Pablo Orellana G.

El pasado lunes 10 de mayo un sismo de 6.8 grados en la escala de Mercalli sacudió al Norte Grande y cuyo epicentro tuvo como origen a 60 kilómetros al este de la comunidad de Socaire, movimiento telúrico que fue percibido en la mayor parte de las ciudades de esta zona e Chile y en especial en la Provincia de El Loa.

Según reportó el Centro Sismológico Nacional de Chile, el sismo se produjo a una profundidad de 255 kilómetros a las 19.06 de la tarde, 60 kilómetros al este de la localidad, con latitud -23.371 y longitud -67.349.

Además de Socaire, el sismo impactó en Sierra Gorda, Quillagua, Calama, Mejillones y Tocopilla, entre otros, señaló la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi).

Pablo Salucci, geólogo de la Universidad Católica, explicó que el sismo ocurrido en Socaire, "debido a su gran profundidad se reconoce como un sismo intraplaca, es decir, la ruptura se produce al interior de la placa Sudamericana y no en la zona de interacción entre la placa de Nazca y Sudamericana, donde son más habituales los sismos en nuestro país".

El Norte Grande, El Loa, y particularmente la zona costera, "está identificada como 'brecha sísmica', ya que es un lugar que no ha tenido un gran terremoto (superior a 8.0 Mw) desde 1868 y 1877, salvo el terremoto de Iquique de 2014, el cual solo rompe un segmento del área que se espere que rompa ya hace años", explicó el geólogo.

Gustavo Riveros, geólogo de la Universidad Católica del Norte, agregó que "esta latencia es permanente. Pronosticar un gran terremoto es muy complejo. Lo cierto es que aún no se ha producido una liberación de energía sísmica, y puede que esta no sea liberada de una sola vez, pero puede llegar en cualquier momento y manifestarse en cualquier punto de la zona norte. De ahí la importancia de que la comunidad esté siempre muy bien preparada y asimilando que se trata de un fenómeno inevitable".

Intensidad

Las características de este posible gran terremoto son preocupantes: su magnitud superaría fácilmente los 8 grados en la escala sismológica de magnitud de momento y podría incluso acercarse a la del terremoto de Valdivia de 1960, el más fuerte registrado en la historia según los expertos.

En Calama se han registrado movimientos telúricos de alta intensidad, en un historial la ciudad tiene al año 1953 como uno de los hitos cuando el día 6 de diciembre un sismo de 8.3 grados en la escala de Mercalli se dejó sentir con fuerza pasadas las 16 horas, lo que finalmente produjo una serie de derrumbes, y también de temor debido a los efectos y la sensación que dejó en la comunidad. De ahí que se pronostique un fuerte manifestación de energía sísmica que está el latencia.

Pablo Salucci considera que la posibilidad de un terremoto de importancia aún es latente. "Los terremotos intraplaca son menos frecuentes en nuestro país con respecto a los interplaca, y por lo mismo, tenemos menos registros e investigación de estos eventos, pero pueden ser muy peligrosos. Basta recordar el terremoto de Chillán de 1939, que fue un sismo intraplaca que hasta hoy es el que mayor número de víctimas fatales ha generado".

Los movimientos telúricos, incluido el más reciente de Socaire, nuevamente activan la alerta y la teoría de un posible gran terremoto para el norte grande, el que abarcaría las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, y la región peruana de Tacna. Los expertos han explicado que aún no se libera toda la energía sísmica acumulada, lo que abre la opción de que realmente ocurra.

"Si bien Chile es un país sísmico debemos entender que se trata de una condicón natural. El estar siempre preparados es clave. La ocurrencia de este fenómeno es un evento que está ahí y que puede liberarse en cualquier momento y eso debemos entenderlo como algo que está por venir", dijo Gustavo Riveros.

1953 año en que se produjo el mayor sismo en Calama y que marcó 8.3 grados en la escala sismográfica.

8 grados de intensidad podría marcar una gran liberación de energía sísmica en el Norte Grande.

19.06 horas del pasado lunes 10 de mayo se registró el último gran movimiento telúrico en el norte del país.

3 regiones del NorteGrande podrían verse afectadas por una posible gran liberación de energía sísmica.

Transferencia Plan Hidrológico para proteger Lagunas Altiplánicas es el nombre de este proyecto de relevancia medioambiental, científica, tecnológica, patrimonial y cultural, que impulsa el municipio de San Pedro de Atacama y que tiene como propósito el desarrollo de un plan de monitoreo hidrológico ambiental para proteger y conservar las lagunas altiplánicas.

El proyecto, que fue financiado por el Gobierno Regional mediante el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional, comenzó en mayo del 2021 y finaliza el 31 de mayo del 2022, y estuvo enfocado en dos lagunas modelos que han sido poco intervenidas, que corresponden a las lagunas La Punta y La Brava, en el Salar de Atacama, sector de Peine.

Sin embargo, debido a que estos lugares comparten características similares como altas tasas de evaporación, escasez hídrica, alta radiación solar, y potencial impacto de la industria, es que el plan de monitoreo podrá ser implementado a futuro en cualquier laguna altiplánica de la región.

El proyecto estuvo liderado por José Luque, doctor en geología, académico del departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad Católica del Norte e investigador hidrogeólogo del Centro de Investigación Tecnológica del Agua en el Desierto (CEITSAZA), quien dijo que "el proyecto ha entregado una plataforma tecnológica y el desarrollo de un software que permitirá gestionar de forma eficaz los datos hidrológicos e hidrogeológicos del estado ambiental de las lagunas La Punta y La Brava. Con la consecución de este proyecto, y con la entrega de la plataforma web para la gestión de los datos del Plan Hidrológico, a partir de ahora, y durante el año 2022, se busca continuar a corto plazo con una segunda fase donde se fortalecerá la plataforma tecnológica".

El objetivo fue proponer y transferir un plan de monitoreo hidrológico ambiental que tome en cuenta el aporte de las salmueras en las lagunas altiplánicas para futuros planes de conservación.

Dos lagunas, La Punta y La Brava, ya comenzaron con estos monitoreos del programa de conservación.

Software instalado entregará información relevante sobre el estado de las lagunas altiplánicas.