"Me gustaría que el básquetbol en el norte empiece a revivir lo que era antes"
Catalina Ramírez Cordon la pívot seleccionada nacional actualmente con 19 años, vivió la experiencia de jugar en el extranjero, específicamente en Estados Unidos. Hoy se encuentra de vuelta en -desde junio de este año- y compartió un poco de lo que fue su experiencia jugando en la gran potencia.
"Estuve dos años en Estados Unidos, de los 17 a los 19 y tomé la decisión de venirme a Chile, llegué en junio y ahora estoy jugando. Me llamaron para jugar en la Liga Femenina Profesional de Básquetbol, así que estoy en el sur de Chile, en Temuco. Son 2 ligas, la oficial que es esta y la anterior que era clasificatorio, y esa partió en marzo y terminó en agosto, pero no la jugué porque estaba en Estados Unidos, y volví y me llamaron para jugar la oficial que parte el 15 de octubre. Por ahora estoy concentrada en la liga que termina en diciembre y obviamente siempre presente la selección chilena y mis metas están directamente conectadas con eso".
Experiencia
¿Por qué el retorno a Chile?
-En realidad, igual tenía ofertas universitarias allá, pero me decidí a volver a Chile. Obviamente también volví para estar presente en la selección chilena y mis metas son los Panamericanos del 2023, porque este año me preocupé más de la recuperación de la lesión de la rodilla izquierda y dije, no basta, y me dediqué cien por ciento a esto y se me dio la posibilidad de una semana a otra de venirme a Temuco y jugar por la Universidad de la Frontera (UFRO).
¿Cómo fue su estadía en Estados Unidos?
-Estuve dos años en un colegio jugando la liga nacional, la liga del estado. Ganamos el primer año la liga del estado como el equipo de Florida. Ya después en el segundo año se clasificó al nacional y después me devolví porque terminé la high school y tenía que decidir si estudiaba allá la universidad o me devolvía a Chile, así que me decidí por volver a Chile, por una lesión y demás problemas. Pero ya me recuperé así que estoy para jugar la liga de acá de Chile.
¿Cómo fue la experiencia de jugar allá?
-Está a un nivel pero altísimo, de jugadoras de catorce o quince años que están jugando a un nivel muy bueno. Cada equipo de cada estado es muy competitivo y al fin y al cabo terminé jugando con jugadoras que eran de la selección de Estados Unidos en contra y fue una experiencia muy buena, aparte que con entrenadores de alto nivel, partidos de alto nivel, entrenamientos 3 veces al día, entonces fue una experiencia totalmente buena que me trajo mucho crecimiento y que igual me gustaría explicar todo el sistema de allá acá en Chile y que se haga un cambio.
¿Dónde jugaba antes de irte a Estados Unidos?
-Estaba en Sokol de Antofagasta, luego un año no jugué porque me dediqué cien por ciento a la selección y luego fue la pandemia y me fui para Estados Unidos el 2020.
¿Tuviste alguna dificultad jugando acá en Chile?
-Lo más complicado, los lugares de entrenamiento, porque yo entrenaba en el Club Sokol y a la vez con Claudia Vicencio por los JUDEJUT entonces, tener que buscar entrenamiento, igual a los quince, dieciséis, no sabía bien qué cosas podía hacer para mejorar, entonces ahí la Claudia me ayudó bastante en el tema de poder entrar a la selección. También la constancia de todos los días ir a entrenar de que si no tenía ganas tenía que ir a entrenar, que si uno se propone una mini meta y las va cumpliendo yo creo que así se va logrando las cosas y disfrutar el proceso porque las cosas van a llegar solas.
¿Y lo más difícil de su estadía en Estados Unidos?
-Yo creo que lo más difícil fue el estrés mental, el estrés que te da el alto rendimiento de allá. Es un desgaste más mental que físico. Lo que valoro de allá es la madurez mental que te hacen tener como persona y como deportista. Me refiero a tener un hábito deportivo tremendo. Cosas muy básicas, tienes que mejorarlas para seguir a gran nivel, y creo que la madurez mental en el ámbito que por ejemplo allá en Estados Unidos todos son muy buenos, pero lo que te hace diferente es tu dureza mental. Porque allá todos te van a jugar mentalmente, entonces el que resista más va a poder mostrarse. Es un ambiente muy duro.
