Vacuna bivalente
El covid-19 llegó para quedarse, por lo mismo, es necesario resguardar la salud de la población de manera permanente. Una forma de lograrlo es incorporando la vacunación dentro del Programa Nacional de Inmunizaciones, tal como se hace con otras patologías virales como el sarampión, la viruela, etc., que ya están incorporadas en este. En ese sentido, la vacuna bivalente viene a cubrir dos de las cepas más frecuentes del virus, lo cual beneficia la eficacia del proceso de inoculación, junto con disminuir la posibilidad de complicaciones graves para la salud e incluso la muerte. Ahora bien, este último debe venir acompañado de una buena difusión del proceso, para así alcanzar porcentajes altos de vacunación y lograr asegurar la inmunidad de rebaño, que necesitamos para que esta sea efectiva. Camila Avilés Escuela de Enfermería UDP
Saqueos y recursos
En un nuevo aniversario del 18 de Octubre, presenciamos una vez más cómo la violencia sobrepasó la racionalidad y afectó directamente a los chilenos que intentan progresar. Dentro de los hechos de violencia producidos, vimos cómo la muchedumbre saqueó una farmacia, cómo intentaron saquear un supermercado, el robo de autobuses del Transantiago y la paralización del Metro. Todas estas acciones tienen víctimas, sean directas o indirectas, aunque algunos parlamentarios en el pasado hayan dicho que son simples "cositas materiales" las que se pierden. Esas víctimas son los chilenos que día a día necesitan de un transporte público de calidad para ir a sus trabajos, de quienes ven en los supermercados la forma de abastecerse sin necesidad de tener que ir a otra comuna, o de los que viven de un trabajo honesto que de la noche a la mañana se acaba por un saqueo. Ellos son los principales perjudicados cuando la barbarie le gana a la razón, sobre todo cuando los recursos del Estado que pueden ir en su ayuda deben ser utilizados para reparar o reconstruir.
Pablo Aldunate Allegro Fundación para el Progreso
FODA
En adición a -o en lugar de- las justificaciones que casi a diario ofrece el Gobierno, a través de ministros y voceros políticos sobre su proceder, sugeriría a su grupo de asesores cercanos la preparación de un análisis de amplia difusión pública, acerca de las Fortalezas/Oportunidades/Debilidades/Amenazas (FODA) que está enfrentando en su hoja de ruta. Parafraseando al presidente Eisenhower "el programa de un gobierno es sólo bueno hasta cuando se comienza a gobernar".
Gustavo M. Astorquiza
Claves de la crisis
Las jornadas de octubre del 2019 propiciaron una gran discusión sobre las fragilidades de la economía y la política chilena. Hasta entonces, diversos estudios provenientes de las ciencias sociales advertían una serie de tensiones precisas de atender institucionalmente. Estas aludían a la necesidad de implementar medidas de democratización que favorecieran la participación ciudadana en la toma de decisiones vinculantes, y redistribución económica, con especial atención hacia los sectores vulnerables, sin perjudicar la inversión y crecimiento macroeconómico.
El estallido que vivió nuestro país se enmarca en un ciclo global de movilizaciones, similar a aquellas desarrolladas en 1968, 1989 y 2011. Una de las principales conclusiones sobre esto es que tal tipo de escenarios hoy se reiteran con mayor frecuencia e intensidad, no obstante, existen diferentes lecturas para la explicación de los hechos.
Entre ellas destacan las que sostienen que dichos acontecimientos se explican por el incremento de la complejidad de las sociedades contemporáneas. Mundialmente integradas, estas son más proclives a la autocaotización, debido a las propiedades emergentes de las interacciones entre la creciente multiplicidad de partes que las componen. Ejemplo es la pandemia de SARS-COV2 que vino a replantear el dilema entre autonomía e integración local en las cadenas mundiales de valor.
Hoy la sociedad chilena enfrenta el desafío de escribir una nueva Carta Magna. La expectativa es suturar tejidos rotos y generar una adaptación institucional al Chile del pos-estallido y de la pos-pandemia. Sobre esto, se sugiere reflexionar en base a tres tensiones. Primero, aquella dada entre la fragmentación y polarización política en el país. Segundo, a las fricciones entre élite/pueblo que dificultan la legitimidad institucional. Por último, a las propuestas de salidas materiales y pos-materiales a los momentos de crisis, a propósito del 'rechazo popular' del pasado 4 de septiembre. Tal resolución permitiría diseñar salidas a estas crisis.
Jorge Valdebenito Trabajo Social UDLA Viña del Mar