Encuesta muestra una nueva alza en mala percepción de ola migratoria en la Región
INFORME. Datos del IPP dan cuenta que la percepción actual muestra un aumento de 19 puntos desde el año 2018, cuando solo un 40% de la población evaluaba negativamente el impacto migratorio.
Un 59% de la población de la región de Antofagasta, tiene una mala percepción de la migración, según evidencia el último informe "Migración internacional en Antofagasta, una mirada hacia aspectos críticos en el territorio", realizado por el Instituto de Políticas Públicas (IPP), de la Universidad Católica del Norte (UCN).
No obstante, el estudio que mide la percepción migratoria desde el 2016 a la fecha, da cuenta, que la calificación actual sigue siendo mejor que en aquel entonces, donde cerca de un 80% de la población consideraba de forma negativa el fenómeno migratorio. Asimismo, da cuenta que, desde el 2018 a la fecha, se ha producido un aumento sustantivo de la percepción negativa en la población, registrando un aumento de 19 puntos en cuatro años. (Ver gráfico).
Convivencia
El informe consideró además el análisis de la percepción en torno a la convivencia con la población de inmigrantes extranjeros presente en la región, revelando que, pese a la mala percepción que hay actualmente, el 77% de la población manifestó mantener una convivencia de "regular a muy buena".
Así, lo explicó el director del IPP, Cristian Rodríguez, al señalar que "la percepción sigue siendo mala, pero cuando nosotros empezamos a tomar la encuesta el año 2016, era casi el 80% de la población quien te decía que no está de acuerdo con la migración, que era mala, que rechazaba. Hoy, es el 59%, ha disminuido esa sensación de rechazo, pero sigue siendo mayoritario en la población. Ahora, cuando agregamos la opción de la sociabilidad, la mirada es un poco distinta, porque los chilenos más bien dicen que se llevan de regular a bien", precisó.
Acotó que "la percepción negativa ha tenido mucho que ver actualmente, con el acceso irregular al territorio nacional, no ha habido una buena regulación del proceso migratorio, y por lo tanto, entiendo que ese rechazo de la población va dirigido más a ese fenómeno que con al concepto de migración propiamente tal", indicó.
Integración
El estudio también da cuenta que en la región de Antofagasta existen ciertas brechas sociales de acceso para la población extranjera, como la falta de servicios básicos, el acceso a vivienda (un 65% de las familias extranjeras vive en campamentos), el acceso a la salud o la educación, se ven dificultados por la velocidad en que las familias migrantes logran regularizar su situación, y con ello, ingresar al sistema de seguridad social chileno.
Sobre el punto, Rodríguez explicó que "en estos momentos hay el doble de migrantes en campamentos, que familias chilenas. Aquí hay un tema que es fundamental, que tiene que ver con la integración, y es que hoy el inmigrante llega y no tiene acceso a la vivienda (...) como estas situaciones no están resueltas, los inmigrantes son informales, viven en los campamentos, copan sectores de servicios básicos, como salud y educación, claramente entran en pugna con la población local, y es eso precisamente de lo que tenemos que hacernos cargo. De la formalización de los inmigrantes, a lo laboral, a la integración, a generar en conjunto también con la población chilena, más acceso a la vivienda, y vamos a tener que hacerlo, porque es la única manera que tenemos de resolver el tema de la crisis migratoria".
Preferencia
Lo anterior toma especial relevancia, si se considera que, según cifras del censo 2002, la población migrante en Antofagasta a principios de la década del 2000 no superaba los 1.000 habitantes, y para el año 2020 ya era de 101.179 personas, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y del Departamento de Extranjería y Migración (DEM).
Asimismo, se observa el crecimiento de la concentración de la población migrante en la región de Antofagasta con respecto al total nacional, el cual desde el 2018 supera el 7%. De igual forma, ha incrementado el porcentaje de población migrante al respecto al total de población regional, puesto que, de acuerdo a las cifras, al 2020 este valor fluctúa entre un 14% y 15%.
"Hay muchas cosas que resultan atrayentes, para la población inmigrante internacional. El problema es que acá no nos hemos preocupado de cómo esas personas se integran a la sociedad regional. No hemos generado las condiciones para que esta población se integre adecuadamente. Antofagasta, hoy no ofrece condiciones para esta integración, en distintas dimensiones del problema", precisó Rodríguez.
"Segregados"
Para el presidente de la colectividad colombiana, Benjamín Cruz, lo expuesto en el informe es un claro ejemplo de lo complejo que puede resultar la integración para estas colectividades.
"Claramente el sistema es un poco segregante. La gente, de alguna manera, se asienta en lugares donde al final se siente más aceptada. La gente que ha tenido la posibilidad de salir de los campamentos, se da cuenta muchas veces que la vida comunitaria es mucho mejor en los campamentos, que la que se vive en los barrios comunes, donde hay discriminación", señaló Cruz.