¿Cómo son los entrenamientos en Chile?
-Los entrenamientos de la selección están al mismo nivel, pero no así en los clubes. Después de que llegué de Estados Unidos, el chip cambió entonces ahora entreno por las mías nomas. Tengo los entrenamientos con el equipo y sigo haciendo gimnasio y ver la defensa y mejorar personalmente. Como quedé con el ritmo de Estados Unidos, no quiero bajar el nivel que alcance allá. Así que serían como tres o tres horas y media diarias de entrenamiento.
¿Qué habilidades cree que potenció estando allá?
-Valoro mucho el roce que tuve. Aprender de mis compañeras de equipo, de los rivales con los que jugábamos. Absorber toda la información y conocimiento de los entrenadores. Yo creo que mejoré tanto en la táctica, como en la técnica.
¿Quiénes te acompañaron en tu travesía a Estados Unidos?
-Me fui con dos chicas más de mi categoría en la selección, de las que ganamos el sudamericano y pasamos al mundial. A mi colegio allá nos fuimos tres de esa selección. Luego a otros colegios se iban otras chicas, en total de las quince que eran de la selección, ocho nos fuimos a Estados Unidos de la misma categoría.
¿Por qué en el norte no se juega tanto como en el sur del país de nuestro país?
Porque obviamente en el sur hay muchas más ligas donde jugar. Entonces una niña del norte no juega lo mismo que una niña del sur y de eso me di cuenta cuando a los quince años entré a la selección y el 80% de las niñas eran del sur. El resto era de Santiago y yo que era la única del norte. Y cuando viajábamos a competir al sur se notaba mucho la diferencia. Igual, me gustaría que el básquetbol en el norte empiece a revivir lo que era antes, por ejemplo, en los nacionales universitarios. Acá en el sur hacen eliminatorias de ocho o cuatro equipos por región y allá en el norte solamente se eliminan la UCN con la UA. Lo cual no tiene tanto roce porque no hay una liga universitaria como la hay acá.
¿Cómo es su cercanía con la selección chilena?
-Cuando me fui a Estados Unidos estaba en la u16, u17, y ahora que volví igual he estado en contacto con los entrenadores. Hicieron una gira a Estados Unidos y estuve con ellos. Ahora estoy en la adulta, como ya tengo 19, estoy compartiendo el puesto con jugadoras de 25, 32. Si hacen concentraciones tengo que mostrarme en la liga para que me vuelvan a llamar.
Este contacto que tuve acá con la UFRO, el que me ayudó, fue el entrenador de la selección. Entonces, él me dijo que necesitaba una jugadora en la Universidad de la Frontera, ellos me llamaron y tienen mucho contacto con la selección, así que eso me gustó harto.
¿Sigues siendo la única nortina en la selección?
-De mi categoría sí, de la u19 a la adulta no hay gente del norte.
¿Tiene pensado volver a jugar en el norte?
-Para volver y jugar por una universidad de allá realmente no, porque, si quiero estar en la selección tengo que estar en las ligas más competitivas. Así que me quedaría en el sur en ese aspecto, pero obviamente en los veranos volvería y también me gustaría ser partícipe de si alguna chica se quiere sumar a entrenar conmigo yo lo voy a hacer.
De ir sería por el verano nomás, ya que, en el norte no hay una liga competitiva y si la hay, no incluye a todos los equipos del torneo, aparte creo que tampoco hay una liga universitaria, o si la hay, no creo que sea tan competitiva.
¿Tienes algún mensaje para los jóvenes deportistas?
-Siempre tengan confianza en uno mismo. Las oportunidades uno las tiene que salir a buscar y si no se da que lo sigan intentando y nunca rendirse, porque los sueños si se cumplen, con mucho esfuerzo y dedicación diaria. Y para todos los jugadores y jugadoras de básquetbol del norte que no se menosprecien cuando tengan que ir a jugar torneos a Santiago o al sur porque todos tenemos las mismas capacidades, solamente con la constancia de los entrenamientos uno va a mejorar poco a poco.