Macondo Político
Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
En una serie de escritos, entre ellos Cien Años de Soledad (1967), el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez se refería a Macondo como aquel pueblo (ficticio) fundado por la familia Buendía, específicamente por José Arcadio y Úrsula. Este pedazo de tierra mítica- real "representa la creación, evolución, progreso y apocalipsis del ser humano y su evolución en la Tierra, pero inmerso en un rosario de historias plagadas de batallas y guerras; gentes desbordadas de pasión porque lo que buscan, en el fondo, es el amor, esa es su principal guerra, las batallas consigo mismos por sus pasiones y deseos en perpetua adolescencia. La angustia de ser devorados por el olvido y la soledad" (Winston Manrique Sabogal, "Macondo en la Tierra o las raíces reales de 'Cien años de soledad'", 2007).
El origen etimológico del concepto se asocia a plátano (bantú), por lo cual referirse a Macondo es hablar simple y llanamente de una zona bananera. Esta expresión ha sido peyorativa para designar a los países caribeños y su concepción de gestionar la política tan cerca de la corrupción y tan lejos de una gobernanza ética. Más allá de esto, lo macondial también está presente en la percepción del clima psico-sociológico de una ciudad: lo que recuerdo de Macondo es justamente ese pueblo chico, infierno grande, y como bien decía Manrique Sabogal, en una eterna adolescencia.
El hecho de vivir en una eterna pubertad política tiene el encanto de dar espacio a la creatividad, a la espontaneidad y a la frescura de ideas nuevas. Sin embargo, este período es corto en el ser humano, pese a prolongarse cada vez más en las recientes concepciones biológicas y psicológicas de la juventud. En los 90s, la Teoría Política Económica Internacional describía a las 'democracias púberes' como 'nuevos ricos', dado que se presentaban como naciones-estado económicamente desarrolladas, pero políticamente frágiles. David Caldevilla Domínguez llama 'democracias todavía no asentadas' (2015), a lo que yo enuncio como estadios inmaduros de regímenes democráticos, o simplemente sistemas políticos adolescentes, pensando que la adolescencia es aquella etapa en que nos transforma de niños/as a adultos/as. Pero de esto a tener gobiernos pre-púberes, ya creo que se requiere mucho grado de tolerancia para una ciudadanía post-estallido y en plena quinta ola de la pandemia.
El país vive en este estado infinito de 'Peter Pan', habría que remontarse a varios gobiernos para ir analizando la madurez política que hemos alcanzado. Nuestra adolescencia política está determinada por el paso de los enclaves autoritarios a los de transición, que han provocado una fragilidad e inmadurez institucional, la bipolarización del sistema político, y la escasa educación cívica que muchos sectores de la sociedad presentan en sus currículos de estudio y organizaciones de base. En definitiva, nuestra pubertad política no ha permitido el desarrollo de una verdadera cultura política ciudadana. Por ejemplo, en el actual gobierno, los errores comunicacionales y políticos, inclusive en política exterior, dan cuenta de que nos falta mucho por 'alargar pantalones y polleras', y hacer de la gobernanza del país un verdadero servicio público de excelencia, de calidad y con capacidad de accountability institucional.
La situación en nuestra ciudad es aún peor, definitivamente estamos viviendo en un verdadero Macondo. El caso de los 'WhatsApp papers' del municipio viene a crispar aún más los ánimos ciudadanos ya alterados por la cuestión migratoria y, más actualmente, por la crisis incendiaria en el ex-vertedero. La autoridad edilicia no asume las responsabilidades de su cargo, hay un abandono total de los deberes para con la ciudad y sus ciudadanos/as, y la agenda Plan 9, tan poco conocida desde sus inicios, sólo se reduce a pobres eslóganes propagandísticos de que la 'Perla volvería a brillar'. Nunca se delineó una planificación estratégica de la comuna y sus tácticas para abordar los problemas graves que enfrentamos. Esta ciudad no merece ser un Macondo olvidado o recordado en matinales por la vergonzosa pubertad política de sus gobernantes, sino más bien una gran 'California' pujante, internacionalizada, y con un gran desarrollo y crecimiento económico y social.
"La situación en nuestra ciudad es aún peor, definitivamente estamos viviendo en un verdadero Macondo. El caso de los 'WhatsApp papers' del municipio viene a crispar aún más los ánimos ciudadanos ya alterados por la cuestión migratoria y, más actualmente, por la crisis incendiaria en el ex-vertedero".