El Presidente Gabriel Boric anunció anoche, en cadena nacional, el detalle de la reforma de pensiones que enviará al Congreso y que modificará estructuralmente el sistema previsional chileno, comenzando por la eliminación de las AFP y por la creación de un modelo mixto.
"Una vez aprobada (la reforma), mejorará sustantivamente las pensiones de todas las personas", incluyendo a "dos millones de compatriotas que hoy reciben su jubilación y también las de cada una de las personas que se jubilarán el día de mañana", expresó el mandatario, quien luego comentó que esta reforma fue "postergada por más de 15 años".
La reforma, agregó, "crea un sistema que garantizará mejores pensiones para todas y todos y avanzará en terminar con la injusta e inaceptable discriminación hacia las mujeres".
Junto con aludir a la "crisis" del actual sistema previsional, donde "el 72% de las pensiones son inferiores al salario mínimo y uno de cada cuatro jubilados recibe una pensión que está por debajo de la línea de la pobreza", criticó que "al mismo tiempo que las AFP perciben tremendas utilidades, aunque los resultados y la rentabilidad de los fondos sean negativos".
La propuesta es un sistema mixto con tres pilares de financiamiento: "Uno, mantiene el sistema de capitalización individual mediante los aportes obligatorios; dos, el aporte proveniente del Seguro Social, de 6% del cargo de los empleadores; y tres, el aporte que hace el Estado mediante la PGU, que será aumentado a $250 mil una vez que logremos aprobar en el Congreso la reforma tributaria".
Ese 6% adicional, que ha sido motivo de polémica entre oposición y oficialismo en las últimas semanas, irá a un "Fondo Integrado de Pensiones" que tendrá un registro personal en la cuenta del Seguro Social del afiliado.
El mecanismo de este fondo establece que, al momento de anotar la cotización del 6% del empleador en el registro individual, un 70% del total se registra de acuerdo con el valor cotizado por el empleador al trabajador, mientras que el 30% restante se registra en la cuenta del trabajador como el valor de la cotización promedio del sistema.
Con ello, todos los trabajadores de ingresos menores que el promedio, aproximadamente un 65% a 70% del universo total, obtendrán una cotización mayor al 6% de su salario.
El presidente aseguró que si se aprueba la reforma los beneficios se verían de inmediato y lo ejemplificó así: "Una mujer o un hombre que cotizaron la mitad de su vida laboral con un sueldo de 400 mil pesos, hoy reciben una pensión de 257 mil y 268 mil pesos, respectivamente. De ser aprobada esta reforma, las pensiones de ambos superarán inmediatamente los 390 mil pesos, aumentando en más de 124 mil pesos, o sea un 46% más para el hombre, y 134 mil pesos, o sea un 52% más, para la mujer. Reitero, para que quede claro, pasarían de una pensión de 260 mil pesos a una de 390 mil".
Boric aseguró que "los ahorros previsionales en las cuentas individuales -tanto los acumulados como los del futuro- mantendrán la propiedad individual, podrán heredarse y no serán jamás expropiados, tal como funciona hoy".
También dijo que habrá "libertad para elegir quién invertirá tus fondos de pensiones, opción que hoy día no existe, pues todos estamos obligados a estar en una AFP".
"Las chilenas y chilenos están cansados de las comisiones abusivas y las pérdidas que genera el sistema actual", insistió el jefe de Estado: "Las AFP, en esta reforma, se terminan. Existirán nuevos gestores de inversión privado con el único objeto de invertir fondos previsionales, y además existirá una iniciativa pública que permita promover la competencia con la entrada de nuevos actores".
Por último, habrá un Administrador de Pensiones Autónomo (APA), ente de carácter público, "que permitirá rebajar el monto de las comisiones", expuso el mandatario.