"Lo queramos o no, allá a finales de junio ya estaremos instalados en un tiempo de campaña"
Hace cinco años que Darío Quiroga vive en Santiago. El sociólogo, que en 2012 fue concejal por Calama, actualmente es parte del podcast La Cosa Nostra, junto a su colega Alberto Mayol y el periodista Mirko Macari, y en donde analizan el vertiginoso acontecer político que rodea al país.
El sociólogo abarca los datos entregados por diversas encuestas, que reflejan una inclinación hacia la opción del rechazo en el plebiscito de salida del proceso constituyente. Incluso en la encuesta desarrollada por La Cosa Nostra muestra esta tendencia, con un 37% por la opción "Es seguro que votaré rechazo", frente a un 23% que tuvo su contraparte del Apruebo.
El rechazo va campante según las encuestas, ¿se acabó la mística del Apruebo del plebiscito de entrada?
-Diría que está suspendida, y creo que hay posibilidades de que, a partir del 4 de julio, ya con el nuevo texto constitucional, con el borrador puesto encima de la mesa, se recupere.
Mirko Macari ha dicho que la Convención se desconectó "de la calle", ¿cree que la CC perdió conexión con la gente?
-Creo que no. Tengo una visión distinta, un matiz respecto a lo que plantea Mirko (...). Era súper esperable, si uno lo piensa, que hubiera muchos debates y muchos desacuerdos. Desacuerdos que después de que se generan y se profundizan, llegan a acuerdos. Lo que nosotros hemos visto es un periodo de una intensa discusión a la que Chile no estaba acostumbrado. Entonces se provoca una paradoja, y que es que una de las razones por las cuales hubo estallido social, 80% de Apruebo en el plebiscito y que se esté escribiendo una nueva Constitución, es porque la gente estaba muy cansada de las cocinas, y de que unos pocos, a puerta cerrada, definieran las políticas del país, sin que la gente participara. Y ahora, que eso está sucediendo, y está sucediendo de manera transparente en una casa de vidrio, que sabemos todos los días hasta lo que se conversó en el patio entre los convencionales, pareciera que no estábamos tan acostumbrados, o decimos que no nos gusta tanta participación. Tal vez quisiéramos que la cosa fuera un poco más ordenadita. Pero es una paradoja. Y yo creo que eso tiene que ver también con un aprendizaje democrático, al cual la sociedad chilena debiera acostumbrarse. Porque a la larga estos procesos, que son más enredados, más dificultosos, donde cuesta llegar a acuerdo, es porque son abiertos a la comunidad.
Insisto, si no es esto, lo otro es la cocina política a la cual estuvimos acostumbrados durante 30 años.
Entonces, al ser tan transparente, ¿es muy pronto hablar de que ganará el Rechazo, o de una tercera vía?
-Absolutamente. De hecho, yo que participo en La Cosa Nostra nunca estuve muy de acuerdo con que hiciéramos esa pregunta. Soy crítico de que se haga esa pregunta, porque es una que encierra un engaño implícito: tú preguntas por el Apruebo o el Rechazo, pero en realidad, cuando a la gente le preguntas hoy, en realidad lo que se evalúa es a la Convención. Y son dos cosas distintas. Uno evalúa a la Convención, ¿y qué sabemos de ella casi todos los días en este último tiempo? El desacuerdo. Cuando se logran acuerdos, se sabe poquito. Y eso es natural. Así funcionan los medios, y funcionan así porque así funciona la gente. Uno, en general, las noticias que son ordenaditas y claritas no interesan mucho, son fomes. Interesa el conflicto. Si en un reality los participantes se llevaran bien, desde el primer hasta el último capítulo, ese reality no tendría ningún rating.
La chimuchina vende...
- ¡Pero obvio! Y de verdad, yo interpelo a las personas, a cualquiera. Cuando uno ve un programa en la tele, un reality, ¿qué es lo que se busca? Conflicto. Y después la resolución del conflicto. Si no, no hay rating. Bueno, de alguna manera eso es lo que ha pasado, y por lo tanto la pregunta que se hace es más bien sobre la evaluación de la Convención, y que nos parece muy desordenada. E insisto, es lógico que sea así.
Ahora, en lo que sí creo que hay una alerta, es que evidentemente tantos meses de esta 'prensa negativa' -no culpando a la prensa, sino que en el sentido de lo que se sabe de la Convención-, creo que sí hay una cosa que -quizás hace algún tiempo atrás no habría calculado- que cuando se inicie, a partir del 4 de julio, los dos meses de campaña por el Apruebo o el Rechazo, es cierto que el Apruebo llega un poquito abollado. Eso es una realidad, y por eso partía diciendo que lo de la mística es clave, para poder, a partir de esa fecha, limpiarse rápidamente de lo que sucedió, y que la discusión se empiece a centrar -que a mi juicio es lo clave-, en ver si los chilenos y chilenas quieren una nueva constitución de estas características, o prefieren mantener la constitución del '80, de la dictadura militar.
La nueva política
¿Le jugó en contra al gobierno -y sobre todo al Presidente Gabriel Boric-, toda la mística y expectativas de su campaña de segunda vuelta?
-Lo que pasa es que la campaña tienes que ganarla, y era indispensable esa mística. Yo creo que eso fue súper clave. Me acuerdo que justamente con Mirko y con Alberto Mayol dijimos lo mismo varias veces hace un año: "da lo mismo quién gane la próxima elección, porque la desafección ciudadana, respecto a las elites, en este caso la política, es muy grande" (...). En ese contexto, era bien entendible que el gobierno que fuera tuviera a los pocos meses con bajos niveles de aprobación. Hoy en día todos nosotros estamos más cercanos a evaluar negativamente cualquier cosa. Por eso, cuando uno lo analiza, la crisis no es solo de la representación del Presidente de la República. La crisis también está en la representación en organizaciones, hasta de base, hasta en la juntas de vecinos, en los sindicatos. O sea, la gente participa poco, y cuando participa, en general se queja, sin comprometerse mucho con la acción. Entonces, era bastante esperable. Eso, claro no quita que ha sido un aterrizaje -como el propio Presidente lo ha dicho-, con muchas turbulencias, y con muchísimos errores.
¿Se le agotó el capital político a la ministra (Izkia) Siches?
-Me cuesta evaluar el tema de la ministra Siches, primero porque le tengo aprecio. La acompañé a la gira nacional en segunda vuelta. Entonces tengo un cierto afecto. Creo que, en el formato clásico, sí, se le agotó el crédito político. Pero creo que en estos tiempos líquidos que vivimos, cada día puede ser un nuevo amanecer. Si efectivamente uno es capaz de leer bien los errores que cometió, y cuáles son los activos que podría generar. Izkia tiene un activo que tienen pocos dentro del actual gabinete, que es una capacidad de conectar más allá del público tradicional del Frente Amplio. Eso se vio con claridad en la segunda vuelta. Ese es un activo súper importante.
Lo queramos o no, allá a finales de junio creo que ya estaremos instalados en un tiempo de campaña. Y en ese espacio, una ministra del Interior, que mostró buena performance en una campaña, puede ser... aunque alguien dirá que eso no lo hacen los ministros del Interior. Pero bueno, esas son parte de las cosas novedosas de esta nueva política, y pudiera ser que Izkia en el gabinete sea un activo. Pero para eso tiene que parar el sangrado de sus errores, y creo que lo está haciendo.
"Izkia tiene un activo que tienen pocos dentro del actual gabinete, que es una capacidad de conectar más allá del público tradicional del Frente Amplio".