"La descentralización per se no es una razón para creer que vamos a estar mejor"
"La Comisión estará integrada por cinco miembros designados por el Presidente de la República'', dice parte del oficio que designa a cinco miembros de la denominada Comisión Asesora Nacional de Evaluación de Productividad. Una entidad creada en agosto de 2021 con el fin de asesorar al Presidente de la República en materias orientadas a aumentar el crecimiento económico de largo plazo y el bienestar de la población.
Los medios para lograr este objetivo consisten en la asesoría en promoción de políticas públicas de calidad y la generación de ganancias en la productividad. Como señala el documento firmado por el presidente, Gabriel Boric, y el ministro de Hacienda, Mario Marcel -entre otras autoridades-, que oficializa la elección de los nuevos miembros.
El listado de esta primera designación de consejeros lo integran los expertos Raphael Bergoeing, Susana Mondschein, Pamela Jervis, Andrés Zahler y Dusan Paredes. Los integrantes de esta entidad deben cumplir períodos que varían entre cinco y dos años en sus funciones. Paredes (39), Ph.D en Economía Aplicada y académico de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica del Norte (UCN) aborda con El Mercurio Antofagasta este nombramiento por un plazo de dos años.
¿Cómo vive esta designación para integrar la Comisión Nacional de Productividad?, considerando la experiencia de algunos de los economistas que integrarán esta entidad.
- Estoy muy contento, y son varias las miradas positivas. La primera, es la que tiene que ver con el gesto hacia el capital humano fuera de Santiago. Esta comisión históricamente ha estado conformada por personas pertenecientes principalmente a las dos principales universidades de Chile. Este gesto es valorable, y yo inevitablemente podré representar una perspectiva de la productividad que hasta el día de hoy ha estado ausente; que tiene que ver en qué forma la conformación y la implicancia del territorio condicionan la productividad. Ese es un aspecto que está bajo la ignorancia absoluta. Nosotros asumimos que la productividad del país es indiferente a los niveles de concentración que existen, y tenemos bastante evidencia científica de que eso no es así.
La segunda perspectiva es la institucional. Creo que es un orgullo que la Universidad Católica del Norte esté considerada en ese grupo de universidades que proveen a esos académicos, y un reconocimiento también al trabajo que ha hecho el Departamento de Economía en los últimos 25 años (…) En tercera perspectiva, en un plano personal, es un gran desafío porque son personas con un tremendo recorrido en el sector público y privado, por lo que voy a aprender mucho. Además para mí tiene un sabor bastante especial, porque prácticamente toda mi carrera la he podido desarrollar bajo el apoyo del Estado, vía becas tanto de doctorado, postdoctorado. Yo le debo mucho al Estado de Chile desde ese punto de vista. Por lo tanto, siempre ando buscando maneras de retribuir eso hacia el Estado de alguna forma, y qué mejor que asesorando a la presidencia en aspectos tan importantes como la productividad.
Usted plantea que de alguna manera los aspectos que condicionan la productividad de los territorios estaría relegada en cuanto a su importancia ¿Por qué ocurría esto?
- Creo esto es bien simple. Sabemos que la productividad en Chile en los últimos 15 años viene a la baja, y aparentemente cada vez nos cuesta más hacer lo mismo. Mi punto de vista es que generalmente cuando pensamos en la productividad de las personas lo hacemos principalmente en condiciones laborales, en educación y capacitación. Lo que yo planteo es que los territorios donde se localizan las personas también son importantes fuentes de productividad. Es decir, todas las personas independiente del territorio en que se encuentren, tengan acceso a la misma oferta de bienes públicos es fundamental. Pero eso no ocurre. Si naces en una comuna poblada de Santiago tienes acceso a una mayor cantidad de bienes y servicios que si naces en una comuna periférica en una región de Chile. Hoy en día tenemos mucha evidencia que sugiere que esa asimetría en la provisión de bienes públicos y en el tamaño del Estado tiene efectos negativos en la productividad de las personas. Si nosotros quisiéramos elevar la tasa de productividad en Chile, quizás una política económica especialmente balanceada y orientada al desarrollo de los territorios podría no solo garantizar un crecimiento más equitativo de las ciudades sino que probablemente nos va a permitir incrementar los niveles de productividad. Esa es la perspectiva que yo podría aportar desde mi experiencia.
¿Cómo asume este desafío en medio del desequilibrio económico por el que atraviesa el país?
- Es uno de los ambientes más desafiantes, además, pensando incluso en el tema de las 40 horas. Es un tema que tenemos que mirar desde la comisión, porque es un tema de productividad. No podemos modificar eso sin tener certeza de que eso efectivamente va a contribuir a la productividad. El desafío hay que tomarlo como es. Las variables son incontrolables, y si hay un minuto donde hay que cuidar los fondos públicos es justamente en contextos como este, en los cuales la academia debe ponerse a disposición del desarrollo y la solvencia del Estado, para el objetivo que tenga este. Para mí es un desafío más que nada, porque nos obliga a ser más cautos, más precisos.
¿Qué perspectivas de desarrollo económico productivo vinculado a la región, y la Macrozona Norte, considera que podría plantear en esta comisión de expertos?
- Uno de los principales aspectos que está en la palestra política, es el tema de la descentralización. No está garantizado que la descentralización nos pueda llevar a una mejor situación de la que estamos. Hay varios elementos que deben estar bien controlados para que ese sea el resultado que podamos obtener. Hay que tomar decisiones desde el punto de vista político, de la situación del gasto, de las capacidades reales de tributación que pudiéramos tener. Creo que uno de los principales aspectos en lo que podríamos aportar es que esa descentralización ocurra dentro de los límites técnicos que hoy en economía se sustenten como exitosos. Quiero decir que la descentralización per se no es una razón para pensar que vamos a estar mejor. Nosotros tenemos que buscar una descentralización que efectivamente sea más productiva. A veces la gente cuando piensa en productividad piensa en un concepto ajeno, pero es mucho más fácil cuando uno le dice a la gente que los salarios son una proporción directa de la productividad. Si nosotros queremos elevar los salarios de las personas, el camino más corto es elevar la productividad.
"Asumimos que la productividad del país es indiferente a los niveles de concentración que existen, y tenemos bastante evidencia científica de que eso no es así". "Lo que yo planteo es que los territorios donde se localizan las personas también son importantes fuentes de productividad".