Harry Styles, Florence Pugh y Colin Farrel revolucionaron Venecia con sus estrenos
CINE. Ayer se proyectaron las películas "Don't Worry Darling" y "The Banshees of Inisherin" en el certamen italiano.
Efe/Redacción
E l Festival de Cine de Venecia se vio completamente revolucionado en su jornada de ayer por los estrenos de dos de sus películas más esperadas y el desfile de las estrellas que las protagonizan: "Don't Worry Darling" con Harry Styles y Florence Pugh, y "The Banshees of Inisherin" con Colin Farrel y Brendan Gleeson.
El Lido, la apacible isla veneciana donde cada año tiene lugar el certamen, vivió una jornada de auténtica locura, con cientos de jóvenes que peregrinaron para ver al músico británico y, los más ambiciosos, tratar de sonsacarle un autógrafo.
Para ello esperaron a las puertas del Palacio del Cine durante horas. Incluso hubo quienes pasaron la noche en sacos de dormir, pero al final lograron ver desfilar a su ídolo por la alfombra roja.
Styles y la directora de la cinta, Olivia Wilde, su pareja, llegaron al estreno oficial por separado: él detrás de unos grandes anteojos de sol y con un traje setentero; ella con un vaporoso vestido amarillo.
Apenas el antiguo miembro de One Direction dio un paso en tierra firma se desató el delirio y los gritos, sobre todo cuando decidió se saltó a la seguridad para sacarse algunas fotos, saludar y firmar autógrafos.
La última en llegar fue la protagonista, Florence Pugh, a pesar de que, horas antes, no había acudido a presentación de la película a la prensa, pues se encuentra rodando "Dune" para Denis Villeneuve. "Me siento muy afortunada por haber podido interpretar un papel así", dijo la actriz, mientras que el cantante afirmó que "ha sido divertido actuar en ese mundo supuestamente perfecto e interpretar a un farsante".
Proyecto secreto
"Dont't worry darling", fuera de competencia en la Mostra pero uno de sus grandes platos fuertes, transcurre en una ciudad construida en medio del desierto en la que la realidad parece dictada por una entidad que desarrolla un proyecto secreto.
La cinta explora la vida de un grupo de mujeres cuyos maridos trabajan en ese proyecto mientras ellas se dedican a tener las casas perfectas, preparar la comida y desarrollar relaciones endogámicas, hasta que una de ellas, Pugh, empieza a hacerse preguntas.
"Todo es una metáfora porque la paradoja de Victory (el nombre del proyecto y de la ciudad) es que todo parece maravilloso, pero en realidad es siniestro", resaltó Wilde, que precisó que tanto ella como la guionista, Katie Silberman, estaban muy interesadas en "esa nostalgia que tiene parte de la población americana y el concepto de 'hacer a EE.UU. grande de nuevo'".
Cinta entre amigos
Los otros grandes protagonistas de la jornada fueron Farrell y Gleeson, quienes conquistaron a la audiencia por su tremendo trabajo en "The Banshees of Inisherin", la primera película que Martin McDonagh rueda en Irlanda, y por la simpatía mostrada en una rueda de prensa en la Mostra.
La complicidad entre los actores y el director quedó más que patente en la presentación de un filme que compite por el León de Oro y que es todo un retrato de una pequeña isla irlandesa de comienzos del siglo XX.
Rodar en Irlanda fue para McDonagh "bello y majestuoso", especialmente esa zona de la costa del oeste donde estuvieron, porque era donde el realizador viajaba de niño para ver a su familia, ya que su padre era originario de allí. "Era mi sueño", explicó.
McDonagh escribió una historia situada en 1923 en la ficticia isla de Inisherin, un pequeño lugar en el que todos sus habitantes se conocen. Los protagonistas son Pádraic (Farrell) y Colm (Gleeson), dos amigos inseparables hasta que Colm decide que ya no soporta a Pádraic.
Lo que empieza como una película costumbrista se va transformando rápidamente en algo muy diferente, aunque manteniendo unos toques de humor surrealista que van muy bien con los espectaculares paisajes irlandeses.
A Farrell, que se declaró conmovido profundamente por los mundos y personajes que crea McDonagh, le entusiasmó el guion desde la primera lectura y hacer la película fue "una experiencia apasionante que me llegó muy dentro". "Estoy dispuesto a participar en cualquier tipo de proyecto con él", dijo.
Mientras, Gleeson resaltó que hacer "Escondidos en Brujas" con Farrell y McDonagh fue "estimulante tanto desde el punto de vista creativo como del personal".