luz y pronto ingresó a la universidad a estudiar lengua y periodismo. En 1990 comenzó a publicar libros de poesía, los que a la fecha la tienen como una de las más reconocidas poetas en su nación. Además escribió libros infantiles y ejerció en medios de comunicación.
"El trabajo del poeta" (Ediciones UACh) es una antología de la escritura poética de Lan Lan. Parte con sus poemas referidos a la vida entre la naturaleza. Y sigue con los versos de ciudad, dedicados -ahora último- a la contingencia mundial en torno al Covid-19. Incluso dedica palabras a médicos que denunciaron el peligro de la peste y que murieron trabajando en recuperar a los enfermos. Cada poema va con la fecha de escritura y el texto en su idioma original.
Yanko González, director de Ediciones UACh y también poeta, enmarca el trabajo de Lan Lan: "Hay una corriente poderosa de poesía migrante (poetas-trabajadores desarraigados en la ciudad) como el gran Guo Jinniu, pero también encontramos poetas hiperbólicamente urbanos como Yi Sha o Sun Wenbo. Justamente, Lan Lan ha ido fluyendo entre mundos, la ciudad y la pequeña aldea, pero nunca ha terminado de llegar. He ahí su singularidad y riqueza". "El trabajo del poeta" es parte de la colección en gran formato de traducciones Caballo de Proa.
Desde México se realizó esta traducción, a cargo de Radina Dimitrova, académica de la UNAM con vastas traducciones y estudios en la lengua china. Dimitrova hizo también la selección y prólogo de "El trabajo del poeta".
Ella nos explica el seudónimo Lan Lan, que significa Azul Azul: "en la cultura china tiene connotaciones bastante similares a las nuestras, es un color que evoca una sensación de inmensidad, de un espacio que no tiene fronteras, de lirismo. Así mismo me lo explicó ella el día de hoy".
Esa sensación de inmensidad parece la de la naturaleza, transversal a "El trabajo del poeta", porque si en las primeras páginas estamos rodeados por ella, en las últimas se la extraña. Para Dimitrova, "la naturaleza se plasma con muchísimo realismo, porque para los chinos tradicionalmente es muy importante".
"La presencia humana está representada de manera muy justa. El hombre es una muy diminuta parte de la naturaleza. Se escucha y se percibe la voz poética, pero esta nunca está peleada con el entorno natural. 'Ante la naturaleza nadie es ateo' , escribió Lan Lan, porque en medio de la naturaleza, nadie está a salvo de sentir esta poderosa fe que nos posee", reflexiona.
Sobre la huella que dejó el trabajo de la fábrica en la poeta entonces adolescente, la traductora considera que "Lan Lan se tuvo que sumergir en los trabajos de la fábrica, mucho antes de soñar y realizar estudios. Los ámbitos de trabajo que describe son muy poco amables con el ser humano. Por esto elegí a propósito un poema sobre los mineros, tal vez el más pesado en el sentimiento de todos los que he leído. Ni siquiera los poemas de la pandemia de Lan Lan tienen esta macabra oscuridad. Aquel poema sobre los mineros es tenebroso y escalofriante".
Quizá por eso, tienta la traductora, "ella siempre voltea la mirada en busca de las prístinas emociones que vienen de la naturaleza. Frente a un entorno de muchos ruidos, polvo, sonidos estridentes, incluso escasez de alimentos, uno necesita desviar la mirada de los ojos y el alma hacia algo más armónico".
"El trabajo del poeta" recibe su nombre del poema del mismo nombre, que reza así: "Toda la noche, el fuego ruge/en la fragua.//La sombra dibuja un remolino con sus brazos/ y -pulgada tras pulgada a golpes incrusta/ al herrero en el silencio del yunque".
Barrer las tumbas
A medida que avanza el libro, Lan Lan va dando muestras de su compromiso con la contingencia. Así escribe sobre los pueblos del SIDA, epidemia que se difundió en el país oriental por la venta de sangre y que aísla a los enfermos. Para Dimitrova, "esos pueblos son una llama que se extingue lentamente, con muy poca atención por parte del mundo exterior. Lan Lan llega a estos temas por su honestidad y sensibilidad".
Los últimos poemas del libro se refieren a la epidemia contemporánea, el Covid-19, justamente surgido en China. Estos poemas fueron traducidos originalmente por Dimitrova para la Bitácora del encierro que se escribió entre muchos autores convocados por la Universidad Autónoma Metropolitana de México. Fueron escritos sobre el dolor de los hechos.
Fuera de los poemas que abordan la realidad médica china, la traductora destaca "El día de barrer las tumbas", que refiere a la festividad donde "la gente vuelve a sus lugares nativos y visita los cementerios".
Al primer año del fallecimiento de su madre, Lan Lan no pudo viajar a hacerlo. Según nos relata Dimitrova, "sufría inmensamente no poder atender, barrer y hacer homenaje la tumba de su madre, que queda en la provincia, porque estaba encerrada en Beijing".
Nuevamente la traductora reconoce "la presencia de la naturaleza en este poema, de forma casi divina. Describe los colores de las flores del campo e incluso a su tío, que fue la persona encargada de atender la tumba. Imagino que ella soñaba con estos campos, con estas florecitas, hierbitas y plantas. Las recreaba en su mente en la desesperación de no poder ir y estar allí, en estas tempranas flores de primavera y la ofrenda de su tío en la cesta".
lan lan debió trabajar en una fábrica a los 15 años. ese tiempo también se trasluce en su obra poética.
El Trabajo del Poeta
Lan Lan
Ediciones UACh
80 páginas
$15.900
Por Cristóbal Gaete
"(La autora) sufría inmensamente no poder atender, barrer y hacer homenaje a la tumba de su madre".
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