Parte del legado de dos referentes culturales de Antofagasta como el doctor Antonio Rendic, cuyo seudónimo de poeta era Ivo Serge, y de Andrés Sabella, periodista y poeta, se halla en las dependencias de la Casa de la Cultura de Antofagasta, de propiedad municipal, pero administrada por la Corporación Cultural Andrés Sabella, la que mantiene 33 años de vida. Sin embargo, como afirmó su presidenta, Mirtha de la Vega Dahmen, el apoyo siempre es escaso para mantener este patrimonio antofagastino, a pesar de los tres millones de pesos que aporta la municipalidad anualmente para sueldos y actividades, "que no son retroactivos".

En este sentido Mirtha de la Vega dijo que actualmente se necesita financiamiento para mantener el lugar y pagar el sueldo en verano de la persona encargada de la sala, "así estamos recurriendo a cuotas. A través del padre Luis Palavecino y el empresario Teodoro Azócar, podemos cubrir enero y febrero en cuanto al pago de la persona, a quien se le cancela el mínimo más lo impuestos. Al final, vivimos con menos de lo justo. Nunca, por ejemplo, hemos podido conseguir una persona para trabajar en los archivos de ocho mil libros y una pinacoteca de más de 200 obras; cantidad de obras que evidencian de algún modo la importancia de este legado".

En este contexto dijo como sala de exposición siempre están dando espacio a los artistas emergentes y reconocidos.

"Este año ya vamos a la XXIII versión del Salón de la Mujer que lleva el nombre de la fallecida Sonia Buljan, porque ella lo creó. El espacio está abierto para las personas que hacen charlas. Los adultos mayores que desarrollan folclor se reúnen aquí los viernes. Estamos abiertos a lanzamientos y reuniones. Hace poco se hizo un homenaje a Osvaldo Torres, fundador de Illapu. Viene una exposición de una madre y su hija que comenzaron a pintar en la pandemia. Así la programación es variada y somos parte de la oferta cultural que mantiene la ciudad durante el año", especificó.

Remodelación

Respecto a la posibilidad de que a la municipalidad le de otro fin a la Casa de la Cultura a través de un proyecto y por ende la Corporación Sabella deba salir del recinto, sostuvo que hasta el momento no han sabido nada del tema. "Siempre hay rumores que se va a arreglar esto o que se cerrará por algún tiempo, pero hasta el momento oficialmente no sabemos nada. Sin embargo, nos hemos comunicado con el concejal Camilo Kong, quien se comprometió a averiguar y entregarnos una información fidedigna. De llegar a salir de aquí, es difícil proyectar dónde o en qué espacio nos meteríamos con todo esto", aseveró.

De la Vega indicó que ya en una ocasión tuvieron que salir del recinto, ya que el municipio se instaló por un tiempo en la actual Casa de la Cultura. "En ese oportunidad el alcalde Pedro Araya, nos alojó en el edificio del antiguo Mercurio, que estaba ubicado en calle Baquedano. El, incluso, entregó el dinero para que se arrendara la propiedad. Allí estuvimos nosotros. Luego cuando debutó la nueva Casa Consistorial, nosotros regresamos acá", dijo.

En cuanto a los artefactos y libros que pertenecieron a Andrés Sabella, o el patrimonio de éste, Mirtha de la Vega aclaró que estos pertenecen a la Corporación. "Cuando murió el poeta, su hija María Eugenia Sabella, llevó las cosas a la Universidad del Norte y no se lo recibieron. Después se lo entregaron a Floreal Recabarren, y éste lo depositó acá. Por lo tanto esto pertenece a la Corporación porque está dentro de los estatutos. Lo mismo sucede con el legado de Antonio Rendic, aunque si él pasara a transformarse en santo debería replantearse esto", aseveró.