Fiscalización de Conaf detecta importante pérdida de bosque nativo de Quillagua
MEDIOAMBIENTE. Sistema de monitoreo de la Corporación permitió orientar la fiscalización en uno de lo ecosistemas forestales nativos más frágiles del Desierto de Atacama.
El único bosque nativo de la Región de Antofagasta registra preocupantes pérdidas. Así lo concluyó una reciente fiscalización de profesionales de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) que determinó la muerte de ejemplares en dos sectores de plantaciones de algarrobos y tamarugos en la lejana localidad de Quillagua.
Víctor Muñoz Bruna, ingeniero forestal y jefe del departamento de fiscalización y evaluación ambiental de CONAF Antofagasta comenta que las dos fiscalizaciones realizadas a fines de julio se originaron en la vigilancia que realizan con el Sistema de Monitoreo de Extracción y Cosecha Forestal (LEMU) el cual les permite comparar la evolución (o pérdidas) de capas vegetales de terreno en un rango de tiempo determinado.
Fiscalización
"Una vez que en gabinete se fijan las zonas con mayor pérdida, se realizan la visitas a terreno. En este caso yo no iba a fiscalizar el bosque sino una masa de terreno que nos indicaba una importante pérdida de cubierta vegetal. Al llegar al sector, sin embargo, nos dimos cuenta de estos ejemplares", subraya.
"Hicimos dos fiscalizaciones. La primera en el sector norte de la localidad donde dimos cuenta de pérdida de bosque nativo. Son árboles que están en la ribera del Río Loa y que crecieron en ese sector por acción de la naturaleza. Son árboles que están muertos en pie, cuyas copas están secas. No por acción antrópica directa sino, estimamos, por falta de agua", indicó.
Víctor Palape, ex representante de la comunidad indígena de Quillagua, recuerda que a principios del siglo XX, Quillagua era una zona agrícola con canales de regadío y una activa producción ganadera. La explotación de las aguas del Río Loa durante décadas por parte de la industria minera, mermó el frágil ecosistema.
"Todos esos bosques pertenecen a SQM. Los adquirieron por los derechos de agua. Y como el recurso es cada vez menos, una parte se está secando. Por lo mismo la comunidad ya no trabaja en tareas de campo y cultivos, solo por sobrevivencia. La mesa de trabajo que teníamos con la empresa había llegado a acuerdos con la empresa, pero no sé en qué está eso ahora porque hay otros dirigentes"; afirma.
Sector Sur
De acuerdo a Víctor Muñoz, la segunda fiscalización, determinó la pérdida de al menos cinco ejemplares en el sector sur de la localidad, donde existe un gran bosque de algarrobos blancos.
"En el sector sur de también sobre el Río Loa existen plantaciones forestales hechas por el hombre en la que también se presentan algunos sectores de árboles con copas secas, que se secan por falta de agua. Hay que recordar que el sistema LEMU detecta la falta de follaje verde, de cobertura vegetal y por eso llegamos hasta allá. En ambos sectores las causas no son por acción del hombre en términos que sean talas ilegales de bosque nativos, sino más bien apuntan a la falta de agua" .
De acuerdo a lo informado por Muñoz, en ambos sectores la pérdida de ejemplares de bosque nativo si bien se pueden estimar como pequeñas cantidades, (en ambos casos se identificaron no más de seis ejemplares) el valor intrínseco de un conjunto de árboles en medio del desierto de Atacama es similar a grandes hectáreas de bosque nativo del sur de Chile.
"Hay que tener en consideración que un árbol en el desierto es tan importante como una hectárea de bosque en el sur. Si se muere un individuo es igual de relevante que una manzana de bosque nativo del sur. Lo que buscamos es la causa. Si fuera por culpa directa del hombre podríamos oficiar a los responsables del predio para citar a los tribunales. En este caso no es así. No hay extracción de madera", señaló.
Monitoreo
Cabe indicar que CONAF monitorea cientos de hectáreas de bosque con tecnología que incluye drones, con el objetivo de preservar uno de los pocos ecosistemas forestales nativos de Quillagua donde proliferan especies como el algarrobo blanco y tamarugos, que sobreviven gracias a su capacidad de captar agua de napas freáticas.
En ese sentido, indican en la CONAF, que la conservación de estos ecosistemas forestales es fundamental para el desarrollo del pueblo, por lo que lleva a cabo el programa de fiscalización que tiene como objetivo detectar potenciales intervenciones ilegales del recurso y fiscalizar áreas con presencia de cambios de cobertura de la vegetación, por deforestación, pérdida y/o degradación de bosques, formaciones xerofíticas y/o plantaciones forestales.
En ese sentido la seremi de Agricultura Celia González, en una visita al bosque nativo Monte de oro junto a la CONAF y servicios del agro, comentó que "es importante la preservación de nuestro patrimonio natural y por lo mismo es importante que se desarrollen este tipo de labores de fiscalización en la zona. Esperamos impulsar proyectos que permitan su protección junto a las comunidades rurales del sector".