Fernández designa a "superministro" para enfrentar complejo escenario económico
ARGENTINA. El mandatario reorganizó su gabinete y puso a Sergio Massa, jefe de la Cámara de Diputados y pieza fundamental de la coalición de Gobierno, a dirigir una cartera clave, que unificará ahora tres ministerios. La recién nombrada titular de Economía pasará al Banco Central y Daniel Scioli volverá a Brasil. Hubo más renuncias.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, designó ayer a Sergio Massa, pieza fundamental del frente gobernante, como un nuevo "superministro" que intentará encarrilar la compleja economía del país, azotada por fuertes desequilibrios que amenazan al crecimiento y golpean los bolsillos de los argentinos.
Tras la fuerte ola de rumores desatada este miércoles sobre inminentes cambios en el gabinete, finalmente Fernández decidió reorganizar las áreas económicas del Ejecutivo "para un mejor funcionamiento, coordinación y gestión", según informaron fuentes oficiales.
Así, se unificarán los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca en una nueva cartera, que será comandada por Sergio Massa, actual titular de la Cámara de Diputados.
Massa asumirá como ministro una vez que formalmente "se resuelva su alejamiento de su banca" como diputado, informó el Gobierno en un comunicado.
Silvina Batakis, ministra de Economía desde el 4 de julio pasado, pasará a presidir el estatal Banco Nación, mientras que Daniel Scioli, que comandaba el ministerio de Desarrollo desde mediados de junio pasado, regresará como embajador argentino en Brasil.
Por otra parte, Fernández aceptó la renuncia de Julián Domínguez como ministro de Agricultura y la de Gustavo Béliz como secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, cargo que pasará a desempeñar Mercedes Marcó del Pont, hasta ahora titular del Fisco argentino.
Seguidilla de cambios
El cambio en el gabinete es el tercero que se produce en menos de dos meses, en un escenario de fuertes divisiones en el gobernante Frente de Todos, entre el ala kirchnerista que responde a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y el peronismo más moderado alineado con Alberto Fernández.
En junio había dejado el Ministerio de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y a inicios de julio Martín Guzmán había dimitido como ministro de Economía, dos hombres cercanos al presidente y abiertamente cuestionados por la vicepresidenta.
Massa, líder del Frente Renovador, tercera fuerza de más peso en el Frente de Todos, fue jefe de gabinete del Gobierno de Cristina Fernández y luego pasó a liderar el peronismo opositor a la entonces mandataria.
Actualmente, mantiene una buena relación tanto con el jefe de Estado como con la vicepresidenta, con quien mantuvo contactos en las últimas horas.
Los gobernadores de provincias argentinas que integran el peronismo también impulsaron la llegada de Massa al gabinete para tratar de aplacar las tensiones políticas internas y provocar un cambio en las expectativas de los mercados y el empresariado, algo que Batakis no logró en tres semanas de gestión.
También la peronista Confederación General del Trabajo, la mayor central obrera del país, saludó la designación de Massa.
Desafíos mayúsculos
Massa, de 50 años y abogado de profesión, toma las riendas de una economía que el año pasado logró recuperarse 10,4% tras tres años de severa recesión, pero que este año ha perdido vigor, en medio de un complejo escenario global y con una elevada inflación que el país arrastra desde hace años pero que se ha acelerado en los últimos meses -64% interanual en junio-.
Argentina también sufre desequilibrios fiscales y monetarios que el acuerdo de refinanciamiento firmado en marzo pasado con el Fondo Monetario Internacional busca corregir con metas de reducción de déficit primario, recorte en la asistencia monetaria al Tesoro y acumulación de reservas monetarias que suponen un desafío mayúsculo y que muchos expertos consideran de difícil cumplimiento.
En este escenario, el Banco Central restringió aún más el acceso a divisas (medidas de ayer en recuadro), lo que ha provocado preocupación entre los empresarios y renovadas tensiones en los mercados cambiarios en las últimas semanas.
Massa también tendrá el desafío de intentar recomponer la dañada relación con el sector agropecuario -el de mayor peso en la economía argentina- y de atender las crecientes demandas sociales, en un escenario de elevada pobreza.