Fobia social, pero más tiempo en familia: las secuelas de la pandemia en jóvenes
SALUD. Estudio midió el impacto psicosocial de la crisis sanitaria en adolescentes de la Región.
Sintomatología de fobia social y depresiva, pero también valoración del tiempo en familia y el apoyo de este núcleo. Estos son solo algunos de los resultados arrojados por el estudio "#Storytime: Viviendo en Pandemia", efectuado por el Observatorio de Infancias y Juventudes de la Región de Antofagasta (OIJ), perteneciente a la Universidad Católica del Norte, y cuyo objetivo fue investigar los efectos psicosociales provocados por la pandemia en jóvenes de la Región.
El artículo, que contó también con la colaboración de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado, contó con un área cuantitativa y cualitativa. Respecto a la primera parte, se utilizó una encuesta online contestada por 1.314 adolescentes y jóvenes de 14 a 18 años de la Región de Antofagasta, entre los meses de junio y septiembre del 2021, abarcando el confinamiento a nivel interpersonal, familiar y escolar, además de aspectos como la salud mental, satisfacción escolar y bienestares subjetivos (ver recuadro).
Indicadores sintomatológicos
En los resultados cuantitativos, el Observatorio detalló que un 16,6% jóvenes consultados presentó sintomatología de fobia social, mientras que un 8,7% tuvo sintomatología de carácter depresiva y un 6% de tipo ansiosa.
El psicólogo Rodrigo Moya investigador permanente del OIJ, explica que "nos dimos cuenta que la sintomatología depresiva, ansiosa y de fobia social eran indicadores que son de considerar para el trabajo en temas de salud mental en los establecimientos educacionales y en los distintos estamentos del Estado, con la finalidad de ir favoreciendo y mejorando la calidad de vida y la salud mental de los jóvenes de la región".
Por ejemplo, en la sintomatología que se podría asociar a fobia social, el estudio arrojó que un 68,4% de los encuestados declaró que "me siento incómodo cuando estoy con un grupo que no conozco", mientras que un 60% contestó "evitaría acercarme a un amplio grupo de personas".
Respecto a la sintomatología depresiva, un 51,9% manifestó "dificultad para concentrarme", y un 46,3% contestó "sentí que todo era un esfuerzo". Además, el 34,5% respondió "me sentí solo/a" y un 32,7% "sentí que no podía continuar".
Finalmente, en cuanto a los síntomas ansiosos, un 37,2% indicó que "me siento preocupado por desgracias futuras", entre otros.
Apoyo
Moya señala que "el Observatorio tiene tres líneas de trabajo, una es la línea de investigación, la otra de intervención y por último de comunicación. Entre las tres líneas se trabaja coordinadamente", para poder "intervenir inmediatamente con los jóvenes que en el tiempo de pandemia no la pasaron muy bien".
"Cuando detectábamos algunos indicadores de salud mental en jóvenes que eran complejos, nosotros lo derivábamos a establecimientos de salud, con la finalidad que fueran atendidos de forma inmediata frente a estos resultados", añade.
Con todo, el académico de la UCN precisa que "constantemente estamos trabajando con las seremis, con las autoridades locales, para ir apoyando en procesos que lo requieren. También nos han llamado de Calama y de San Pedro de Atacama con la finalidad de ir apoyando en una política de infancia y juventudes en las comunas". Declara, además, que "estamos súper llanos a participar y a poder entregar datos desde la investigación para implementar acciones que apoyen a la salud mental de la población infanto-juvenil".
Más tiempo en familia
Sin embargo, el estudio no solo arrojó datos alarmantes. También se consultó sobre experiencias positivas asociadas a la pandemia.
En efecto, el sondeo reflejó que un 62,5% valoró "pasar más tiempo con la familia", y un 60,7% apreció la "cercanía familiar".
"Uno de los aspectos positivos que visualizamos en el estudio, es que las y los jóvenes valoraron considerablemente el estar junto con la familia, permanecer más tiempo, y realizar conversaciones e ir más allá de estas. Eso es algo súper positivo, ver que la familia está ahí, apoyando, conteniendo, validando las experiencias que tienen las y los jóvenes que participaron del estudio", complementó Moya.
Recomendaciones
Desde el OIJ recomiendan tres puntos para contrarrestar los resultados más alarmantes en cuanto a la salud mental de los jóvenes. Primero, se alienta al trabajo colaborativo intersectorial, como el Mineduc, Minsal, las corporaciones municipales, entre otros, "para que analicen la situación de los derechos de los jóvenes durante la pandemia y se haga una clara distinción en su abordaje para la etapa del post confinamiento considerando las características específicas del territorio de la segunda región".
En segundo lugar, sugieren un plan de contingencia específicos para los estamentos claves en lo social, con énfasis en la protección social, salud -tanto física como mental-, acompañamiento educacional y de los procesos de socialización a nivel escolar, "con la finalidad de favorecer la adaptación positiva al post confinamiento y el retorno a las actividades presenciales por parte de jóvenes considerando los insumos locales descritos".
Finalmente, recomiendan "crear grupos de trabajo entre integrantes de los principales servicios e instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil, estructurados por temáticas, para sistematizar aprendizajes y buenas prácticas relacionadas con el retorno a la presencialidad y la adaptación positiva al post confinamiento por parte de las y los jóvenes. Esto puede ser de utilidad para que otros estamentos repliquen prácticas que anteriormente fueron útiles, esperando resultados favorables".