Astrónomo explica asombroso nuevo descubrimiento del VLT
CIENCIA. El agujero negro en VFTS 243 se encontró después de seis años de observaciones de la nebulosa de la Tarántula, gracias al espectrógrafo (FLAMES) que opera en el complejo Very Large Telescope (VLT) de Paranal.
Denominado VFTS 243, el que fue dado a conocer esta semana en la revista 'Nature Astronomy', es el nuevo descubrimiento del telescopio Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), ubicado a 120 kilómetros de Antofagasta. Se trataría de un agujero negro inactivo, el primero en su tipo en ser descubierto fuera de nuestra galaxia.
En la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina de la Vía Láctea, a unos 160.000 años luz de distancia, un equipo internacional de investigadores descubrió el agujero negro inactivo. El objeto, de un tamaño de al menos 9 masas solares, se originó a partir de una estrella azul caliente con una masa 25 veces superior a la del Sol, que desapareció sin dar señales de una potente explosión.
Al respecto, el Dr. Danilo González Díaz, astrónomo postdoctoral del Instituto de Astronomía de la Universidad Católica del Norte (UCN), explicó que los agujeros negros como el VFTS 243 suelen formarse cuando nace una estrella con más de 15 veces la masa del Sol y colapsa por la acción de su propia gravedad.
"Esto ocurre al final de la vida de las estrellas, cuando se agota el combustible que las mantiene activas". Aunque se ha dilucidado la formación de agujeros negros de masa estelar, los científicos no están del todo seguros de que vayan acompañados siempre de una explosión de supernova, como ocurrió con VFTS 243.
Agujero negro inactivo
Algo singular de este agujero negro es que está inactivo. La explicación del experto es que "cuando el agujero negro se forma en un sistema binario, es decir, en un sistema de dos estrellas que orbitan una alrededor de la otra, este le puede "robar" gas a su compañera y en el proceso de "tragarse" este material, emitir considerables cantidades de rayos X".
"Pues bien, el agujero negro VFTS 243 recientemente descubierto en la Nube de Magallanes -una galaxia satélite a la Vía Láctea-, emite muy pocas cantidades de esta potente radiación, razón por la cual se le llama agujero negro durmiente, inactivo o silencioso en rayos X, y es el primero en su tipo en ser descubierto fuera de nuestra galaxia", explicó.
Los agujeros negros de estas características no pueden verse con los telescopios ordinarios porque no emiten luz visible. Suelen detectarse por los rayos X producidos en el proceso de acumulación de material de sus compañeras binarias; y dado que emiten poca cantidad de este tipo de radiación, es muy difícil encontrarlos, a diferencia, por ejemplo, de los agujeros negros recientemente descubiertos.
El equipo buscó cerca de 1.000 estrellas masivas en la región de la nebulosa de la Tarántula, en la Gran Nube de Magallanes, para encontrar aquellas que pudieran tener agujeros negros como compañeros.
"Este tipo de nebulosas son las regiones donde se forman, viven y mueren las estrellas. Dicha región contiene muchas agrupaciones de estrellas llamadas cúmulos globulares y restos de las explosiones de supernovas que preceden a la formación de los agujeros negros", explicó el astrónomo.
Aporte a la ciencia
El hallazgo ofrece a la ciencia que estudia los agujeros negros una visión única de los procesos que acompañan su formación. "Su estudio nos puede dar pistas sobre los últimos momentos de la vida de las estrellas y cómo se enriquecen químicamente las galaxias, debido a que durante su formación se producen los elementos de la tabla periódica más pesados que el hierro", dijo el Dr. González.
Cabe indicar que la ESO está construyendo actualmente el Extremely Large Telescope (E-ELT), un telescopio que podrá ver miles de millones de veces mejor que el ojo humano y que, entre sus futuras funciones, tendrá la misión de estudiar la naturaleza de los agujeros negros que orbitan fuera y dentro de nuestra galaxia. Este proyecto debería estar operativo en los próximos diez años.
"El ELT será lo que abrirá una nueva era de descubrimientos, dentro de los cuales se espera descubrir y estudiar las huellas químicas de vida en las atmósferas de los exoplanetas, los confines oscuros del sistema solar, las propiedades de las galaxias más antiguas, entre muchos otros excitantes temas de la ciencia de frontera", finalizó el astrónomo.
"Su estudio nos puede dar pistas sobre los últimos momentos de la vida de las estrellas y cómo se enriquecen químicamente las galaxias".
Dr. Danilo González, Astrónomo UCN