Expertos advierten daños irreparables a la Reserva Nacional La Chimba por emanaciones tóxicas de incendios
MEDIOAMBIENTE. Las nubes de humo que arrastra el viento constituyen una grave amenaza a la biota de una reserva que ya presenta riesgos por la falta de guardaparques y la intervención irresponsable del hombre.
Pese a ser una Reserva Nacional con una enorme riqueza en su biodiversidad - la que quedó registrada recientemente en la "Guía de Campo: Biodiversidad de la Reserva Nacional La Chimba".- los daños y efectos sobre el sector, producto de los continuos incendios, resultan un tanto postergados y poco abordados por las autoridades de turno.
Esa una de las principales preocupaciones manifestadas por investigadores y académicos de la Región, quienes recalcan los graves efectos en el tiempo sobre la flora y la fauna que generan megaincendios como los observados a principios de junio
Mauricio Mora, magíster en Medioambiente de la Universidad de Melbourne y exdirector del Proyecto FIC-R Plan de Recuperación Reserva Nacional la Chimba, señala que dentro los principales riesgos asociados a la presencia de quemas y sus efectos en la biota de La Chimba se encuentra el continuo vertimiento de sustancias tóxicas, dado que los vientos predominantes terminan llevando cerro arriba buena parte de los elementos que se incineran en el vertedero y terrenos aledaños.
"Más aún que ya no son episodios puntuales, sino una constante. Esto podría implicar impactos ecológicos difíciles de predecir en la rica biodiversidad que recientemente hemos podido documentar en la Reserva Nacional La Chimba, con más de 350 especies nativas confirmadas en la "Guía de Campo…" la que hace un mes atrás publicamos, tras 20 meses de trabajo del proyecto", señala.
Para el médico veterinario, la recurrencia de emanaciones tóxicas no solo alteran la atmósfera del ecosistema frágil del desierto costero, sino que producen efectos directos en la flora y fauna que tienen baja o nula movilidad como por ejemplo, gastrópodos, reptiles, flora vascular o líquenes "no cuentan evolutivamente con la capacidad de migrar ante este tipo de amenazas. Por ende, cualquier daño significativo o alteración del hábitat de estos grupos podría eventualmente tener serias repercusiones en su capacidad de supervivencia, más aún si consideramos la presencia de 13 especies formalmente clasificadas en riesgo de extinción por el Ministerio del Medio Ambiente que tienen presencia en la Reserva", afirma.
Medidas de urgencia
Dada la magnitud de los incendios y los serios daños que generan a quienes viven en sectores cercanos a La Chimba, las autoridades regionales implementaron una serie de medidas a fin de contener la aparición de nuevos incendios; entre esas medidas resalta la limpieza del sector, el cierre perimetral del exvertedero y la presentación del plan de remediación ante la autoridad ambiental. La mayoría de ellos, sin embargo, requiere la participación de la municipalidad quien ha sido instada por las autoridades sectoriales a acelerar la gestión en dichas materias.
El exdirector del proyecto de recuperación de La Chimba, concuerda con las medidas implementadas a las que agrega la urgencia de la disposición de guardaparques, ya que recuerda, la reserva hace casi 30 años que no tiene profesionales apostados que vigilen y ayuden en su conservación.
"Nos parece urgente también que se pueda resolver al más breve plazo posible la ausencia de personal guardaparques en la unidad. Confiamos que esta nueva administración, en su afán de convertirse en el primer gobierno ecológico, en base a los nuevos antecedentes que disponemos sobre la biodiversidad del sector, que incluye por ejemplo la presencia de tres especies "En Peligro Crítico de extinción", pueda tomarle el peso a esta gran problemática de la ciudad y dotarla prontamente de un cuerpo de guardaparques que permita la protección efectiva del área silvestre protegida, antes de que sea demasiado tarde" y agrega "Nos parece que ese sería un hito muy triste y que no hablaría bien de la importancia que como sociedad le otorgamos al cuidado de nuestro patrimonio natural"
Nuevas autoridades
Para Mora resulta paradójico que entre los principales problemas urbanos que registra la ciudad se indica constantemente la falta d áreas verdes, ello pese a que la RNLCh se encuentra a menos de 30 minutos de la Plaza Colón. Para Mora, lo anterior indica la falta de valoración de una reserva que cuenta con enormes atracciones para la práctica del trekking y la vida al aire libre.
"Sin embargo, el acceso al área silvestre, supuestamente "protegida", brinda una triste postal al estar rodeada de microbasurales que se arrastran por años y que ninguna autoridad ha liderado para alcanzar una solución. Hemos sabido de muchos entusiastas y establecimientos educacionales que están visitando con más frecuencia la Reserva, no obstante, es muy triste evidenciar que en los metros previos a la llegada a un área silvestre protegida por el Estado, se deban atravesar focos de basura e insalubridad".
La "Guía…" elaborada por el equipo encabezado por Mora, describió 350 especies en la Chimba, de las cuales al menos 13 se encuentran en riesgo y 3 en peligro de extinción. A factores estructurales como el cambio climático, o la intervención irresponsable del hombre, se suman ahora factores nocivos como las quemas que aumentan el riesgo de desaparición de muchas de ellas.
"De no realizarse con premura las gestiones para consolidar los avances para la recuperación del área realizados desde 2017, se corre el riesgo de perder buena parte del camino avanzado. Si bien existen amenazas más complejas de resolver como el cambio climático, está en manos de nosotros como sociedad poder resolver problemáticas urgentes como la limpieza del acceso y la presencia de guardaparques, que permitiría fiscalizar en terreno el cumplimiento de las normativas del lugar y disminuir las amenazas que afectan a la biodiversidad única presente en la Reserva", finaliza.