Una estrategia lúcida
Conocido el resultado arrollador del plebiscito de salida, son muchas las cosas que restan por hacer. Como buenos chilenos, todos tenemos una opinión importante, pero, amigas y amigos, nuestro mejor esfuerzo hoy es lograr un acuerdo de unidad nacional, basado en nuestros principios y valores.
Una estrategia positiva nos puede ayudar. En el plebiscito de entrada estuvimos divididos y esa falta de unidad ayudó a que se eligiera una mayoría de convencionales ideologizados que, lamentablemente, elaboraron un desastre de borrador de Constitución que, ahora unidos, rechazamos mayoritariamente.
Nos rige hoy la Constitución de 2005 de Ricardo Lagos, que eliminó la de 1980 de Pinochet y está plenamente vigente el artículo 142. Nuestra tarea es doble. 1) A partir de la Constitución de Lagos debemos reformar lo que no aporta al desarrollo social y agregar los acápites que los chilenos aprueben mayoritariamente. 2) Debemos dar solución a los problemas y dolores que afligen hoy a las personas (salud, pensiones, educación, seguridad), cuestiones largamente aplazadas.
El 62% de Rechazo implica priorizar tareas. A) Es esencial que se trabaje en el diseño de soluciones eficientes que resuelvan de verdad las necesidades y generen esperanza a la mayoría de los chilenos. B) La reforma a la Constitución de Lagos de 2005, cambio que no se ejecutó en 1 y 2 de Piñera ni Bachelet, debe darse de cara a la gente libre y democrática, sin generar falsa esperanzas. C) El 38% continuará tratando de conseguir sus objetivos revolucionarios, sí o sí, como el país sabe.
Es clave no repetir los errores del 2019-20-21. Los poderes del Estado se deben orientar a ofrecer mayor seguridad y prosperidad a los chilenos y al bien común. Si en un plazo prudente no se atienden con eficacia las peticiones que claman las personas, sufriremos el desprecio de los votantes en futuras elecciones.
Jaime Salazar Rojas
Resultados
En el plebiscito de entrada, con una participación cercana al 51% del padrón electoral, se impuso la opción Apruebo, con un 78,27%, para redactar una nueva Constitución. En el plebiscito de salida, en cambio, con una participación del 85,7% del padrón electoral, se impuso el Rechazo, con un 61,86%. ¿Queda claro que no es representativa la necesidad de una nueva Constitución?Mónica Bahamonde Gómez
Asesoría de expertos
Al leer que la idea es crear una nueva Convención Constitucional, a la cual se incorporarían expertos queasesoren, me pareció estar leyendo una noticia de hace dos años.Yo creo que el problema de la Convención que propuso el texto recientemente rechazado no fue que le faltaran expertos (de hecho, se gastaron ingentes recursos en ellos), sino que tal vez por soberbia, ideología y/o intereses personales no fue considerada la experiencia, conocimiento y habilidad de este grupo técnico. Ojalá que el nuevo organismo que se cree sea más serio, considere más la evidencia y a los expertos y, por sobre todo, piense en Chile y no en los intereses particulares de cada uno de sus miembros.
Matilde Araya A.
Reformas
La ciudadanía se inclinó por su bien, dejando en claro que con sus legítimas aspiraciones no se juega ni pueden ser ellas distorsionadas. La soberbia, la odiosidad y la división del país son malas compañeras. Los chilenos quieren acuerdos en paz y tranquilidad, para así tener una mejor calidad de vida. Lo convenido era que de ganar el Rechazo, continuaba vigente la actual Carta Magna. Por lo tanto, es esta Constitución la que hay que mejorar, como ya lo hiciera un Presidente en democracia.
René A. Zapata Valiente
Stingo
Ninguna, absolutamente ninguna culpa asume el exconstituyente Daniel Stingo por no haber logrado entusiasmar a los chilenos con la Constitución propuesta, opción que tuvo una justa y aplastante derrota. Más bien Stingo le pasa la cuenta al empedrado, a la desidia del Gobierno, al "abanderizado" contralor Jorge Bermúdez, que según él era partidario del Rechazo. En resumen, exculpa a la Convención de toda responsabilidad del contundente triunfo del Rechazo. Para él, los culpables, los equivocados, serían los votantes que no optaron por su propuesta. Cómo se nota que Stingo valora tan poco el raciocinio y el criterio de los chilenos.
Luis Enrique Soler Milla