Fiesta de San Lorenzo
La festividad de San Lorenzo es de amplio espectro y cada año cobra más popularidad. La fiesta se remonta a la época colonial hacia 1640 y tiene el origen en las rogativas de lluvia del invierno altiplánico, conocido como "invierno boliviano" al provenir las nubes desde la zona este, es decir, tras la frontera de los Andes.
Los nortinos tienen un referente de religiosidad que es netamente popular en esta figura santa. San Lorenzo es la singularidad masculina, asociada al norte minero de pasado salitrero y presente del cobre que tiene esta región. El pueblo ocupa su tiempo, su inversión y su fervor a través de peregrinaciones, bailes religiosos, misas y mandas que ligan a una relación de cumplimiento de promesa entre el santo y el individuo.
El santo de las lluvias de la Colonia dio paso al santo de los transportistas y comerciantes, también de los obreros salitreros y de los pampinos. El día 10 de agosto es su día y la gente da vida a la gran procesión. Se baila cachimbo -famoso es el Cachimbo de Tarapacá- y cueca tarapaqueña, también llamada cueca nortina. Se sirve calapurca, que es un guiso de origen andino de carne de vacuno, cordero, llamo y gallina. También se come picante de conejo.
La iglesia Católica ha ordenado la festividad a través de sus pastorales andinas y de bailarines religiosos. Antiguamente pertenecía más a la comunidad y se bebía mucho
La fiesta tiene su punto en la víspera del día 10 y culmina al alba con todo el pueblo alzado en fe, con una procesión, bandas de bronce y bailes religiosos. Para continuar la tradición preservando los ritos de antaño, se formó el Centro Social y Cultural Tarapacá Ancestral.
El Estado ha regulado las festividades con una Ley Seca que se enfrenta a la tradición andina de fiesta y carnaval. Se palpa una religiosidad del pueblo que va en aumento por la búsqueda de una sanación y ayuda de la que San Lorenzo es parte.
San Lorenzo es querido y venerado, reproduciendo su rol entre inmigrantes y nacionales atraídos por el ciclo pesquero y por las mineras, que siguen llegando a Iquique y se unen en torno a la figura del Santo del Pueblo.
Bernardo Guerrero. Sociólogo (2016)