Burkina Faso: líder depuesto pide "evitar la guerra" mientras el mundo condena golpe
CONFLICTO. Militares encabezados por Ibrahim Traoré se tomaron el poder.
La tensión volvió ayer a Burkina Faso tras el golpe de Estado de este viernes, el segundo cometido en este país en ocho meses, que recibió la condena de la ONU, la Unión Africana (AU) y la Unión Europea (UE), entre otros actores internacionales.
El depuesto presidente de Burkina Faso, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, pidió ayer a los golpistas que l derrocaron "entrar en razón para evitar una guerra fratricida".
Un grupo de militares encabezados por el capitán del Ejército Ibrahim Traoré dio un golpe de Estado y depuso a Damiba, líder de la junta militar en el poder, a quien acusaron de ser incapaz de atajar el terrorismo yihadista que sacude al país.
Damiba hizo "un llamado al capitán Traoré y compañía a entrar en razón para evitar una guerra fratricida que Burkina Faso no necesita en este contexto".
En su primera comunicación pública desde el golpe, el teniente coronel negó también que se haya refugiado en la base militar de Kamboissin, situada en el norte de la capital burkinesa, Uagadugú, que alberga efectivos franceses de la Operación Barkhane (liderada por Francia), que combate al yihadismo en el Sahel.
"Niego formalmente haberme refugiado en la base francesa de Kamboincé (como se escribe también el nombre de ese campamento). Es sólo una intoxicación para manipular la opinión", alegó.
"Los trágicos acontecimientos que atraviesa nuestro país en estos momentos -insistió- están en el origen de la difusión de información falsa, hábilmente orquestada y destilada con el objetivo de manipular a las poblaciones instrumentalizándolas para causas extranjeras y en detrimento de el interés superior de la nación", agregó.
Finalmente, Damiba instó a la población civil a "mantener la calma en casa".
Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados a Al Qaeda al Estado Islámico, en el norte del país.