Después de largos confinamientos que elevaron los indicadores de sobrepeso en el país, y en vísperas de una fecha que se caracteriza por el consumo de alimentos altamente calóricos, como son las Fiestas Patrias, el llamado al autocuidado y la moderación adquiere gran relevancia.
Ese es precisamente el mensaje que entrega el nutricionista y académico del Departamento de Ciencias de los Alimentos y Nutrición de la Universidad de Antofagasta, Farid Taborga Reyes, a pocos días de un nuevo aniversario nacional en que muchos chilenos enfrentarán todo tipo de tentaciones alimentarias.
Para el profesional de la UA, aunque el sobrepeso y la obesidad no deben relacionarse con una fecha en particular, pues más bien responden a hábitos de larga data, es importante tener consciencia de lo que se come y evitar excesos que luego nos puedan pasar la cuenta.
¿Cuáles son las consecuencias negativas de una mala alimentación?
-La principal consecuencia es el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, las cuales están aumentando en las personas jóvenes. Hoy es común atender a jóvenes de 25 o 30 años con diagnóstico de hipertensión arterial o dislipidemia, es decir, colesterol o triglicéridos altos. Pero eso no es todo, además existe evidencia suficiente para relacionar una alimentación alta en productos ultraprocesados, como embutidos, snacks o bebidas alcohólicas, con el desarrollo de ciertos tipos de cánceres.
¿Cómo incidirán las Fiestas Patrias en el problema?
-Muchas veces se culpa a las Fiestas Patrias como el principal responsable del aumento de peso o el desarrollo de enfermedades crónicas. Sin embargo, la aparición de este tipo de problemas de salud está más relacionado con malos hábitos a través de un tiempo prolongado. Ahora, respecto a las Fiestas Patrias, el principal problema es la mentalidad de la población en general, que acostumbra cometer transgresiones alimentarias en estas fechas. Y acá las más expuestas son las personas que padecen enfermedades crónicas, porque pueden sufrir descompensaciones, elevación excesiva de la glicemia, si son pacientes diabéticos, o incluso crisis hipertensivas que podrían ser fatales.
¿Qué consejos puedes entregar?
-Lo primordial es que las personas tengan una alimentación consciente y una buena planificación, que debe incluir muchas verduras y porciones adecuadas para no cocinar de más, porque es un hecho que mientras más cocinamos, más comemos. En relación a las carnes, es importante disminuir el consumo de embutidos y preferir carnes magras, como posta rosada, lomo liso, pollo e incluso pescados. Debemos ser conscientes que la finalidad de las Fiestas Patrias no es comer o consumir alcohol en grandes cantidades, sino compartir en familia y pasar un rato agradable. Mi mensaje es que cambiemos el switch y actuemos como si fuera un día normal, no privándonos ni viendo los alimentos como algo "malo", pero sí siendo conscientes de lo que se está comiendo.
¿Qué alimentos recomiendas evitar?
-No recomendaría eliminar o prohibir ningún alimento. La nutrición restrictiva no funciona. La recomendación principal para estas fechas es educarnos y educar, no prohibir alimentos, sino que consumirlos de manera consciente para no caer en excesos.
¿El consumo desmedido de alcohol puede acelerar el aumento de peso?
-Sí, el alcohol es un producto con una alta densidad calórica. Esto significa que tiene muchas calorías contenidas en poco volumen, lo que denominamos "calorías vacías". El alcohol además es rápidamente absorbido y se almacena como grasa en nuestro organismo. Un litro de cerveza tiene aproximadamente el 25% de las calorías que requerimos diariamente y una persona en estas fechas fácilmente puede consumir más de un litro diario. El terremoto es peor, sumando la granadina y el helado de piña, tenemos una bomba de azúcar. Por eso, moderación.
¿Dónde se almacena esa grasa?
-Todos, la grasa se almacena de dos formas. Subcutánea y visceral. La grasa subcutánea no es peligrosa ya que se almacena bajo la piel y cumple funciones específicas para el correcto funcionamiento del organismo. Pero la grasa visceral se queda principalmente en la zona abdominal, rodeando órganos como el hígado, corazón y páncreas. Aunque es difícil ver a niños o adolescentes con compromisos graves, ya en la edad adulta comienzan a aparecer los problemas de salud.
¿Cómo se puede construir una buena cultura de alimentación al interior de una familia?
-Lo principal es acudir a un profesional de la salud adecuado. Los nutricionistas somos los responsables de educar a la familia para tener una crianza respetuosa con la alimentación. Obligar a niños o niñas a comer verduras o amenazarlos con castigos, puede causar trastornos en su conducta alimentaria, sobre todo cuando el padre o la madre tampoco consumen esos alimentos, o cuando se le prohibe al niño o niña algo que todos los demás consumen, por ejemplo, una bebida. Para lograr mejores hábitos recomiendo siempre incluir al niño en la planificación, consultar qué quiere comer, llegar a acuerdos, ir a comprar los alimentos con ellos, cocinar y finalmente degustar. Que coma en la mesa con los demás y que todo el círculo familiar esté comprometido con la formación de hábitos. Pero lo más importante es nunca obligar a un menor a comer, sobre todo si hay algo que no le gusta. Recordemos que el gusto cambia con el tiempo, ellos solos se atreverán a probar y a comer otras cosas.
¿Por qué es importante construir hábitos alimenticios en la infancia?
-Es importante porque se marca el cómo se alimentará ese niño o niña cuando sea adulto. Si genera una buena relación con la comida, a través de la propia maduración, la irá buscando y formando hábitos propios. Muchas veces no le gustará el brócoli, pero sí la acelga, y ahí tenemos un espacio donde podemos incluir verduras de forma entretenida. El hábito no significa que va a comer de todo, si no que podrá discernir a futuro qué es mejor comer y por qué. La misión de nosotros como adultos es siempre educar.