El combate al crimen organizado
En Calama se reunió por primera vez el Comité Regional, en el que las policías y las autoridades delinearon el trabajo que debe efectuarse para hacer frente a este flagelo. No son simples delincuentes, están jerárquicamente estructurados, con la tecnología adecuada, con redes de contactos y estudiosos de cada paso que dan.
Ni los análisis ideologizados o conspiranoicos, que según sus detractores buscan distorsionar la realidad, resisten una verdad que preocupa y esa es el avance del crimen organizado en todo el país. Bajo condiciones particulares de cada zona estas organizaciones han logrado permear los controles, instalarse y articular lo necesario para extender sus ilícitos con altas posibilidades de éxito.
En la denominada Macrozona Norte el narcotráfico, el contrabando, tráfico de migrantes y trata de personas se han masificado y ya están tocando la puerta de todos los vecindarios. La prueba más palpable de ello es que los fuegos artificiales que anuncian la llegada de nuevos cargamentos de droga es posible verlos en los diferentes sectores de la ciudad, casi a diario.
Ello acompañado de disparos al aire de armas cortas y largas que lo hacen para demostrar el poder de fuego que tienen y para amedrentar a quienes intenten denunciarlos.
Por está razón es plausible la determinación de gobierno de coordinar a los involucrados en el combate de este tipo de delito, liderados por las autoridades y con las capacidades suficientes para actuar frente a organizaciones que operan con un alto grado de preparación y con los recursos necesarios para vulnerar los controles policiales.
No son simples delincuentes, están jerárquicamente estructurados, con la tecnología adecuada, con redes de contactos y estudiosos de cada paso que dan. Debido a lo anterior es que la coordinación es sencillamente obligatoria para impedir que lleguen a niveles difíciles de erradicar con la simple acción policial.
Los ejemplos en Latinoamérica se repiten y las consecuencias son por todos conocidas, en las que el respeto a las leyes, a los convenios y a la dignidad humana están lejos de ser sus principios a considerar.
Se dio el primer paso que es concretar la intención de conformar equipos multidisciplinarios que atiendan el problema y se coordinen. Falta conocer los recursos que se dispondrán para adquisición de vehículos preparados, tecnología y el material humano disponible.
Como se ha comentado con anticipación las buenas intenciones deben estar acompañadas de fondos para asegurar su éxito. Lo positivo es que ya se dio el primer paso.