El género SI importa
Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
El conocido académico Stuart Hall del prestigioso Centro de Estudios Culturales de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, solía decir que él hablaba desde su condición de 'negritud'. Considerando que su madre fue jamaicana y su padre inglés, Hall reconocía su herencia genética, social y cultural desde una mirada de ser hijo de la colonia británica. En mi caso, es inevitable escribir desde mi punto de partida que es el género. Siendo casi la única mujer que está rodeada del 'sexo feo' (Armando Chirveches, 1926) en debates mediáticos, la política debe ser un espacio de declamación emancipatoria en contra de lo patriarcal.
Pareciera ser que a muchas académicas no nos dejó indiferente, la portada de un medio nacional (La Segunda, 07/11/2022) donde el Senador por la Región de Antofagasta Pedro Araya señaló literalmente que "el género no corre", refiriendo a la elección del/la Fiscal Nacional. Me pregunto si esta aseveración también es extrapolable a toda la gestión que ha hecho su santa madre para la candidatura de Araya y compañía, o el voto femenino que le dio nuevamente la chance, seguramente la última, de estar en la Cámara Alta. Así como el dinero no lo compra todo (Michael J. Sandel, 2013), el género SI IMPORTA. Y aunque me parece un desgaste innecesario dar palco en mi columna a un político retrógrado (machista le llamaron en sus redes sociales), daré mis razones desde la materialidad del lenguaje, usando una perspectiva más racional que emotiva.
La profesora del Instituto de Derecho Público de la Universidad Austral de Chile, Yanira Zúñiga, en su columna "El género no corre" (La Tercera, 09/11/2022), deconstruye los cinco minutos de fama del Senador, precisando que Araya habla de una pluralidad que no existe "le han manifestado al gobierno (no precisó quiénes)". De acuerdo a Zúñiga, las aseveraciones del parlamentario investidas de una neutralidad juiciosa enmascaran una problemática profunda, la brecha de género existente en la cima del sistema judicial. "Como suele ocurrir cada vez que se alerta de tamaño riesgo para la meritocracia, la sospecha de que las mujeres están per se menos calificadas que los hombres aflora", precisa la abogada. En un modelo de meritocracia neoliberal, el género masculino ya está en la meta.
Desde una mirada internacional, sólo en 22 países hay Jefas de Estado o Gobierno y 119 nunca han sido presididos por una mujer. La triste estadística dice que la igualdad de género la lograremos en 130 años, de seguro será en mi próxima reencarnación en el mejor de los casos. En el caso del Poder Legislativo, sólo el 25% de los escaños parlamentarios nacionales están ocupados por féminas. Aquí, alcanzaremos la equidad en el 2063, no sé si viviré tanto. En los gobiernos locales nos ha ido mejor, sólo dos países han alcanzado el 50%, y en otros 18 países, más del 40 por ciento del funcionariado local son mujeres. De acuerdo a los reportes globales, "las mujeres demuestran liderazgo político al trabajar por encima de las divisiones partidarias en grupos parlamentarios de mujeres -incluso en los escenarios políticos más agresivos-…" (unwomen.org). Esto refuerza la tesis de Zúñiga de que a las mujeres sólo nos falta más y mayor 'investidura social', que le sobra a hombres, inclusive flojos, negligentes y corruptos.
El escenario en Chile es también dramático. Si hacemos un histórico, el gabinete de Patricio Aylwin tuvo 0% participación femenina; el de Eduardo Frei, un 14,3; el de Ricardo Lagos, un 31,3%. Llegamos al primer gobierno de Michelle Bachelet con el cuestionado 50%, y en su segundo período bajó a un 39,1%; los dos gobiernos de Sebastián Piñera fueron de 27,3% y 30,4% respectivamente. El actual gobierno de Gabriel Boric es el que más ha avanzado con un gabinete actual de un 66,7%, aun cuando los casos de violencia política han sido descarnados con mujeres en los ministerios, y hoy con Beatriz Sánchez como Embajadora de México. Es de esperar que la Fiscalía Nacional sea liderada por la única mujer, Marta Herrera, quien llegó a la agotadora carrera de la masculinidad tóxica (Sergio Sinay, 2007), no siendo la favorita por supuesto. Ya los 'club de Tobys' no dan para más y tampoco las normativas internacionales y acuerdos comerciales que exigen la representación femenina en igualdad de condiciones en todos los espacios públicos. Por lo tanto, el GÉNERO SI IMPORTA.
"Es de esperar que la Fiscalía Nacional sea liderada por la única mujer, Marta Herrera, quien llegó a la agotadora carrera de la masculinidad tóxica (Sergio Sinay, 2007), no siendo la favorita por supuesto".