Bad Bunny voló sobre el Estadio Nacional y enloqueció a sus fans
MÚSICA. El puertorriqueño premió la fidelidad de sus seguidores chilenos con un show espectacular que a ratos pareció eterno.
Que Bad Bunny es uno de los artistas más importantes del mundo en la actualidad no se puede discutir. A algunos podrá no gustarle su música, pero el arrastre que tiene es impresionante. Quedó demostrado en la caótica venta de entradas para los dos shows que dio en Chile, con más de un millón de personas en la fila virtual, y también en los conciertos que dio en el Estadio Nacional.
Decidido a devolver el cariño con un espectáculo de gran envergadura, el músico más escuchado en todo el mundo durante este año en Spotify se presentó ante las decenas de miles de fans en el recinto de Ñuñoa de manera impresionante: voló sobre el público en una isla que tenía una palmera para hacer honor al nombre de la gira con la que recorre el mundo, el "World's Hottest Tour".
Para saciar la sed de ese calor inició el recital (muy puntual) con "Moscow Mule", que alude a un cóctel elaborado con vodka, limón y cerveza de jengibre.
Los 55 mil espectadores corearon y gritaron cada una de sus canciones durante las dos horas y media con las que el puertorriqueño devolvió la fidelidad de los fanáticos que han hecho de su último disco "Un verano sin ti" uno de los más escuchados en todo el mundo y cuyo tema homónimo fue el segundo del show.
50 canciones
Un largo espectáculo que incluyó 50 canciones, muchos de ellos incluidos en los dos discos que publicó en 2020: "El último tour del mundo" y "YHLQMDLG" ("Yo hago lo que me da la gana", algo que dejó clarísimo en su paso por Santiago).
Además de hacer un show largo, que incluyó gran parte de sus temas más celebrados por los fans, también quiso hacer un regalo especial a los chilenos: interpretó una versión propia de "Tren al sur" de Los Prisioneros.
"La santa", "Yonaguni", "Me porto bonito" y "Safaera" hicieron bailar, cantar, saltar y gritar al público. "Titi me preguntó", "Después de la playa" y "El apagón" hicieron lo propio. Fue una verdadera fiesta la de Bad Bunny y por redes sociales sus seguidores expresaron su satisfacción y fervor cuando el espectáculo termino y se fueron a sus casas.
El éxtasis en el Estadio Nacional fue total, al punto que los incidentes registrados en el ingreso al recinto fueron apenas un detalle: 300 personas intentaron ingresar sin entrada como avalancha, lo que se vio frustrado por la acción de Carabineros, que informó de 12 detenidos durante la primera jornada.