Alto nivel delictual obliga a autogestionar medidas de seguridad en campamentos
CIUDAD. Según residentes de estos asentamientos, homicidios y frecuentes robos surgen como amenazas constantes. Con cámaras de seguridad y alarmas buscan protegerse.
"Tenemos miedo", reconoce con preocupación la residente colombiana Luz Núñez (31), dirigenta vecinal del campamento Unión Esperanza, al describir la inquietud que enfrentan a diario residentes de este sector y otros asentamientos y villas vecinas por el alto nivel de inseguridad y delincuencia en la zona.
Un clima de incertidumbre que ha alterado las rutinas y forzado a reforzar medidas de seguridad autogestionadas por frecuentes robos y alto nivel de violencia ejercido por delincuentes. "El tema que nos afecta muchísimo hoy es la delincuencia. En este sector usted antes a las tres de la mañana podía salir de manera normal y sin ningún problema, por alguna emergencia o algo que necesitara. Pero desde hace unos meses, cuando empezaron a llegar personas que no están regulares en el país, la situación empeoró bastante. Hemos tenido muchos muertos en este mes que pasó, unos cinco diría yo entre el Macrocampamento Balmaceda y Villa Chica. Ya no se puede salir del campamento. Hemos debido organizar actividades para poner cámaras porque los niños ya no pueden ir ni siquiera al parque".
"Estamos redactando incluso un documento con vecinos de la Villa Chica, debido a que en la población y el campamento, el nivel de inseguridad ya es crítico. Hace unos días pasó un tipo borracho, y así como si nada con un arma en la mano (…) Esto está pasando en todos lados en los campamentos. Hay mucha violencia. Nosotros debimos lamentar la muerte de un niño vecino, al que mataron chicos venezolanos", comenta Núñez sobre el homicidio de un menor de edad (16) de nacionalidad boliviana a fines de julio pasado, luego del ataque de una turba que testigos identificaron integraban migrantes venezolanos.
"Hace poquito un chico colombiano reclamó porque el olor a marihuana era muy fuerte al lado de su casa, y fue y explicó que, por favor, se le metía todo el olor. Por eso lo mataron. A otro colombiano que salió a la tienda, andaban unos chicos armados disparando y el perro de él les ladró a uno de ellos. Le mataron el perro. El chico reclamó y solo por haberlo hecho lo mataron. Son cosas tan insensatas en realidad. Por eso mismo estamos trabajando con la población, y estamos redactando una carta para enviar a la Presidencia de la República, con la firma de todos los residentes del sector, para hacer un llamado de atención y si es posible obtener mayor resguardo policial", agrega Núñez.
La inseguridad en asentamientos irregulares en la ciudad de Antofagasta se suma a las constantes denuncias de vecinos, trabajadores y representantes de pequeñas y medianas empresas del sector céntrico de la ciudad por el alto nivel delictual en el sector. Una contingencia que se agrega a la permanente presencia de ambulantes en el casco histórico de la ciudad.
La expansión de delitos perpetrados con alta violencia se ha expandido con fuerza por distintas ciudades del país. Una realidad a la que se agregan delitos importados como un nuevo tipo de criminalidad, que se atribuye a parte del constante flujo migratorio irregular. De acuerdo a la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) 2021, elaborada por la Subsecretaría de Prevención del Delito y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la percepción de inseguridad en el país -temor de la ciudadanía frente a una percepción de alza en la delincuencia- registró niveles históricos. Este indicador se empinó en 86,9% en durante 2021, la cifra más alta desde 2003, y que representó además un incremento de 2,6 puntos porcentuales respecto de 2020.
Más cámaras de vigilancia
Para Jans Lamadrid (36), presidente del campamento Israel, a diario la comunidad del sector se enfrenta también a un alto nivel de inseguridad. "En los últimos meses nos hemos visto bastante afectados, pero personas ajenas al campamento. Como no todas las casas tienen cierres, o a veces como los vecinos no se encuentran en los domicilios, hemos visto a varios personajes que ya estamos identificando, que vienen a robar o a mirar durante el día que casa está desocupada o a qué horas salen (sus ocupantes). Durante la noche se meten a robar, y lo hacen con familias que apenas tienen para el día a día. Por eso nos estamos organizando para reunir plata a través de cuotas, también rifas y completadas, porque estamos instalando cámaras de vigilancia", comenta Lamadrid, quien sostiene que también algunos vecinos han sufrido robos de vehículos.
"A las personas que hemos atrapado, son todos extranjeros. También hemos sabido que algunas personas están entregando información a los ladrones contándoles que en tal campamento no hay vigilancia, donde son más descuidados y donde las casa no tienen cierre perimetral, porque están bien organizados estos delincuentes. Estamos también instalando una alarma comunitaria, y mantenemos un WhatsApp libre solo para usar en caso de emergencias de robos o también por alguna emergencia de salud. Además, contamos con una alarma vecinal. Un vecino está designado para eso, y en caso de robo u otra emergencia la presiona y tratamos de acudir todos", añade.
"Ya no se puede salir del campamento. Hemos debido organizar actividades para poner cámaras porque los niños ya no pueden ir ni siquiera al parque".
Luz Núñez, campamento Unión Esperanza