Responsabilidad en redes sociales
Polémicos tuits ponen en jaque nombramientos y cuestionan a las nuevas autoridades de Gobierno. Parece fácil situarse en el contexto, justificar el fervor y aceptar disculpas. Pero tras todos esos tuits lo que se entiende hoy, es que varios de sus autores son los responsables de la actual crisis de autoridad.
Las redes sociales son hoy una plataforma tecnológica muy utilizada para expresar opiniones y disparar contra quienes vemos como nuestros objetivos, y se hace desde la seguridad de estar en una trinchera inexpugnable. En ese mundo virtual las reglas escasean y quienes las utilizan saben del daño que pueden ocasionar, pero lo minimizan y aplican una severidad y violencia que es difícil de entender.
Pero ese disparo en redes sociales deja una traza, una huella y es posible encontrarla aunque pensemos que borrándolo se elimina su existencia. Por eso, quienes están sumergidos en la política tienen que ser responsables de lo que publican hoy y de lo que puede suceder a futuro.
Muchos entendidos explican que las opiniones en redes sociales suelen representar el verdadero pensamiento de quienes las emiten. Como no existe la obligación de ser "políticamente correcto" se escribe o se sube un video con lo que realmente se piensa y aceptan someterse al escrutinio público.
Por ello, cuando hoy vemos que algunas de nuestras autoridades antiguos prolíficos tuiteros o influencer, ven trabada sus aspiraciones políticas por sus anteriores mensajes en redes sociales, se pensaría que actuarán en conciencia y declinarán de cualquier nombramiento que vaya contra lo que piensan y que quedó registrado en las redes de internet, pero no es así.
Los casos se repiten como el del actual subsecretario de Desarrollo Regional Nicolás Cataldo, quien vio frustrado su ingreso a la Subsecretaría del Interior por tuits contra Carabineros. Lo mismo pasa con el nuevo director de Metro, Nicolás Valenzuela, quien en pleno estallido llama a evadir el pago en este servicio. El otro Nicolás (Grau), ministro de Economía, también publicó mensajes en contra de Carabineros, lo mismo que otros tantos secretarios de Estado.
El ministro Jackson llama a mirar el contexto en el que se dieron esos hechos y que lo importante es lo que piensan hoy y el buen trabajo que están haciendo, principalmente, con Carabineros.
Se ve sencillo entender el contexto, justificar el fervor del momento y aceptar disculpas. Pero tras todos esos tuits lo que se entiende hoy es que varios de sus autores son los responsables de la crisis de autoridad que vivimos.