Trump desliza que el FBI pudo poner pruebas falsas en su casa y se niega a responder ante fiscal
EE.UU. Exmandatario cuestionó el allanamiento en Mar-a-Lago, En Nueva York, estuvo cuatro horas frente a la fiscal general por la investigación a sus empresas.
Agencias
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump sugirió ayer que el FBI pudo colocar pruebas falsas durante el registro de Mar-a-Lago, su mansión en Florida, para tratar de incriminarlo, aunque no ofreció ningún tipo de evidencia al respecto.
A través de un mensaje en la plataforma Truth Social, Trump se quejó de que los agentes no permitieron a nadie, ni siquiera a sus abogados, acercarse a las estancias en las que entraron durante su redada en Mar-a-Lago, como parte de una investigación federal no relacionada sobre si tomó documentos clasificados cuando dejó la Casa Blanca.
"Se pidió a todo el mundo que abandonará el lugar, querían que los dejaran solos, sin testigos que vieran lo que estaban haciendo, tomando o, espero que no, 'sembrando'. ¿Por qué insistieron tato en que nadie los vigilara?", señaló Trump.
El exmandatario planteó así dudas sobre el FBI y las posibles pruebas recolectadas, insistiendo en su argumento de que toda esta "actuación" está orquestada por el Gobierno de Joe Biden y tiene fines políticos.
Sin embargo, Christina Bobb, una de las abogadas que representa al exmandatario, aseguró a medios estadounidenses haber estado presente en Mar-a-Lago cuando se llevó a cabo el operativo y que el FBI se llevó cerca de 12 cajas de la residencia de Trump en Florida.
Ni el FBI ni el Departamento de Justicia han dado aún declaraciones explicando el motivo de la redada. Trump tampoco dio a conocer detalles sobre la orden de registro que los agentes presentaron para acceder a su vivienda y que podría arrojar luz sobre estas pesquisas.
No responde
Asimismo, Trump declinó ayer responder a las preguntas de la Fiscalía General de Nueva York, que lo investiga por las prácticas empresariales de su compañía y que lleva meses tratando de lograr hablar con él.
Obligado por un juez, Trump finalmente acudió a testificar. Sin embargo, y aunque inicialmente la intención del expresidente era responder a las preguntas de los fiscales, según uno de sus abogados, Ronald P. Fischetti, sólo en el último momento el equipo legal logró convencerlo para que no lo hiciera.
Trump, sentado frente a la propia Laetitia James, fiscal general de Nueva York, contestó únicamente a una pregunta sobre su nombre al inicio de la reunión y luego leyó una declaración en la que decía ser víctima de "la mayor caza de brujas en la historia" de EE.UU., según dijo Fischetti al New York Times.
A partir de ahí, se limitó a contestar: "Misma respuesta" ante todas y cada una de las preguntas durante las casi cuatro horas que pasó en la sede de la Fiscalía.
En Nueva York, Trump se enfrenta a una investigación por vía civil sobre posibles delitos cometidos por la organización Trump, que estudia en si la empresa infló el valor de sus bienes para poder obtener préstamos bancarios y en paralelo redujo ese mismo valor con la intención de pagar menos impuestos.
Tres hijos del expresidente -Eric, Donald Jr. e Ivanka- ya habían sido entrevistados por la oficina de James por su papel en el negocio familiar.
En un comunicado, Trump volvió a defender su inocencia y horas antes había escrito en redes sociales que lo sucedido lo hacía sentirse en una "república bananera" "siendo atacados por todos los lados".