Siguen desalojos de tomas en la región
En Antofagasta, Mejillones y Calama, en los últimos días, se han realizado operativos para recuperar terrenos fiscales ocupados ilegalmente. En el Cerro El Ancla, los desalojos se han hecho en tres ocasiones con diferencia de horas en los operativos. Allí se ha insistido en la ocupación, incluso con detenidos por resistirse a la medida.
Hace casi una semana, la Delegación Presidencial Regional, confirmaba que en este año, solo en la provincia de Antofagasta, se habían realizado más 58 notificaciones y 38 desalojos de terrenos ocupados ilegalmente. Una altísima cifra y que según los entendidos pone de relieve dos situaciones: la presión por tener un lugar dónde vivir y lo segundo, la existencia de mafias que lucran "negociando" terrenos fiscales para propio beneficio.
Esta realidad no es nueva y ambas situaciones tienen el hilo común que es la falta de viviendas para miles de familias de la región. Y mientras exista esa necesidad, los aprovechadores seguirán proliferando para jugar y engañar a quienes están desesperados por tener un lugar donde cobijarse.
Los desalojos no han hecho distingo y en lo principal se busca reaccionar antes que las tomas se transformen en asentamientos y sacar a los afincados se vuelva una tarea demasiado difícil, si es que no existe la cooperación de los pobladores.
De hecho, en sitios aledaños al Cerro El Ancla, los desalojos se han hecho en tres ocasiones con diferencia de horas en los operativos. Allí se ha insistido en la ocupación, incluso con detenidos por resistirse a la medida, lo que grafica la desesperación de los que no tienen casas.
La seremi de Bienes Nacionales, dijo que "ya basta de tomas", tras la demolición y desalojo de otra de las llamadas tomas VIP, en el sector de la playa El Lagarto en Mejillones.
Claramente que allí la situación es distinta, porque aquí no está de por medio una necesidad habitacional, sino que contar con una segunda o tercera vivienda para fines personales.
Allí hay un aprovechamiento, porque no solo cercan el espacio, también construyen onerosos inmuebles. Es una verdadera bofetada para quienes necesitan un trozo de tierra para improvisar un techo y protegerse junto a los suyos.
De igual modo son procesos dolorosos y extremos pero sobre los que no existe otra opción o se estaría promoviendo una ilegalidad y castigaría a quienes han optado por la vía correcta y que llevan años de espera de una solución digna.