Tomó rehenes en un banco para que le devolvieran sus ahorros, un acto de desesperación extrema
BEIRUT. Buscando su dinero para pagar un tratamiento de su padre, un hombre del Líbano llegó armado y con un bidón de gasolina a exigir sus ahorros en dólares que había depositado hace años, pero no podía por políticas tras la crisis.
Agencias
Con sus ahorros bloqueados desde el inicio de la crisis económica, hace casi tres años, y la necesidad de pagar un costoso tratamiento médico a su padre, un hombre de 42 años protagonizó una toma de rehenes de varias horas en una sucursal bancaria de Beirut, donde ciudadanos se concentraron para darle apoyo en lugar de esconderse.
Identificado como Basam Sheij Husein y armado con un fusil y gasolina, pedía a la entidad casi 210.000 dólares que tenía depositados ahí antes de que estallase la crisis a finales de 2019 y de que los bancos comenzaran a aplicar medidas de control de capitales.
Muchos libaneses vieron sus ahorros denominados en dólares quedar virtualmente bloqueados desde entonces, agravando las dificultades que enfrentan para sobrevivir en medio de la desmesurada inflación, los desabastecimientos y las constantes pérdidas de valor de la moneda local.
Por ello, algunos ciudadanos se congregaron ayer frente al cordón de seguridad colocado en la zona para mostrar su apoyo a Husein, quien acabó abandonando la oficina del Banco de Reserva a última hora de la tarde tras recibir una suma de sus ahorros que no especificó él ni el banco.
Respaldo ciudadano
En las inmediaciones de la oficina bancaria fueron desplegados efectivos del Ejército y equipos de bomberos, la Defensa Civil y la Cruz Roja, junto a los que permanecieron decenas de curiosos y algunos clientes con ahorros afectados por la situación.
Un hombre con un megáfono gritaba consignas como "todos son una banda criminal, una misma banda, la banda de la criminalidad, la banda de la corrupción"; "son un grupo de ladrones y estafadores", o "lo que está pasando es un abuso por parte de la delincuencia y el Estado de la corrupción".
A ello, un grupo reducido de los presentes respondía con mensajes similares de respaldo al sujeto armado.
Desde la guerra civil libanesa (1975-1990), buena parte de la población comenzó a ahorrar en dólares al observar que esa divisa no se veía afectada por la inestabilidad política y los estallidos de violencia como ocurría con la libra libanesa.
Paralelamente, los bancos, incentivados por los altísimos intereses ofrecidos, se convirtieron en contenedores de buena parte de la deuda que fue emitiendo el Estado de postguerra para contrarrestar su déficit, llevándolos a un bucle que podía desmoronarse en cuanto muchos clientes tratasen de retirar sus ahorros a la vez.
Finalmente, ocurrió en el verano de 2019, cuando se hizo aparente que las entidades no tenían liquidez suficiente, llevando poco después a la imposición de límites al retiro de efectivo y al ofrecimiento de acceder a su dinero en dólares en moneda local, pero a un cambio muy por debajo del real.
Muchos expertos creen que la corrupción endémica de la clase dirigente y el cliente lismo ayudaron a alimentar el círculo, considerado por algunos como una suerte de "esquema Ponzi" (o piramidal).
210 mil dólares, aproximandamente, pedía retirar de sus propios ahorros en el banco, hasta que se retiró con una cifra desconocida.
2019 estalló una crisis en el Líbano ya que las entidades no tenían la liquidez suficiente para que los clientes retiraran ahorros.