Contaminación acústica se expande en forma crítica y sin control en campamentos
CONVIVENCIA. Según reconocen vecinos de estos asentamientos. "Es como un pueblo sin ley", dice una pobladora sobre las continuas incivilidades, delitos, y constantes ruidos molestos.
La expansión de la contaminación acústica se ha posicionado como una de las amenazas para la salud humana con la que deben lidiar a diario habitantes de distintos sectores de la ciudad de Antofagasta. Una dificultad que además ha crecido aparentemente sin control en distintos campamentos de la capital regional, según comentan residentes de este tipo de asentamientos
"Un problema grave que tenemos hoy son los ruidos. Hay gente a la que no le importa el resto. Trato de enseñarles a algunos vecinos sobre el respeto a los demás, pero a veces son las cuatro y cinco de la mañana y le hacen bulla a la gente que tiene que trabajar al otro día. No importa que sea en la semana. Hay cero valores en ese sentido", dice una residente colombiana de un campamento del sector centro alto, quien prefiere mantener en reserva su nombre por temor a represalias
"Esto está pasando en la mayoría de los campamentos. Son noches y días enteros con un alto nivel de bulla, y como son casas de material ligero se escucha todo. Hay que ingeniárselas y buscar alternativas para dormir, porque si usted se levanta en la medianoche a decirles algo, capaz que le ofrezcan balas. Esta es una problemática de cada fin de semana, y no ocurre solo los sábados, también los domingos, con bulla hasta la una y dos de la madrugada, y uno debe trabajar al otro día. En la semana es el mismo problema (…) Fuera de eso, van dejando sus tarros de cerveza en cualquier parte", agrega. Según datos de la Superintendencia de Medio Ambiente de abril pasado, en denuncias por ruidos la Región de Antofagasta se ubicaba en quinto lugar a nivel país en este tipo de registro (5,2%). Le antecedían en este indicador las regiones Metropolitana (40,5%), Biobío (8,6%), Valparaíso (8,2%) y Coquimbo 6%.
Para Mary Luz Rodríguez, dirigenta vecinal del campamento Fénix, la contaminación acústica ha crecido con fuerza en este tipo de asentamientos. "Al principio todos respetan en cuanto a convivencia, pero con el paso del tiempo muchos piensan que pueden hacer lo que quieran, y de verdad sí, ha aumentado mucho el ruido. Comités de vecinos reconocen que esto es un gran problema, con decirle que usted a veces no puede ver televisión", dice esta residente colombiana, quien detalla que esta dificultad resulta habitual en campamentos como Mirador La Portada, Alcanzando un Sueño y Fénix, entre otros.
"Bulla descontrolada siempre hay, pero principalmente cuando hay pago; cada fin de mes. Hay algunos vecinos que tienen equipos que se escuchan de aquí hasta la circunvalación, hasta la avenida, así es que imagínese. A veces algunos empiezan el viernes, y siguen el sábado y domingo", agrega Rodríguez, vecina colombiana del sector.
Según han reportado desde la Superintendencia de Medio Ambiente, desde la puesta en marcha de la entidad en 2013, las denuncias por ruidos molestos han liderado la demanda de la ciudadanía a nivel país. "El año 2021, cuando cambiamos a un nuevo sistema de denuncia ciudadana online, el aumento en el ingreso de denuncias fue exponencial, y dentro de ellas el 61% de los casos denunciados correspondía a ruidos molestos. Sabemos que este es un tema de alta sensibilidad para la ciudadanía, porque tiene relación con la salud y con la vida diaria. En ese contexto, estamos intentando gestionar una gran cantidad de casos de denuncias de ruidos para lo cual estamos contando con el apoyo de diversas Municipalidades", reconoció este año Emanuel Ibarra, Superintendente del Medio Ambiente (S), con ocasión del Día Internacional de la Conciencia Sobre el Ruido.
Pueblo sin ley
Según datos del catastro nacional de campamentos 2020-2021 de Techo Chile, la Región de Antofagasta registraba en el último de estos años 7.298 familias en campamentos, conformados por 89 asentamientos de este tipo. En tanto, según registros del informe Exposición a Amenazas y Vulnerabilidad, también de Techo Chile, la Región de Antofagasta registra el mayor porcentaje a escala país de familias migrantes en campamentos (66,68%).
Para una vecina chilena de un campamento del sector centro norte de la ciudad, quien también prefiere mantener su nombre en reserva, los fines de semana se proyectan como un infierno por un bullicio constante incluso hasta las madrugadas. "Acá es terrible la bulla. En lo personal tuve problemas. Unas personas me ofrecieron hasta balazos. El fin de semana se amanecen hasta el domingo en la noche metiendo bulla. No tienen ningún respeto. Acá donde vivo yo, somos cuatro familias chilenas. Lo peor es que los Carabineros no suben cuando uno los llama. Estoy totalmente aburrida por esto, por lo mismo ya no comparto con nadie. Me alejé incluso de la directiva porque no hacen nada. Es como un pueblo sin ley".
"Más encima vivo sola con mi hija y mi nieta. Es terrible vivir así. Una vez venía llegando un domingo del trabajo, y estaban peleando a cuchillos en la sede. Antes era bien poca la gente acá, pero después se empezó a llenar. La verdad es que no tienen respeto por nada ni por nadie. Acá se permite que se venda alcohol, drogas… y eso trae más y más gente, y más desorden. Los ruidos acá son terribles", añade.