Las Salinas
La alcaldesa Ripamonti de Viña del Mar ha puesto un ultimátum al gobierno central en relación al plan de habilitación de las 17 hectáreas de Las Salinas utilizados otrora para estanques de almacenamiento de gasolina y petróleo. Ella ha sostenido que el comité de ministros llamado a conocer y decidir acerca de ese plan de habilitación debe rechazarlo dentro de 72 horas. Y que, en seguida, se debe reconvertir ese predio en un parque de uso público en vez de destinarlo a un uso inmobiliario como es el plan de la empresa propietaria.
Frente a esta posición de la alcaldesa uno podría permanecer indiferente esperando que las instancias respectivas decidan de manera definitiva. Pero está visto que en esta materia no es especialmente difícil torpedear un proyecto con un sinnúmero de recursos. Y, por eso, no se puede dejar de manifestar una inquietud frente al accionar de la alcaldesa. Está muy presente lo que ha sucedido en Valparaíso con el sitio ubicado en el sector Barón del borde costero. La actual autoridad comunal porteña se ha distinguido por su fobia a todo lo que sea emprendimiento privado y por eso prefiere sacrificar la ciudad puesta a su cuidado antes que dar su brazo a torcer. Es el predominio de la ideología sobre la realidad.
La alcaldesa de Viña del Mar tiene una posición ideológica similar a la de su par porteño y por eso es de temer que la exigencia que ella hace al gobierno sea tributaria no de los requerimientos reales de la ciudad y de su población, sino de su ideología que también le manda oponerse a cualquier iniciativa privada, aunque la ciudad pierda empuje y la creación de empleos se desmorone.
Gonzalo Ibáñez S.M.
Las Salinas II
Cuenta Agustín Squella que un viejo político chileno llegaba a las asambleas partidarias, en medio de los intensos debates sobre algún asunto, y con su vozarrón y claridad lógica preguntaba ¿de qué se trata? y ordenaba la discusión explicando con peras y manzanas la esencia y propiedad del debate.
En el caso de Las Salinas y la sesión del Consejo de Ministros para pronunciarse sobre los recursos presentados por organizaciones y ciudadanos, cabe preguntarse ¿de qué se trata? Según se entiende y se agradece se explique sin intereses y visiones frente a lo que se trata, en este caso, lo que pareciera ser no es una opinión sobre un proyecto, sino más bien una definición sobre una técnica de rehabilitación de suelos contaminados. Por lo tanto, la decisión tiene más que ver con la ciencia y su aplicación en cuanto al impacto en las personas, que a una conversación sobre desarrollo urbano y el destino de un paño territorial ubicado en el corazón del turismo de la ciudad.
¿De qué se trata? La institucionalidad tiene la palabra.
Gonzalo Cowley P.
Puntos de acuerdo
"Pare, mire y escuche". Así era el letrero que estaba justo antes de cruzar una línea del tren. Su propósito era que quien cruzara se hiciera responsable de su vida. Desde el 18 de octubre de 2019, todos los sectores han vivido la experiencia de encontrarse con un resultado que les sorprende y que al parecer era inesperado. Este 4 de septiembre le tocó a la campaña del Apruebo. Más allá de la circunstancia actual, hace tiempo que se nos extravió la capacidad de escuchar, y si no hacemos algo distinto, nada nuevo va a pasar.
No estoy de acuerdo con las declaraciones de Carmen Hertz ni con las de Rojo Edwards. Ambas tienen un tono que, a mi juicio, acrecienta el conflicto.
Estamos en un momento en el que necesitamos encontrar los puntos en los que estamos de acuerdo para avanzar a conversar sobre nuestras diferencias. Esto es más profundo que encontrar fechas y constituyentes para una nueva redacción de una Constitución; esto se trata de conversar sobre el país que queremos; de parar y escuchar a la contraparte para comprender qué hay detrás de su rabia, frustración y tristeza.
Apruebo y Rechazo es algo del pasado y hoy necesitamos conectarnos con el futuro. Por eso paremos, miremos y escuchemos, que la responsabilidad de ese futuro es nuestra.
Pablo Fuenzalida Socio y gerente general de Dinámicas Humanas
Democracia y violencia
Los ciudadanos de la República debemos repetir lo siguiente hasta el cansancio: en democracia, si mi opción política pierde, no me da derecho a tratar de forzar el resultado por medio de la violencia.
Pablo Aldunate Allegro Fundación para el Progreso