Propuesta constitucional
Pesa sobre los ciudadanos una enorme responsabilidad. Para participar adecuadamente en el próximo plebiscito habría que partir leyendo reflexivamente el texto completo. Para un lector corriente no es tarea fácil leer un texto jurídico. Los lenguajes especializados difieren de la lengua común. Por ello es recomendable pedir ayuda. Este texto resulta muy cansador, además por las duplicaciones producto del casi sistemático empleo del lenguaje inclusivo (juezas y jueces, jefe y jefa, funcionarios y funcionarias…).
En estos días hemos escuchado las más variadas y tenebrosas proyecciones. Para algunos esta nueva Constitución nos conduce indefectiblemente a una proliferación de estados independientes, entre los que destacan la República Mapuche, que se extendería desde el Biobío al sur; el Imperio Aymara, que comprendería el norte de Chile, territorios de Perú, Bolivia y Argentina, y una decena de otros estados más pequeños. Por otra parte, un futuro gobernante aliado con los diputados podría convertirse en un Kim Jong-un chileno. Es absolutamente imprescindible leer con mucho cuidado y con visión de futuro.
No hay obra humana que sea perfecta. No podría ser la excepción el producto de 154 constituyentes por muy paritarios y multiculturales que sean. Después de esta atenta lectura, deberemos sopesar los pros y los contras del texto que, por cierto, tiene aciertos, aspectos discutibles, errores y vacíos. La Constitución vigente puede servir de material de comparación. ¿Con cuánto debemos estar de acuerdo para aprobarlo? La decisión es sumamente personal. A algunos para rechazar les basta un solo artículo que les parezca absolutamente inaceptable.
El jurista Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales Agustín Squella está de acuerdo con un 80% del articulado y ello le parece suficiente para aprobarlo. Las inevitables reformas vendrán después.
Pero no nos engañemos, esta lectura cuidadosa y completa será muy excepcional. Un 50% no acudirá a las urnas. Del resto, muchos han tomado su decisión previamente sin necesidad de leer el texto, otros lo leerán muy parcialmente, no pocos lo entenderán malamente, pero todos con igual derecho votaremos y decidiremos en conjunto si seguimos con esta Constitución ya rechazada o adoptamos esta controvertida proposición. Así funciona la democracia.
Dr. Leopoldo Sáez Godoy
Educación y propuesta
Resulta curioso que la campaña emprendida por el Colegio de Profesores Metropolitano, con el supuesto objetivo de que la ciudadanía vote "informadamente" el 4 de septiembre, sostenga como "falso" que la propuesta constitucional busque hacer desaparecer los colegios particulares subvencionados, que las familias no puedan elegir el colegio de sus hijos y que se termine también la diversidad de proyectos educativos.En el último congreso nacional de la entidad quedó establecido como una de las conclusiones -entregadas a la entonces presidenta de la Convención, Elisa Loncon- que la educación particular subvencionada "no debería existir" y que "debiera extinguirse paulatinamente por ser tan extendida en nuestro país". Es lamentable que parte de un gremio de docentes, con claras intenciones proselitistas, trate de confundir a la población usando otra vestidura porque, a la luz de diferentes y sólidos análisis hechos por constitucionalistas (no necesariamente de "derecha", como impugna la entidad oficialista), la nueva propuesta definitivamente no garantiza la libertad de enseñanza ni el derecho preferente de los padres a escoger la educación de sus hijos, sino todo lo contrario: provoca grandes retrocesos y establece discriminaciones con una gran piedra angular ideológica y, peor aún, totalitaria.
Profesora Angélica Misa F. Directora Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS)
Capacidades
Le encuentro absolutamente toda la razón al Presidente Boric cuando dice que nadie nace sabiendo y que apoya al ministro Jackson. Frente a esto, una pregunta al Mandatario: ¿usted encuentra adecuado que personas inexpertas lleguen a desempeñarse en cargos de Gobierno, sin tener la preparación que cada puesto requiere? ¿Serán el Gobierno, el Senado, la Cámara de Diputados, las alcaldías, las gobernaciones, los lugares indicados para que estas personas hagan su práctica profesional?
Es verdad, Presidente Boric, nadie nace sabiendo, pero cuando los chilenos de a pie postulan a un trabajo, deben cumplir con exigentes procesos de selección. Si no demuestran que saben, simplemente sería todo.
Luis Enrique Soler Milla