La s apuestas del turismo regional
Tras la cumbre realizada En San Pedro de Atacama se definió que es necesario profesionalizar la actividad para hacerla más sustentable y menos invasiva. El fin último es lograr que exista el menor impacto en los sitios turísticos provocados por la llegada de personas. Junto con regular la carga de visitantes se apunta a que el servicio sea de calidad.
En la reciente cumbre del turismo regional, realizada en San Pedro de Atacama, hubo una extensa discusión y momentos para compartir la experiencia y definir parámetros que seguir a futuro. La conclusión final fue que se deben hacer los esfuerzos para que la actividad sea sustentable y profesionalizada.
El tema de la sustentabilidad no es nuevo, por lo menos en San Pedro de Atacama, donde las comunidades indígenas -muchas de ellas administradoras de sitios turísticos- han manifestado que debe existir una regulación en la cantidad de visitantes que llegan a los distintos lugares de atracción. Ello, porque están insertos en ecosistemas frágiles y la presencia masiva de humanos provoca diversos tipos de deterioro en el ambiente físico y en su interacción con la flora y fauna.
Allí la recomendación siempre estuvo de la mano de regular la carga de visitantes en los lugares más vulnerables. Una vía fue el aumento en el cobro por ingreso. El ejemplo, la laguna Chaxa donde se pasó de $5 a $30 mil el pago por persona para poder acceder al lugar.
La pandemia puso en pausa muchas de esas medidas y que hoy buscan ser replicadas en la región. El fin último es lograr que exista el menor impacto en los sitios turísticos provocados por la llegada de personas. En ello la experiencia sampedrina será fundamental para los destinos emergentes que están en la Región, uno de ellos Taltal que ya empieza a entregar una atractiva oferta.
Y lo segundo, aunque distinto, tiene varias intersecciones con el primer punto. El acuerdo fue profesionalizar la actividad lo que en líneas generales significa una regulación en los distintos servicios del rubro, principalmente en alojamiento, alimentación y transporte.
En los lugares de mayor visitación hay muchos informales que no cumplen los estándares para ofrecer un buen servicio. Hay engaños y abusos contra los turistas lo que redunda en un deterioro en la imagen del lugar. Al impulsar la profesionalización se logra que los involucrados en el engranaje turístico cuenten con la especialización para atender de modo correcto a los visitantes y sean capaces de responder ante sugerencias y reclamos.
De este modo, se empieza a direccionar un rubro que puede transformarse en un importante polo económico para la Región, pero que requiere de más regulación.