La localidad de Sierra Gorda, a 147 kilómetros de Antofagasta, es un verdadero baluarte cultural minero en la Región de Antofagasta. Son varias las razones para afirmar lo anterior. Como punto de partida, la larga historia que la vincula con el viejo mineral de Caracoles. En la actualidad, las faenas mineras cercanas a la localidad-dicen que a veces en el pueblo se sienten las tronaduras- y la población flotante doblan a los mil 500 habitantes originales, con todo el impacto social y económico para los habitantes del sector.

Celebración

Sin embargo, la principal manifestación comunitaria de esta localidad, asumidamente minera, es el agradecimiento a través de la fe y devoción al patrono del pueblo, San Lorenzo, popularmente conocido como el "santo de los mineros".

Las actividades de festejo se iniciaron con la víspera del 10 agosto, conmemoración católica de San Lorenzo, con bailes promesantes y una concurrida misa. A las 00 horas se lanzaron fuegos artificiales, con el santo, cuyos colores tradicionales son el amarillo y rojo, dispuesto a las afueras de la iglesia. Entre la emoción, vítores y el himno nacional, uno a uno los bailes saludaron la imagen. Para sopesar el frío pampino se sirvió chocolate caliente.

Las actividades se extendieron durante la mañana de ayer, con bailes religiosos, y el arribo al pueblo de la figura de San Lorenzo ubicada en la parte superior del rajo Catabela de la minera Sierra Gorda SCM. Posteriormente se realizó una misa donde participaron representantes de la comunidad, municipalidad de Sierra de Gorda, y de las tres mineras ubicadas en el sector, la mencionada Sierra Gorda SCM, Centinela y Spence.

Memoria

El sacerdote Renzo Martínez, párroco de la capilla de Sierra Gorda, explicó que la actividad es para celebrar la memoria del diácono San Lorenzo mártir. "Todos los 10 de agosto la iglesia celebra esta memoria. San Lorenzo era responsable de administrar los bienes de la perseguida iglesia de Roma. Cuando le solicitaron al diácono los bienes de la iglesia; él presentó a los pobres como las riquezas de la iglesia, sin embargo escondió los tesoros. Luego un minero halló esos tesoros. En adelante se transformó en patrono de los mineros, ya que es un símbolo del servicio, la entrega y la generosidad; pero, también es patrono de los diáconos, es decir personas que se disponen para todo lo que necesite la iglesia", afirmó.

Sostuvo que en Sierra Gorda la fiesta se celebra hace bastantes años, en consecuencia está muy arraigada dentro de la comunidad.

Por su parte, Claudio Echeverría, coordinador de la mesa de Los Buenos Vecinos de Sierra Gorda y quien fue galardonado con el reconocimiento "San Lorenzo", dijo que la fiesta es la actividad patronal por excelencia del poblado. "San Lorenzo arribó acá junto a los mineros de Caracoles, a mediados del siglo XIX. Cuando este territorio pasa a ser chileno, los mineros de Tarapacá confirmaron la devoción por el santo, a través de la instalación de la imagen en los piques mineros. En los años 80, los mineros comienzan con esta fiesta comunitaria, y nosotros que somos sus hijos, hemos mantenido la tradición haciéndola más grande", sostuvo.

Afirmó que actualmente los bailes que participan son de Sierra Gorda, lo que evidencia el arraigo de la juventud con el patrono del pueblo. "Los jóvenes son los que más participan con su fe, en agradecimiento al santo patrono que ha bendecido al pueblo, con todas las grandes mineras que están alrededor", afirmó.

El dirigente manifestó que mantienen una buena relación con las empresas, "porque como organizaciones sociales tenemos un gran flujo de caja que nos permiten entregar becas y ayudar a bomberos. Tenemos personas que han salido de la universidad, gracias al apoyo mancomunado entre la comunidad, las compañías mineras y el municipio", dijo.

"Cuando este territorio pasa a ser chileno, los mineros de Tarapacá confirmaron la devoción por el santo, a través de la instalación de la imagen en los piques mineros".

Claudio Echeverría, coordinador de la mesa de Los Buenos Vecinos de Sierra Gorda