Presidente Gabriel Boric: "En Chile no hay presos de conciencia"
A FONDO. Al finalizar su primera visita oficial a La Araucanía, el Mandatario concedió su única entrevista, admitió errores, evalúo su gestión, se refirió a los grupos violentistas, a los anuncios realizados y a los problemas de seguridad en el país.
-Presidente, ¿otra cosa es con guitarra?
-Estoy de acuerdo. Otra cosa es con guitarra.
No es la primera ni la última respuesta de Gabriel Boric en 40 minutos de conversación. Sin embargo, su afirmación explica, de alguna manera, cómo ha ido mutando su discurso. Si antes aseguraba la única salida para lograr la paz en la Macrozona Sur era el diálogo, hoy admite que hay actos terroristas, así como también reconoce que la seguridad y el combate a la delincuencia pasaron a ser una prioridad en su gestión.
El Mandatario visitó esta semana por primera vez La Araucanía de manera oficial. Lo hizo durante dos días, bajo un inédito despliegue de seguridad y calificando de paso como "cobardes" a los autores de los reiterados atentados en la zona.
En su última actividad, el Presidente se dio el tiempo para conversar con El Austral, donde asumió sus errores, evaluó su visita y se refirió a algunas de las grandes inquietudes del país, incluido el incremento de atentados violentos por parte del crimen organizado en La Araucanía y las regiones aledañas.
-¿Cuáles fueron sus sentimientos previos a la visita de La Araucanía?
-Tenía muchas ganas de venir, hace mucho tiempo. Mis equipos me frenaban, me decían que esperáramos a que tuviéramos anuncios potentes y concretos. No basta solamente con ir a escuchar. Sabía que había una presión y una expectativa muy grande por venir. Y lo que más tenía eran ganas. Me alegro que se haya producido. Creo que es una buena noticia para todos. Libera una tensión que existía en el ambiente y logramos un buen diálogo, muy transversal, con todos los sectores sociales y políticos. Me voy muy contento. Y esta visita no será la última, por supuesto.
-Presidente, en el pasado usted no estaba de acuerdo con el despliegue de las Fuerzas Armadas y aseguró que la única vía para solucionar los problemas en La Araucanía era el diálogo. Sin embargo, su Gobierno ya ha solicitado en 11 oportunidades la prórroga del Estado de Excepción. ¿Qué lo hizo cambiar de postura?
-Voté en contra de la renovación permanente del Estado de Excepción mientras era parlamentario. Cuando llegamos al Gobierno, una de las primeras cosas que hicimos fue no renovar el Estado de Excepción. Sin embargo, es un hecho indiscutible que los hechos de violencia graves, entre marzo y mayo, aumentaron. La inseguridad, la percepción de inseguridad, es algo de lo que tenemos que hacernos cargo. Hoy, mis responsabilidades son distintas. Soy Presidente de la República, soy jefe de Estado. No soy parlamentario. Y tengo que velar por garantizar la seguridad de los habitantes de La Araucanía. Ahora, lo que sigo teniendo claro es que: uno, el Estado de Excepción no se puede naturalizar; y dos, no resuelve el problema de fondo. Y lo que hemos venido a hacer en esta gira, y también el anuncio de la Comisión de Diálogo y Entendimiento, apunta en esa dirección: solucionar el problema de fondo para encontrar un camino hacia la paz.
-Hace seis años, usted se reunió con el lonko Víctor Queipul en Temucuicui, publicando una fotografía junto a él en sus redes sociales y definiendo la comunidad como un "territorio liberado". Ahora, el lonko criticó su visita, lo comparó con Pinochet y dijo que su usted "venía pasado a pólvora". ¿Qué responde?
-No voy a polemizar con el lonko Queipul. Creo que lo importante es que la gran mayoría, la abrumadora mayoría de las comunidades del pueblo mapuche, está disponible para el diálogo, para encontrar caminos a la paz, para avanzar en una determinación clara de la demanda territorial y poder dar una respuesta concreta a eso, que es el encargo y el mandato que tendrá la Comisión que anunciamos. Sería un error de mi parte caer en polémica con cada uno de los que no esté de acuerdo con lo que estamos haciendo. Lo que me importa es avanzar para la mayoría del pueblo mapuche y la mayoría de los chilenos y chilenas.
-¿Se imaginó que, seis años después, tendría que llegar a La Araucanía como Presidente y con un amplio despliegue de seguridad?
-No me imaginé que iba a ser Presidente de la República. No era un plan de vida, en ningún caso. Pero, estando en esta posición, tengo el deber de asumir toda la responsabilidad del cargo, gobernar para todos los chilenos y chilenas, encontrar y hacer todos los esfuerzos que nos lleven a la paz y el entendimiento, partiendo desde la base del despojo y violencia con el cual se ha tratado al pueblo mapuche históricamente.
Despliegue
-Quienes viven en la Región no recuerdan una visita presidencial con tantas medidas de seguridad. ¿Cree que estuvo bien planificada o fue una exageración?
-Uno podría entrar a revisar los detalles, pero la verdad, creo que hubo más especulación sobre las medidas de seguridad que una sobrerreacción. Lo que es importante es que acá no se trata de Gabriel Boric, se trata de la institución de la Presidencia de la República y la ministra del Interior. Acá vinimos con una comitiva importante, las dos más altas autoridades de la República, más la ministra Segpres y el ministro de Obras Públicas. Seguimos los protocolos que estableció Carabineros. No pedí nada más que lo que Carabineros estableció dentro de sus protocolos. Espero que todos quienes habitan en la Región de La Araucanía puedan tener la tranquilidad de poder transitar, por toda la Región, en paz; y a eso nos vamos a dedicar con el máximo esfuerzo durante todo nuestro mandato. Ahora, se dijeron muchas mentiras, como que iba a dormir en un regimiento. Eso es absolutamente falso y lamento que hayan parlamentarios que se presten para polémicas absurdas y que repliquen noticias falsas. En eso, pido más responsabilidad.
-¿En qué influyó la accidentada visita de la exministra del Interior Izkia Siches para demorar tanto su primera visita a La Araucanía?
-Hubo un aprendizaje respecto a esa primera visita. Comenzamos el gobierno con muchas ganas de dar señales de que estábamos abiertos al diálogo y que queríamos hacer las cosas de manera distinta. Por eso, la
"Le pedí al senador García y al senador Quintana que me presenten una propuesta de acuerdo para abordar la regulación del delito de usurpación en el Código Penal. No se puede olvidar que la primera usurpación, el primer acto de despojo, fue cometido en 1860 por parte del Estado de Chile hacia el pueblo mapuche".