Imputados por robo de cobre quedan en prisión, maquinista era parte de la banda
INVESTIGACIÓN. La Corte de Apelaciones ordenó la medida tras acreditar la participación de los siete individuos. El operario y dos trabajadores más ayudaron a ejecutar los asaltos.
Durante este jueves la Corte de Apelaciones de Antofagasta acogió el recurso de apelación presentado por el Ministerio Público y dictó prisión preventiva a los siete hombres acusados de idear y participar en el robo de cátodos de cobre a trenes de Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB). Más precisamente, se trata del asalto realizado el sábado 8 de octubre en Mejillones, donde se sustrajeron alrededor de 25 toneladas de cobre.
Anteriormente, el Juzgado de Garantía de esa ciudad no aceptó la petición de la Fiscalía Local de aplicar la medida cautelar, limitándose solo a formalizar a los implicados. Esta decisión fue revocada ayer en la primera sala del tribunal de alzada, integrada por los ministros Dinko Franulic, Jasna Pavlich y Jaime Rojas. Los imputados son investigados por los delitos de robo con intimidación y asociación ilícita.
"Se está frente a dos delitos graves que dan cuenta de una estructura que permite presumir que existe una posibilidad de reiteración delictiva, que estructura el peligro social que invocaron las partes acusadoras para requerir la medida cautelar de prisión preventiva", señaló el ministro Franulic al dictar la resolución.
Hechos
Durante los alegatos previos al dictamen de la corte, se dieron detalles acerca de cómo se llevó a cabo el robo y del particular método de operación que esta agrupación criminal ocupó. El delito involucró a tres trabajadores de FCAB, entre los que se encuentra el maquinista que conducía el tren atacado, quien habría actuado en complicidad con el resto de los delincuentes y sabía de antemano que se desarrollaría el robo.
El sujeto, de iniciales M.A.H., detuvo su marcha a eso de las cuatro de la tarde en las inmediaciones de la estación ferroviaria Los Morros, y habría simulado alarmarse por un cambio hecho en las vías férreas, provocado por otro de los imputados. En ese momento, el resto del grupo apareció al volante de diversos vehículos. Un camión pluma, dos camiones de marcas JAC y Scania y un buggy son los que fueron registrados por la fiscalía.
Siguiendo con el plan pactado por el grupo, el conductor habría facilitado ser maniatado de manos, involucrando en el hecho a su ayudante S.G.F., quien sí fue realmente amenazado. La banda luego procedió a sustraer los celulares de los maquinistas y sacó el sistema de comunicaciones de la cabina. A la vez, el imputado D.E.E. utilizó pintura en spray para tapar los lentes de las cámaras de seguridad, aunque en el proceso cometió un error.
"Este tren por la extensión del convoy, tenía dos vagones, y cada uno tenía una cámara en sus partes frontal y posterior. Él roció solo la frontal del primero y la trasera del segundo, dejando libres las cámaras intermedias. Con eso, fue posible que existieran videos que registraran el movimiento de los camiones y dieran material al OS-9 para su análisis", describió el abogado querellante Fidel Castro Allendes.
El proceso de sustraer los cátodos de cobre habría tomado unos 45 minutos, tras lo cual todos los imputados regresaron a Antofagasta, salvo por M.R.V, uno de los dos líderes del grupo, junto a otros dos imputados. Por medio del camión Scania se trasladaron hacia un pique minero, nombrado como Minera Tames, ubicado cerca de Caleta Michilla, y que es propiedad de R.V.C, alias´'Piolín', la otra cabeza de la organización.
En ese lugar los cátodos eran custodiados por I.A.E., y fue en ese pique al cual llegó días después Carabineros para recuperar el cobre robado. Si bien se realizaron diversas pesquisas y diligencias de investigación, el hallazgo del lugar y la detención de los siete hombres fue facilitada por declaraciones de los mismos imputados, así como de cercanos y familiares.
La defensa presentó como uno de sus principales argumentos el hecho de que estos testimonios fueran la base principal de las acusaciones, sin sustento adicional. Sin embargo, tanto Fiscalía como la parte querellante insistieron que el trabajo del OS-9 y las observaciones técnicas, uso de drones e informantes entre otros, contribuyeron a la individualización de los imputados.
"La imputación no solo se sostiene en estas confesiones, sino que hay toda una investigación detrás que permitió la recuperación de las especies sustraídas y de los medios empleados para llevar a cabo el ilícito. La consistencia de la investigación con las confesiones permite establecer que concurren las presunciones fundadas de participación respecto a cada uno de los imputados del delito", señaló Franulic.
"Aquí claramente hay una agrupación en la cual existe una jerarquía, con cada persona cumpliendo un rol, como quedó demostrado en esta operación. Esto no se hace de un día para otro, se requiere toda una planificación para determinar y llegar a un día específico para cometer y concretar un delito", definió la representante del Ministerio Público, Ximena Torres.
Despido
Tras la resolución, FCAB emitió un comunicado público en donde informó el despido formal e inmediato de los tres trabajadores imputados. Además, manifestó su conformidad por el fallo de la Corte de Apelaciones que deja a los acusados en prisión preventiva.
"Considerando todo lo señalado, la empresa procederá a la inmediata desvinculación de los trabajadores imputados en esta misma investigación. Agradecemos el profesionalismo que ha demostrado el Departamento del OS 9 de Carabineros de Chile y al Ministerio Público; esperando además que la investigación continúe en buena senda, demostrando una vez más que el trabajo mancomunado es la mejor alternativa para combatir la delincuencia", indicó la declaración de la firma.