Efe/Redacción
La selección de Inglaterra inició la jornada del debut en el Mundial de Qatar 2022 en medio de una polémica, pero a punta de goles dejó atrás la controversia y se alzó con la primera gran demostración de efectividad al conseguir un triunfo por 6-2 sobre Irán por el Grupo B.
Había causado críticas el anuncio de que junto a otros combinados europeos el elenco británico no usaría el brazalete del arcoíris por parte de los capitanes para pedir respeto a las diversidades en el país anfitrión, luego de la amenaza de que en tal caso quien lo portara recibiría tarjeta amarilla al iniciarse el encuentro.
"Toca hablar de fútbol", dijo el entrenador Gareth Southgate en la previa, cansado de las continúas preguntas sobre la situación en Qatar y el poco interés en la propia pelota. Sus quejas cayeron en saco roto, porque la previa estuvo colonizada por el brazalete de "OneLove" y su prohibición por parte de la FIFA.
No hubo sorpresa de última hora y Harry Kane no lució el brazalete. Pero sí hubo una demostración política por parte de su rival. Los jugadores de Carlos Queiroz, apoyados por una afición harta de las injusticias y de la represión en Irán, denunciaron las barbaridades de su régimen: los jugadores no cantaron el himno, no celebraron los goles y los carteles de protesta en las tribunas fueron numerosos.
Hora de fútbol
Como si las externalidades se ensañaran con este duelo, a los pocos minutos de juego un centro de Harry Kane provocó una salida de Alireza Beyranvand, un choque con un compañero y una imagen escalofriante. Golpe mentón con mentón y el portero caído en el suelo. Tras cerca de diez minutos de asistencias, el portero consiguió levantarse, con el tabique dañado, y decidió seguir jugando. Pero duró apenas un minuto y fue sacado en camilla: lo reemplazó Hossein Hosseini.
No se habían cumplido ni 20 minutos y ya habían pasado muchas cosas, pero faltaba el gol, y quien rompió el cero fue Jude Bellingham con un cabezazo bombeado después de una buena jugada colectiva del cuadro inglés.
El gol desarmó al equipo iraní en los siguientes diez minutos se sentenció el partido. El 2-0 fue de Bukayo Saka y el 3-0 de Raheem Sterling.
Estos chispazos pusieron de manifiesto que la defensa de Irán era inexistente, pero su ataque tampoco era mucho mejor. Hasta los descuentos de la primera parte (14 minutos) no llegó el primer disparo fuera de Irán.
Inglaterra lo tenía todo bajo control y llegó el 4-0 de Saka, quien con este doblete se sanó de las críticas recibidas luego de perder un penal en la final de la Eurocopa que Italia le arrebató a Inglaterra en Wembley el año pasado.
Leve reacción
Era un 4-0 comodísimo, pero Inglaterra necesitó una pequeña llamada de atención. De la nada, Mehdi Taremi, el delantero del Oporto, ganó la espalda a Maguire y empaló la pelota junto al travesaño. El gol también terminó el partido del central inglés, que se tuvo que ir sustituido por algún tipo de mareo, pero no alteró la victoria inglesa: apenas seis minutos después del tanto iraní, Marcus Rashford, que acababa de ingresar al campo, puso el 5-1.
Cerró la producción inglesa Jack Grealish y el último tanto fue iraní: Taremi ejecutó un penal en los descuentos.
Los de Southgate salieron del debut llenos de confianza y líderes del Grupo B. Saka, uno de los artilleros del Mundial con dos goles, dijo que "no puedo ni describir cómo me siento, es increíble. Estoy muy contento y orgulloso. Además, ganamos, así que es un día muy especial. Necesitábamos empezar así. No habíamos jugado bien en nuestro camino al torneo. Había muchos rumores y especulación sobre nuestro estado de forma, pero demostramos a todo el mundo la calidad que tenemos y lo que podemos hacer. Es increíble ganar un partido así con tanta presión. Ahora tenemos que ser así de regulares".