Ayer él; mañana, ¿usted, yo o quién más?
"Es momento de reconocer que estamos sobrepasados y que el único salvavidas es un estado de excepción".
El viernes pasado fue asesinado con un disparo a quemarropa un locatario del Mercado Central de Antofagasta. Quien es pyme sabe que el efectivo se saca y se deposita o retira del banco para efectos de pagar proveedores o trabajadores. Algo normal para el funcionamiento de un negocio y necesario para el andar de un país.
No recitaré acá lo complicado que es hoy, andar en la calle, salir a hacer deporte o simplemente ir al trabajo, porque usted que está leyendo esto, lo vive a diario. Todos estamos constatando que no hay contención alguna a la delincuencia, por más operativos policiales que se realicen; operativos que por lo demás siempre se han realizado, independiente el gobierno de turno.
Según mi percepción, la crisis es mucho más profunda de lo que las autoridades competentes o no en la materia piensan, felicitándose entre ellas por el trabajo logrado o sintiéndose exhaustas de tanto ajetreo. Percepciones que no tienen coincidencias con la realidad. Se concretan mesas de trabajo y de diálogo "sin patas" que desembocan en una utilización masivas de sillas pero, objetivamente, en muy pocas acciones eficaces. A todas luces, ese estado de hecho se puede percibir como una forma de mantener a la ciudadanía focalizada en lo que supuestamente "se hace" y "se va a realizar" más que en lo "que realmente se logra".
Y esa "táctica" política tiene un costo muy alto en lo real, ya que vivimos la dinámica creciente de una espiral de violencia tan cruda y brutal que llega al punto a que hoy asistimos, impotentes y dolidos, al asesinato de un locatario, un joven trabajador de familia, Rolando, quien deja a una esposa junto a dos niñitas. Mañana podría ser usted o yo. Pero hoy fue él. Y eso debe indignarnos e invitar a exigir resultados concretos a la brevedad. La incertidumbre en la cual vivimos es totalmente insana para el diario vivir.
Si nos retrotraemos a la realidad política de la región y ciudad, vemos a un alcalde absolutamente perdido en lo que concierne la gestión de una comuna, prefiriendo cambiar láminas de jugadores del mundial que disponer de sus competencias para tomar las riendas de "su" municipio. El mundo virtual que él se ha creado tiene cero conexión con la realidad que todos vivimos. Frente a esto, tenemos, por otro lado, a un gobernador regional que está hoy pendiente de armar un partido político, sintiendo la urgencia de rápidamente ya iniciar su campaña electoral de reelección, apoyándose y utilizando las regalías de un gobierno regional y sirviéndose de su buen manejo retórico que hasta ahora le ha permitido, con cada vez más dificultad, esconder un bosque detrás de un solo árbol.
No hay una solución milagro inmediata a esta profunda crisis, que ocurre cuando se habla de un cambio generacional, intervenciones socioculturales, educacionales y de analizar a través de otros prismas. No estoy en desacuerdo con todos esos enfoques pero en la inmediatez, y frente a la gravedad de la situación, es necesario reconocer que una presencia militar en las calles si generaría una disuasión efectiva, una contención y sensación de seguridad en donde uno este. Es el momento de reconocer que estamos sobrepasados, y que el único salvavidas, mientras se construyen otros puentes, es un estado de excepción.
Katherine San Martín
Consejera regional