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Rechazar para avazarA dos semanas del plebiscito de salida, se puede observar un fenómeno muy evidente: la propuesta constitucional es considerada un mal texto, incluso por sectores que la apoyan, como es el caso del propio gobierno.
Gobierno que además de realizar un intervencionismo descarado -que llevó a la Contraloría a determinar que el Ministro Giorgio Jackson faltó a la prescindencia a la que está obligado por ley-, ahora, en su desesperación por revertir la tendencia en favor del rechazo, saca un trasnochado conejo del sombrero, con un documento acuerdo en el que se comprometen a mejorar la propuesta constitucional en algunos puntos.
Acuerdo que no es más que otro engaño a la ciudadanía y un acto desesperado por allegar votos a la opción que defienden. Pero ¿por qué es un engaño? Porque a lo que se comprometen en ese documento es a "analizar eventuales cambios" al texto constitucional en determinadas materias; es decir, no se comprometen a nada concreto, y la razón de esto es porque la propuesta de nueva Constitución tiene "mega candados" que impedirán reformarla, ya que para que ello ocurra, contempla plebiscitos de por medio y la autorización o beneplácito de los pueblos originarios. A eso se suma la negativa del Partido Comunista a cambiar siquiera una coma del texto, como advirtió su presidente, quien desahució el acuerdo apenas salió del horno.
Lo contradictorio de todo esto, es que los mismos que promueven apoyar el texto constitucional reconocen fallas centrales en la propuesta y proponen hacer ajustes, que en la práctica nunca se harán.
Ante tamaña incongruencia e intento de engaño, la conclusión es que la manera de avanzar hacia una nueva Constitución que represente a la gran mayoría de chilenos y dé garantías de equilibrio del sistema político e institucional, es rechazar, para a partir de ahí definir una nueva hoja de ruta que permita tener una propuesta que sea viable, duradera y que se pueda poner en práctica: todo lo que no se logrará si se aprueba la pésima propuesta que emanó de la Convención.
Hernán Iturra Unión Fuerza Ciudadana
Reforma previsional
¿Es posible avanzar en una reforma previsional ciudadana? La respuesta es sí, pues muchas veces se obvia la opinión de las personas, y ellas son fuente importante de modificaciones que dan mayor legitimidad al modelo de pensiones.
En primer lugar, las encuestas muestran que las personas quieren propiedad sobre la cotización adicional, por lo que ahí hay un muy buen punto de partida.
En segundo lugar, las personas quieren hacer mayor uso de su dinero, por lo que se podría generar mecanismos de transferencia de ahorro para el pie de la primera vivienda, y de mayor liquidez de dinero al momento de pensionarse, etc.
Finalmente, una inquietud válida de los pensionados, es la de un seguro de longevidad que limite a un número fijo de años el pago pensiones. Dicho seguro de longevidad puede ser perfectamente pagado por los empleadores, en la medida que la cotización adicional esté a cargo de los trabajadoreso?
Eduardo Jerez Sanhueza
Amistad cívica
Aristóteles decía que la amistad es lo ma´s necesario para la vida; sin amigos nadie querri´a vivir, aunque poseyera todos los dema´s bienes.
Según el Estagirita las sociedades para prosperar necesitan leyes e instituciones justas, gobernantes prudentes y jueces honestos, pero también un ingrediente sin el que la vida pública no funciona bien: la amistad cívica; aquella entre los ciudadanos de un Estado que, por pertenecer a e´l, saben que han de perseguir metas comunes y por eso existe un vi´nculo que los une y los lleva a intentar alcanzar esos objetivos, respetando las legítimas diferencias.
Entre esas metas para vincular a las personas en una tarea comu´n están el orden y la seguridad públicas; una educacio´n y una atención sanitaria de calidad; una economía sana; y los diversos derechos, libertades e igualdades contemplados en Carta Magna vigente.
Existe amistad ci´vica entre quienes no ven en el otro un enemigo a abatir, sino un igual con el que hay que resolver con prudencia y justicia los problemas comunes. No se construye una vida pu´blica justa desde la enemistad.
Lamentablemente parece que ese vi´nculo amistoso no existe en nuestro pai´s. Las u´ltimas elecciones generales y el desarrollo del proceso constituyente han generado la sensacio´n de una ciudadani´a enfrentada y polarizada, como si para cada tema hubiera dos bandos irreconciliablesa.
Adolfo Paúl Latorre