"No hay nada más parecido que un rostro humano al desierto"
Con la presencia del Premio Nacional de Literatura 2000, el poeta Raúl Zurita se dio por inaugurada el día de ayer, una nueva versión de la Feria Internacional del Libro Zicosur, FILZIC 2022.
En entrevista con este medio, el poeta, ganador de importantes premios internacionales y cuya obra ha sido traducida a más de una decena de idiomas, entre otros, el alemán, inglés, italiano, ruso, bengalí, sueco y chino, se refirió a su vida y obra, además de abordar temas de contingencia actual.
¿Usted es Ingeniero Civil, cómo deriva a la poesía?
-La verdad es que yo podría haber sido cualquier cosa, es como si la poesía hubiera decidido por mí, de pronto me veo haciendo esto. Tiene que ver con la historia de Chile, la desesperación del Golpe. Arte, vida, poesía están en una profunda relación, son la misma cosa y, al mismo tiempo, muy distintas: no hay nada más cercano a un libro acerca de tu vida que tu propia vida, al mismo tiempo lejana. Hay una relación contradictoria, muy fuerte. No hay nada más humano que el arte, sobre todo en su desesperación.
Pertenezco a una generación a la que nos pilló el Golpe, estábamos en un Chile extremadamente oscuro y pretendimos hacer un arte desde los espacios que nadie ocupaba, el espacio público. Una generación que Ronald Kay llamó "la escena insumisa".
Usted, en parte de su obra, le da un lugar muy relevante al paisaje, a la geografía, ¿qué es lo que lo conecta al desierto?
-Mírese un poco para dentro y va a ver el desierto (ríe). No hay nada más parecido que un rostro humano al desierto, sus colores; en los rostros de los hombres vemos presentes todos los matices que tiene el desierto.
¿Qué opina de la relación entre el creador y la llamada industria cultural?
-Hoy, las calles están llenas de letreros: es forma de ocupar el espacio público puede ser maravillosa o puede ser terrible. No tengo una opinión formada acerca de la "industria" y no me importa no saberlo, es otra cosa. Yo me declaro anti neoliberal, anti capitalista y anti imperialista. No veo un interés de la industria en el arte. La industria está produciendo cine o series extraordinarias, por otra parte, pero no existe una suplantación de la industria en el arte. Al mismo tiempo que en Viña del Mar hay una exposición acerca del arte de protesta extraordinaria, se realizan murales maravillosos en las calles. El espacio público es un espacio en disputa.
Usted es muy activo opinando acerca de la memoria y la contingencia ¿cuál es su opinión acerca de la Convención Constituyente?
-La Convención Constituyente es el pueblo de Chile, en todas sus tremendas flaquezas y sus virtudes, lo tiene todo, por eso pasaron tantas cosas ahí dentro. Ahí se encontraron todas las culturas, las distintas formas de expresarse, tenía que ser necesariamente caótico para ser esplendorosa.
Yo espero lo mejor de este nuevo Chile, siempre espero lo mejor. Es un camino largo que, con seguridad, será lleno de obstáculos, obstáculos que nosotros mismos vamos poniendo, muchas veces.
Tengo una gran esperanza, veo una sensibilidad nueva y la Nueva Constitución es un gran marco para que esta nueva sensibilidad, florezca.