Cuestionadas declaraciones
De que hubo una clara desafinación entre la declaración del embajador de Chile en España, Javier Velasco, y el discurso del Presidente Boric en la ONU, la hubo. Se podrá estar de acuerdo o no con el discurso del Mandatario, pero un embajador, y en particular Javier Velasco en España, debe ser muy consecuente; en otras palabras, debe cantar en la misma nota del Presidente Boric, porque su presencia en España es para representar a Chile, no a su ideario político-partidista. Si no puede separar las aguas, entonces no está llegando a la nota que se necesita para ser embajador de nuestra patria.Este desaguisado reabre la polémica por la designación de embajadores. Si a Javier Velasco le agrada hacer política, que postule al Congreso.
Luis Enrique Soler Milla
Disonancia e impronta
Es difícil que alguien pueda estar en desacuerdo con las ideas centrales del discurso del Presidente de la República en la Asamblea General de la ONU. La afirmación de la democracia, los derechos humanos, el legado de las generaciones anteriores, los anhelos de justicia e igualdad, son todas consideraciones ampliamente compartidas en Chile y el mundo civilizado. El problema es que con frecuencia se advierten disonancias acusadas entre esos dichos, las opiniones de otras autoridades y la política concreta que intenta impulsar su gobierno en diversas materias.
Al escrutar y contrastar estos elementos queda en evidencia que las autoridades responden a un fuerte sentido generacional y que, como dijo un ministro hace un tiempo, se sienten portadoras de valores superiores a los de las generaciones anteriores, cuyos gobiernos no habrían hecho otra cosa que despojar, sojuzgar y anular a amplios sectores de la población. Entonces, es del caso advertir que en el ejercicio concreto de la política gubernamental, estos dirigentes se perciben a sí mismos como hijos de luchas que nunca libraron y, además, pretenden encarnar una épica borrosa, imprecisa, difícil de describir, que tampoco ellos vivieron.
Así, desde el fragor romántico de epopeyas políticas y sociales más bien improbables, vienen con afanes redentores y no mucha información sobre la historia de Chile, a corregir la impronta y el legado de las generaciones anteriores. Entre otros indicios de esta manera ideológica de entender y asumir la conducción del Estado, basta mencionar su adhesión sin reservas, y carente de espíritu crítico, a la opción Apruebo en el reciente plebiscito, que el propio Mandatario reveló ante el concierto de las naciones.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Hechos históricos
El Presidente Boric, en la Asamblea de la ONU, destacó el discurso pronunciado por el Presidente Allende en la misma testera hace 50 años. Recomiendo encarecidamente leer dicho discurso de hace 50 años en que el Presidente enfatizaba cómo su gobierno estaba "transformando revolucionariamente las estructuras", destacando "el contenido revolucionario del proceso que está viviendo mi país" y expresando que una "Cuba socialista nos ha entregado sin reservas, permanentemente, su adhesión revolucionaria".
Todos sabemos cómo terminó dicho proceso revolucionario, el cual el Poder Ejecutivo chileno defendía hace 50 años expresando: "La revolución se mantendrá dentro del derecho, mientras el derecho no pretenda frenar la revolución".
También todos sabemos que este proceso revolucionario solo terminó luego de sendos pronunciamientos históricos del Poder Judicial y Poder Legislativo chileno, que declaraban "las actitudes ilícitas del Poder Ejecutivo" y el "grave quebrantamiento del orden institucional y legal de la República", respectivamente. Para ser justos, recordar discursos también requiere recordar hechos históricos.
Carlos Fanta De la Vega
Discurso en la ONU
Habiendo escuchado todas las intervenciones de hoy en la Asamblea General de Naciones Unidas, respecto a nuestro Presidente quisiera hacer las siguientes observaciones:
1.- Sería bueno que hablase de corrido, sin leer y más pausado, demostraría convicción en su mensaje e incluso dominio escénico.
2.- Habló de Venezuela bajo una crisis política, obviando tratarla de dictadura, mientras que a Chile lo describió como un país en el cual se atropellan los derechos humanos sistemáticamente, además de ser el de mayor desigualdad. Eso sí que es deslealtad con el país que él gobierna.
3.- El lenguaje inclusivo parece que solo le funciona en Chile, ya que no siempre lo utilizó.
4.- Por supuesto, no podía estar ausente la mención de Allende, quien al final del día es el origen de todas nuestras divisiones.
5.- Finalmente, contrario a lo que él mencionó, el Rechazo de la propuesta convencional sí es una derrota para su gobierno y así lo debe entender.
De corbata y buena presencia, ni hablar.
Anthony Covarrubias Castro